El rey de la moda 'glam' desembarca en la Expo
Kansai Yamamoto despliega su atronador montaje posmoderno en el pabell¨®n nip¨®n
Todo empez¨® con un peinado. Con los c¨®digos hippies desgastados, un jovenc¨ªsimo David Bowie buscaba el tr¨¢nsito de trovador a provocador. Entonces vio a una modelo con un corte de pelo andr¨®gino de un rojo furioso en la revista Honey. El responsable, Kansai Yamamoto, el primer dise?ador japon¨¦s que presentaba un desfile de moda en Londres. Era 1971 y despertaba el glam. Sin dilaci¨®n, el cantante le encarg¨® el dise?o de una criatura destinada a revolucionar la imaginer¨ªa pop: Ziggy Stardust, un ambiguo alien¨ªgena con reminiscencias del teatro kabuki. Su colaboraci¨®n se extendi¨® tambi¨¦n al vestuario de Aladdin Sane, sellando uno de los momentos clave que definir¨ªan la cultura musical posmoderna.
Hoy, a sus 64 a?os, Kansai Yamamoto est¨¢ considerado uno de los padres de la moda japonesa contempor¨¢nea. Y, aunque reconozca que Bowie, con quien mantiene una buena amistad, le sirvi¨® como embajador en el mundo, prefiere no hablar sobre el pasado. Est¨¢ en un sal¨®n del hotel Palace, de Madrid, porque ha venido a presentar uno de sus c¨¦lebres supershows, un espect¨¢culo masivo donde actores y p¨²blico se entremezclan bajo un monumental despliegue de colores, luz y sonido.
Se ver¨¢ el mi¨¦rcoles, dentro del programa de la Semana de Jap¨®n, que empieza hoy, organizado por el pabell¨®n nip¨®n en la Expo de Zaragoza. Bautizado como Festival of life, este supershow es una extensi¨®n del que ya present¨® en 2005 en la Expo Aichi de Jap¨®n, dedicada al "amor a la Tierra". En ¨¦l, seg¨²n anuncia el propio comisario, Takeshi Miyamoto, los participantes vivir¨¢n "el atronador ritmo de los tambores japoneses, el paso de un drag¨®n serpenteante gigante, el clamor de los fuegos artificiales y el vuelo de un enorme globo aerost¨¢tico".
Cada voluntario inscrito se llevar¨¢ de recuerdo un kimono dise?ado por Yamamoto. El modisto y productor, que prefiere no adelantar mucho sobre el evento, dice: "Est¨¢ destinado a barrer nuestras diferencias, porque hay algo com¨²n a todas las personas: las emociones. Si los espa?oles son tan apasionados como intuyo, vamos a hacer de esto un acontecimiento memorable".
La preocupaci¨®n medioambiental no supone una novedad. "En japon¨¦s designamos cada d¨ªa de la semana con una letra que representa elementos naturales: domingo, sol; lunes, luna; martes, fuego; mi¨¦rcoles, agua; jueves, ¨¢rbol; viernes, metal; y s¨¢bado, tierra. Siempre han estado presentes en mi obra, tanto en la ropa como en estos espect¨¢culos. Cada d¨ªa me levanto a las cinco de la ma?ana y salgo a pasear con mi perro por el parque de Yoyogi, uno de los m¨¢s grandes de Tokio. Me descalzo para sentir la textura de la tierra, contemplo c¨®mo cambian los ¨¢rboles seg¨²n la estaci¨®n, el color del d¨ªa a medida que amanece... Esa comuni¨®n con la naturaleza es la que quiero trasladar al Festival of life.
Yamamoto mont¨® su primer supershow, Hello Russia, en 1993, que reuni¨® a 120.000 personas y se convirti¨® en la mayor concentraci¨®n en la Plaza Roja de Mosc¨² desde la II Guerra Mundial. Para entonces, ya se hab¨ªa convertido en un empresario de moda insobornable: en lugar de diluir sus referencias japonesas a favor de gustos m¨¢s occidentales, subrayaba el colorido folklore tradicional en cada presentaci¨®n, siempre m¨¢s cerca de la performance que de un desfile de moda. Algo que le vali¨® tambi¨¦n la admiraci¨®n de Elton John, Marc Bolan, Stevie Wonder o John Lennon, que se tom¨® una de sus ¨²ltimas fotograf¨ªas junto a Yoko Ono con una chaqueta bordada de ¨¦l dos d¨ªas antes de su asesinato.
Andy Warhol era asiduo a su tienda en Nueva York donde, por cierto, consigui¨® su primer trabajo como empleado un Marc Jacobs de 17 a?os. A ¨¦l todo esto poco le impresiona. Aunque admite influencias de algunos artistas emblem¨¢ticos en su trabajo (le apasionan Picasso o Gaud¨ª), le han marcado m¨¢s experiencias de superaci¨®n personal como la del explorador japon¨¦s Naomi Uemura, la primera persona en escalar hasta lo m¨¢s alto del Monte McKinley o en alcanzar el Polo Norte solo. "?l es la prueba de que hasta lo m¨¢s grande e inaccesible empieza siempre de igual forma: dando un primer paso".
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