Los ¨®rganos j¨®venes caen con el carn¨¦ por puntos
La espl¨¦ndida disminuci¨®n de accidentes que vive Espa?a tiene un duro reverso para la sanidad: las donaciones proceden de gente mayor y los menores esperan m¨¢s - Pero hay soluciones
Hay una mala noticia escondida tras la excelente: el descenso de accidentes en Espa?a ha reducido la cifra y calidad de los ¨®rganos donados y hoy los enfermos j¨®venes esperan mucho m¨¢s su turno. Las mayores donaciones de ancianos han compensado la disminuci¨®n, pero no siempre sirven para los pacientes. Soluciones: m¨¢s donaciones en vivo y una nueva v¨ªa de trasplantes de fallecidos a coraz¨®n parado.
Eva tiene 27 a?os. Acude a di¨¢lisis tres veces por semana, de cuatro de la tarde a diez de la noche. Sus ri?ones no funcionan y una m¨¢quina debe hacer su trabajo: depurar su organismo de toxinas. El fallo renal ocurri¨® cuando ten¨ªa 12 a?os, a causa de una extra?a enfermedad. A los 16 recibi¨® un primer trasplante de ri?¨®n, que a los 20 a?os su cuerpo rechaz¨®. Lleva casi siete largos a?os esperando una nueva donaci¨®n. Dar con un donante adecuado para Eva es dif¨ªcil por un doble motivo. Con el primer trasplante su organismo gener¨® anticuerpos que hacen complicado encontrar alguien compatible, pero adem¨¢s hay que sumar otra dificultad: el tiempo de espera para que una persona joven reciba un ¨®rgano ha aumentado. "Lo m¨¢s triste no es que no tengas esperanza, es que ni te acuerdas de que esperas el trasplante", explica Eva.
Trasplantar un ri?¨®n de 65 a?os es como hacerlo con medio ri?¨®n de 30
M¨¢s de 5.000 personas est¨¢n en lista de espera para recibir un ¨®rgano
En 1992, el 43% de donantes ven¨ªa de accidentes. En 2007, s¨®lo el 10%
En 2007, s¨®lo el 25,5% de los donantes ten¨ªan entre 15 y 45 a?os
En el caso de los pulmones o el coraz¨®n, la edad no afecta tanto
Los especialistas intentan fomentar la donaci¨®n de vivos y a coraz¨®n parado
Como Eva, en Espa?a hay m¨¢s de 5.000 enfermos que esperan para recibir un nuevo ¨®rgano. La mortalidad en lista de espera se sit¨²a entre un 6% y un 8% anual. Siendo el pa¨ªs con la mayor tasa de donantes de todo el mundo, 1.550 el a?o pasado, ?por qu¨¦ tan abundante oferta no pueda dar respuesta a la demanda? Para empezar, con la mejora de las t¨¦cnicas de trasplante cada vez hay m¨¢s pacientes candidatos a ser trasplantados. Pero mientras la investigaci¨®n ha permitido poner esta t¨¦cnica a disposici¨®n de m¨¢s pacientes, el perfil del donante ha envejecido.
En la actualidad, la edad media del donante es de 53,4 a?os, siete a?os m¨¢s que en el a?o 2000, y 18 a?os m¨¢s que en 1992. "La persona mayor fallecida por hemorragia cerebral supone las dos terceras partes de las donaciones", explica Rafael Matesanz, presidente de la Organizaci¨®n Nacional de Trasplantes (ONT).
La generosidad de los mayores permite realizar un gran n¨²mero de trasplantes, pero la falta de ¨®rganos j¨®venes hace que algunos deban esperar m¨¢s de la cuenta. En 1992, el 59% de los donantes ten¨ªa entre 15 y 45 a?os. En 2007, tan s¨®lo el 25,5% de los donantes est¨¢ en esta franja de edad. En 1992, el 43% de ¨®rganos ven¨ªa de accidentes de tr¨¢fico. En 2008, los accidentes aportaron el 10,1%.
