La banca internacional suspende el examen de confianza del G-8
El sector financiero fracasa ante el ultim¨¢tum de 100 d¨ªas para restablecer la transparencia del sistema - Las entidades presentan p¨¦rdidas con cuentagotas
Los fracasos del G-8 han dejado de sorprender al mundo. El grupo que re¨²ne a los siete pa¨ªses que un d¨ªa fueron los m¨¢s industrializados m¨¢s Rusia sucumbi¨® hace un par de semanas en la b¨²squeda de una respuesta rotunda ante la crisis alimentaria. Lo ¨²nico destacable de la cumbre de Tokio fue una fastuosa cena con un men¨² de una veintena de platos.
La crisis va contaminando activos que antes parec¨ªan sanos
Las turbulencias est¨¢n provocando una restricci¨®n del cr¨¦dito
Wachovia anuncia p¨¦rdidas de 5.800 millones y recorta el dividendo un 87%
Pero hay descalabros a¨²n m¨¢s clamorosos. Hace ya 100 d¨ªas, el G-8 se reuni¨® en Washington en plena tromba por la crisis financiera. Y dispar¨® contra la banca, el epicentro de los problemas. Lanz¨® un ultim¨¢tum: un plazo de un centenar de d¨ªas para que los bancos revelaran en sus resultados la profundidad del agujero, que entonces sembraba dudas sobre la transparencia y la confianza del sistema. Cumplido ese plazo, el resultado es un sonoro suspenso. La confianza y la transparencia siguen igual: por los suelos.
En los ¨²ltimos 100 d¨ªas, los bancos ten¨ªan que revelar r¨¢pida y completamente su exposici¨®n al riesgo, las depreciaciones de activos y sus estimaciones de p¨¦rdidas. Eso no ha sucedido, o s¨®lo parcialmente. La prueba es que los propios bancos siguen sin fiarse de s¨ª mismos y el mercado interbancario pr¨¢cticamente no existe, est¨¢ seco. "Por un lado, algunas entidades se han resistido a reconocer algunas cosas; por otro, la crisis es un c¨ªrculo vicioso que va contaminando activos que parec¨ªan sanos, y, aunque la banca ampl¨ªe capital, el agujero sigue ampli¨¢ndose", indica Guillermo de la Dehesa, presidente del Centre for Economic Policy Research.
Pese a los buenos deseos, el sector a¨²n parece un campo de minas. El responsable de mercados monetarios del Fondo Monetario Internacional (FMI), el espa?ol Jaime Caruana, asegur¨® hace unos d¨ªas en Bruselas que las turbulencias continuar¨¢n todav¨ªa "unos meses", porque la situaci¨®n de la banca sigue siendo "fr¨¢gil". "Puede haber nuevas sorpresas", dijo en relaci¨®n con posibles quiebras tras el ¨²ltimo caso, el de la estadounidense IndyMac. El Fondo pronostic¨® en abril, un d¨ªa antes de que el G-8 diera su ultim¨¢tum a la banca, que las p¨¦rdidas totales ascender¨ªan a unos 630.000 millones de euros. Apenas ha aflorado todav¨ªa una parte de esa cifra (ver cuadro).
El punto ¨¢lgido de la crisis fue el rescate de Bear Stearns, un gran banco de inversi¨®n norteamericano. "Lo peor ha pasado ya", coincidieron en marzo gur¨²s y banqueros centrales tras esa operaci¨®n. Pero, como en los terremotos, en las dos ¨²ltimas semanas, la crisis ha dejado una segunda r¨¦plica, con bancarrotas en EE UU y Europa que han obligado a intervenir al sector p¨²blico, y han puesto al sector financiero de nuevo encima del alambre.
Wall Street no suele dejarse impresionar por una fecha guillotina como la del G-8. Y menos en la situaci¨®n de incertidumbre por la que atraviesa el sector financiero, desde la banca de inversi¨®n y comercial hasta las entidades hipotecarias y aseguradoras. La semana pasada, los primeros resultados de la gran banca dieron aire al optimismo -a pesar de ser negativos-, pero la preocupaci¨®n est¨¢ en la banca regional estadounidense. Y ayer mismo, en una jornada burs¨¢til tremendamente convulsa, Wachovia anunci¨® unas p¨¦rdidas r¨¦cord de 5.800 millones de euros, una prueba m¨¢s de que las turbulencias est¨¢n lejos de amainar.
Los analistas coinciden. Mientras el mercado de la vivienda siga cayendo, ser¨¢ dif¨ªcil saber cu¨¢l es el impacto de la crisis en los bancos. El problema se est¨¢ extendiendo a otros cr¨¦ditos, m¨¢s all¨¢ de las hipotecas. No s¨®lo seguir¨¢n anunciando provisiones y p¨¦rdidas, sino que se teme que los bancos empiecen a eliminar plantilla y a recortar dividendo y vendiendo activos para dotarse de capital. Ayer mismo, Wachovia anunci¨® un recorte del 87% del dividendo.
"No creemos que se hayan eliminado a¨²n los puntos negros", opina la firma de inversi¨®n norteamericana Hodges Capital. La patronal bancaria espa?ola no es menos rotunda. "Los mercados no han recuperado la confianza y la fluidez que ser¨ªa deseable", indican fuentes de la AEB. Como consecuencia de la falta de transparencia, las tensiones en los mercados monetarios, han vuelto a recrudecerse y su normalizaci¨®n se retrasa "cada vez m¨¢s", se?alan.
Promesas
Cumplido ya el ultim¨¢tum, la ¨²nica respuesta de la banca llega en forma de promesas: "Es esencial para la industria reformarse para que inversores y mercados recuperen la confianza perdida", explic¨® Josef Ackermann -responsable Deutsche Bank y presidente del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), una suerte de lobby que re¨²ne a los grandes bancos mundiales- la pasada semana, en la presentaci¨®n de un informe de 200 p¨¢ginas que propone mejoras en la gesti¨®n de riesgos, las pol¨ªticas salariales de los profesionales del sector y la valoraci¨®n de activos. Es decir, todo lo que ha fallado en esta crisis por la paulatina desregulaci¨®n de los ¨²ltimos a?os.
Los expertos tampoco son optimistas. De la Dehesa destaca el "gran esfuerzo de ajuste" de la gran banca internacional. "Hay una reacci¨®n en cadena, nuevas oleadas de activos contaminados que han ido agrandando el agujero. Pero no puede quedar mucho, porque nadie compra ya los activos da?ados. Como m¨¢ximo, puede caer alg¨²n banco estatal o regional en Estados Unidos", asegura. "Ha habido un problema grave de transparencia, pero los bancos centrales y los reguladores est¨¢n haciendo bien su trabajo", resume. M¨¢s que nuevos agujeros, puede haber problemas en la concesi¨®n de cr¨¦ditos: "El problema de la duraci¨®n de las turbulencias puede ser un credit crunch, una reducci¨®n del cr¨¦dito a los consumidores y empresas -aunque de momento esa posibilidad se est¨¢ capeando en Europa, con crecimientos del 10% en el cr¨¦dito- o un encarecimiento de los pr¨¦stamos, con el que la banca traslade los problemas que tiene para financiarse".
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