Todo sirve para el espect¨¢culo
El in se puso en marcha en 1947. Entonces era un festival centralizado, con un espect¨¢culo por d¨ªa y un lugar m¨¢gico y ¨²nico: la Cour d'honneur. Hoy ocupa toda la ciudad y todas las horas. La ciudad cuenta con un teatro municipal que funciona todo el a?o y con otras, muy pocas, salas pensadas para espect¨¢culos en vivo.
Entre los lugares m¨¢gicos de Avi?¨®n est¨¢ la Carri¨¨re de Boulbon, una cantera situada a una quincena de kil¨®metros, pero tambi¨¦n el claustro de la iglesia de los C¨¢rmenes, de una gran belleza, o la capilla desafectada de la orden de los Penitentes Blancos. Y cada a?o se descubren nuevos lugares. Por ejemplo, 2008 ha sido el del descubrimiento del palacio Forbin la Barbe, donde se ha mostrado la exposici¨®n de los hermanos Quay. Y hay espect¨¢culos que exigen el poder deambular, como Osso (Hueso), una coreograf¨ªa del italiano Virgilio Sien que reclama tres aulas en el segundo piso de un instituto. Los espectadores siguen al bailar¨ªn y a su padre en un montaje que se despliega en esas tres clases, en un caso los espectadores de pie, detr¨¢s de una fina cortina que difumina la visi¨®n, en los otros dos sentados en el suelo.En el off hay teatros que tienen un prestigio bien merecido y que ¨²nicamente admiten en su escenario obras e int¨¦rpretes consagrados. Es el caso del Th¨¦?tre du Chene Noir, que funciona todo el a?o. Esta edici¨®n subieron a su escenario, entre otros, Sarah Biasini, la hija de Romy Schneider, Alice Bela?di para defender un mon¨®logo de una antigua prostituta y esposa de im¨¢n que habla directamente con Al¨¢, y el ya citado Caub¨¨re.
El festival quiere prolongar su vida en la ciudad. En 2009 dispondr¨¢ de un lugar especial para acoger los ensayos de determinados montajes y lograr as¨ª que un grupo viva en Avi?¨®n uno o dos meses antes. Los directores del certamen ya lo hacen a lo largo del a?o y mantienen una relaci¨®n intensa con las asociaciones de vecinos locales para hacerlas copart¨ªcipes de la programaci¨®n y de toda la animaci¨®n cultural que genera y reclama.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.