"Las personas por debajo de los 40 a?os son las m¨¢s afectadas por la situaci¨®n. Actualmente deben esperar uno o dos a?os m¨¢s que la gente mayor por la falta de donantes j¨®venes, cuando antes la situaci¨®n era a la inversa, los j¨®venes se trasplantaban mucho m¨¢s r¨¢pido. Antes, la espera era de uno o dos a?os, ahora son entre tres y cuatro", explica el m¨¦dico de Eva, Luis Guirado, nefr¨®logo de la Fundaci¨® Puigvert en Barcelona. "Tan s¨®lo en nuestra cl¨ªnica tenemos 25 j¨®venes en di¨¢lisis esperando", a?ade.
"Hay ¨®rganos a los que la edad no les afecta tanto, pero hay otros a los que afecta mucho", explica Matesanz. En el caso del p¨¢ncreas, el ¨®rgano m¨¢s delicado, no se puede recuperar en mayores de 45 a?os. En el caso del coraz¨®n y los pulmones, la edad no cuenta tanto. En el ri?¨®n, el ¨®rgano con m¨¢s donaciones y mayor demanda, "a partir de los 35, cada a?o se pierde un 1% de funci¨®n renal, con lo que si trasplantamos un ri?¨®n de una persona de 65 a?os, estamos poniendo medio ri?¨®n de una de 30. La estrategia que se est¨¢ siguiendo es poner ri?ones de donantes mayores a receptores mayores o el doble trasplante", a?ade Matesanz.
Muchos pa¨ªses han copiado el modelo organizativo de donaci¨®n espa?ol por su gran eficacia. Ahora bien, tambi¨¦n ha llegado el momento de revisar una realidad que ha cambiado desde que el programa de la ONT empez¨® a funcionar, all¨¢ por el a?o 1989, y de plantear nuevas estrategias. Para aumentar las donaciones, sobre todo las de ¨®rganos j¨®venes, hay que abrir nuevas v¨ªas de donaci¨®n.
El n¨²mero de ¨®rganos que se pueden recuperar de un donante mayor y de uno joven tambi¨¦n var¨ªa. Entre los 15 y los 45 a?os se pueden utilizar entre tres y siete ¨®rganos. En mayores, entre uno y dos. "En los m¨¢s mayores, muchos s¨®lo son donantes de h¨ªgado", explica Matesanz. Aunque hay casos excepcionales, como el trasplante de coraz¨®n de una donante de 79 a?os, realizado a principios de este a?o por especialistas del equipo de cirug¨ªa cardiaca del Complejo Hospitalario Juan Canalejo en A Coru?a.
?C¨®mo compensar esta situaci¨®n? En Espa?a, la mayor¨ªa de donaciones proceden de cad¨¢ver. Para aumentar la disponibilidad de ¨®rganos y otras v¨ªas de obtenci¨®n, la ONT ha impulsado el Plan de Acci¨®n para la mejora de la donaci¨®n y el trasplante de ¨®rganos. Entre otras medidas, prev¨¦ incentivar el trasplante de donantes vivos de ri?¨®n o h¨ªgado. Familiares o amigos, en la mayor¨ªa de los casos, que donan uno de sus ri?ones o una porci¨®n de su h¨ªgado. "Lo ideal es poder hacer la intervenci¨®n antes de que el paciente entre en di¨¢lisis para evitar que su salud se deteriore", explica Guirado.
Actualmente, en Espa?a s¨®lo el 4% de las donaciones procede de donantes vivos. Una cifra muy por debajo del resto de Europa, con una media del 15%. La ONT tiene como objetivo alcanzar esta cifra. El trasplante de vivo permite llegar a donantes m¨¢s j¨®venes y la esperanza de vida del ¨®rgano trasplantado es mayor, con una media de 16 a?os, ya que ha sufrido menos, mientras que la media del de cad¨¢ver es de 10 a?os por sufrir el shock de la muerte, explica Matesanz. En los pa¨ªses donde abundan las donaciones de cad¨¢ver, como Espa?a, las donaciones de vivo son mucho menores.
A enfermos que esperan un h¨ªgado o un ri?¨®n, como Eva Jos¨¦, la donaci¨®n de vivo les abre una nueva posibilidad. Hace unos meses su madre y su padre se hicieron pruebas de compatibilidad para ver si uno de ellos pod¨ªa donarle un ri?¨®n. "Ya hace a?os que lo propusimos, pero por entonces nos dijeron que casi no se hac¨ªa. Sin embargo, ahora es posible", explica la madre de Eva, Mari Carmen Lizcano "Nos hicieron pruebas, pero cuando nos dijeron que no ¨¦ramos compatibles con nuestra hija nos sentimos fatal. Es lo ¨²nico que puedes darle y resulta que no puedes", explica.
