S¨¢lvese quien pueda

Apareci¨® la lluvia, el viento y el fr¨ªo en Royal Birkdale y los golfistas se miraron unos a otros con el gesto torcido: el que pueda, que se salve, que firmar el par ya ser¨¢ un lujo al alcance de bien poquitos. Y as¨ª fue. Sergio Garc¨ªa y Miguel ?ngel Jim¨¦nez resistieron con +2 en una jornada largu¨ªsima en la que s¨®lo los l¨ªderes, el tr¨ªo Rocco Mediate, Graeme McDowell y Robert Allenby, con -1, se dieron el gustazo de bajar del par. "El campo estaba muy duro, hab¨ªa que pegarle muy derecho a la bola, y plano a la altura del bet¨²n", explic¨® Jim¨¦nez, jaleado por las pe?as de Alicante y Huelva que le siguen por medio mundo con el jam¨®n a cuestas.

El viento que la v¨ªspera tanto inquietaba a Pablo Larraz¨¢bal apareci¨® con r¨¢fagas de 30 millas por hora por todo el campo y se llev¨® al barcelon¨¦s al l¨ªmite del corte con una tarjeta de +5. En su primer golpe en un grande, Larraz¨¢bal se fue directo al barbecho, como dir¨ªa Jim¨¦nez, y acab¨® su primer hoyo con un bogey. Una dura manera de toparse con la realidad y templar los elevados ¨¢nimos del d¨ªa anterior. Y encima con el dedo gordo del pie izquierdo "como una butifarra" por un accidente la noche de antes. Dej¨® dos minutos abierta la ducha y cuando lleg¨® al ba?o a refrescarse se peg¨® un resbal¨®n contra el m¨¢rmol. As¨ª que ya puede contar que en su debut en un major jug¨® con un zapato una talla y media m¨¢s grande que el otro para aliviar el dolor. El morat¨®n le mare¨® cuesta arriba y abajo durante todo el d¨ªa, y como lo que mal empieza mal acaba, cerr¨® la tarde con otro bogey en la cuenta y una visita urgente al fisioterapeuta.

Por el espeso rough, por las dunas que tanto agradecen los aficionados, se dio tambi¨¦n un paseo Sergio Garc¨ªa, salvado finalmente pese a que mand¨® al traste alguna que otra bola de birdie. "He dado muchos golpes buenos, pero no me he quedado m¨¢s cerca por el viento. La vuelta pese a todo es buena. Te pod¨ªas salir del torneo como le ha pasado a otros jugadores", advirti¨® El Ni?o. Vivos los espa?oles, peor le fue la ronda a Harrington, el defensor de la copa, que con la mu?eca lesionada acab¨® cuatro sobre el par, igual que Justin Rose. Y mucho peor a Mickelson, que en su desencuentro de todos los a?os con el Open enterr¨® sus opciones con +9. El tarjet¨®n, por inesperado, fue para el tibur¨®n Greg Norman, que bajo el temporal acab¨® con los 70 golpes del par del campo a sus 53 a?os. Algunas historias de amor nunca funcionan, y otras nunca se acaban.

Garc¨ªa y Jim¨¦nez arrancan de manera notable en el Open Brit¨¢nico