Cuando se cierra una puerta, se abre otra. Los padres de Eva han entrado dentro de un programa de trasplante cruzado de vivo que ha puesto en marcha la fundaci¨®n Puigvert. Lo que significa que la persona que necesite un ri?¨®n y cuente con un donante que sea incompatible, podr¨¢ intercambiarlo con otra pareja que est¨¦ en la misma situaci¨®n. En 2009, la ONT prev¨¦ extender este programa a otros grandes hospitales espa?oles.
Otra v¨ªa para obtener m¨¢s ¨®rganos consiste en la obtenci¨®n de donaciones a coraz¨®n parado. Actualmente, la inmensa mayor¨ªa de donaciones de cad¨¢ver son por muerte encef¨¢lica, es decir, de personas en las que todas las funciones han cesado excepto el coraz¨®n. Cuando la muerte es por fallo cardiaco y fuera del ¨¢mbito hospitalario preservar la calidad de los ¨®rganos es complejo. El sistema circulatorio deja de bombear sangre y pueden deteriorarse. Para recuperar las donaciones por parada cardiaca se requieren servicios de emergencia muy r¨¢pidos. En Espa?a, tan s¨®lo cuatro hospitales disponen de la infraestructura necesaria: el hospital Clinic de Barcelona, el Carlos Haya de M¨¢laga, el hospital 12 de Octubre y el hospital Cl¨ªnico San Carlos de Madrid, el m¨¢s veterano ya que lleva casi 20 a?os haci¨¦ndolo.
"La mayor¨ªa de donantes que se obtienen por esta v¨ªa son j¨®venes que mueren en la calle a causa de un paro cardiaco o por accidente", explica Jos¨¦ Ram¨®n N¨²?ez, director de la coordinaci¨®n de trasplantes del hospital Cl¨ªnico San Carlos. La media de edad de sus donantes es de 39 a?os. El protocolo es una aut¨¦ntica contrarreloj. El primer requerimiento es que alguien sea testigo del momento exacto del colapso. Ah¨ª empieza el minuto cero. En menos de 15 minutos, debe llegar el servicio de emergencias. Tras intentar reanimar al herido, si en unos 40 minutos no se recupera el ritmo cardiaco se da por muerto, aunque las tareas de reanimaci¨®n contin¨²an para mantener la irrigaci¨®n de los ¨®rganos. Entonces se avisa al servicio de coordinaci¨®n de trasplantes. El donante debe llegar al hospital como m¨¢ximo una hora y media despu¨¦s del incidente. Alrededor del donante se movilizan unos 100 profesionales, explica N¨²?ez. Con autorizaci¨®n judicial previa, en el centro hospitalario se aplican medidas de conservaci¨®n durante un m¨¢ximo de cuatro horas, hasta que los familiares reciban la noticia y decidan sobre la donaci¨®n.
El plan de la ONT prev¨¦ que la recogida a coraz¨®n parado se extienda a las ciudades con m¨¢s de 500.000 habitantes. El Cl¨ªnico de San Carlos tuvo el a?o pasado un total 70 donantes. Dos terceras partes proced¨ªan de la recogida a coraz¨®n parado. "Cualquier hospital grande tiene unos 28 donantes al a?o. Nosotros tenemos muchos m¨¢s gracias a la recogida a coraz¨®n parado", explica N¨²?ez. En la Comunidad de Madrid, con 18 hospitales extractores de ¨®rganos, el San Carlos aporta el 35% de las donaciones. "Si se activase esta v¨ªa, incrementar¨ªamos las donaciones en un 25%", a?ade. En el San Carlos tambi¨¦n han notado el descenso de accidentes. El a?o pasado, s¨®lo el 10% de los donantes fueron por accidente, todos por traumatismo craneal, ninguno por paro cardiaco. "Hoy hay menos accidentes, y los que fallecen son m¨¢s graves. Para preservar los ¨®rganos necesitamos sangre y el fallecido pierde tanta que no es posible nutrir los ¨®rganos para preservarlos", a?ade.
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