Jos¨¦ Tom¨¢s, bajo la lupa de los maestros
De Joselito a El Viti y de Anto?ete a Camino, viejas figuras de la tauromaquia alaban y critican al diestro
"Vendo dos bolsas de pipas Facundo y regalo dos entradas para Jos¨¦ Tom¨¢s el d¨ªa 23-7-2008 en Santander. En sombra, tendido 2, filas 6 y 7, ambas n¨²mero 1. 1.200 euros, negociables por unidad. Entrega en mano". La transcripci¨®n del reclamo en la Red es literal. Otro se?or que anuncia algo parecido en segundamano.es -dos bol¨ªgrafos en lugar de bolsas de pipas- advert¨ªa por tel¨¦fono el viernes pasado: "Si no se da prisa, el lunes o el martes la reventa andar¨¢ por 1.000 euros cada entrada". Hoy es el d¨ªa. Plaza de toros de Santander. Jos¨¦ Tom¨¢s vuelve a la arena.
Nuevo enfrentamiento con dos morlacos de Victoriano del R¨ªo, la misma ganader¨ªa de la tarde del 5 de junio de 2008. La de las cuatro orejas en Las Ventas. Han pasado 36 a?os sin que ocurra algo semejante. Se vuelve a hablar de toros en Espa?a. Se especula con cach¨¦s entre los 250.000 y los 400.000 euros. "Son exactamente eso: puras especulaciones", apunta su apoderado, Salvador Boix. Se barajan reventas rondando los 2.000, 3.000 euros. El culpable: un se?or de Galapagar que pronto cumplir¨¢ 33 a?os y llena p¨¢ginas enteras de peri¨®dicos y minutos de telediarios. No quiere que le vean torear por televisi¨®n. Las 24.000 personas que abarrotaron la plaza madrile?a, rebosantes de euforia, dijeron que hab¨ªan contemplado cosas de otra galaxia. Las cr¨®nicas de la tarde narraron el cl¨ªmax del toreo.
Diez d¨ªas despu¨¦s, el 15 de junio, cambian las tornas. Corta tres orejas en la misma plaza, pero por la v¨ªa de no dar un paso atr¨¢s, de no concederse ventaja alguna ante el animal. El valor desmedido se impone al temple. Arrimones espeluznantes. Tres cogidas. Llega la cornada que le ha mantenido apartado hasta hoy. M¨¢s p¨¢ginas, m¨¢s telediarios. La afici¨®n se divide. Unos celebran al h¨¦roe; otros repudian al temerario. Los antitaurinos recrudecen sus cr¨ªticas ante el protagonismo que recuperan las corridas de toros. ?Qu¨¦ hace Jos¨¦ Tom¨¢s para provocar sentimientos tan extremos? Ocho grandes maestros del toreo han reflexionado para EL PA?S sobre uno de los ¨²ltimos mes¨ªas de los ruedos.
PERSONALIDAD
Es la palabra m¨¢s repetida por los diestros retirados que han accedido a hablar de Jos¨¦ Tom¨¢s: personalidad.
A Santiago Mart¨ªn le llamaban Su Majestad, El Viti. Pr¨ªncipe de los ruedos. Rey de Las Ventas. El hombre que m¨¢s veces ha abierto su puerta grande, 14 como matador y dos como novillero. Seriedad salmantina. Setenta a?os, 18 de ellos como solemne figura entre la d¨¦cada de los sesenta y setenta. "No es f¨¢cil analizar a un torero", concede desde su retiro en Salamanca. "La personalidad influye de manera directa. Es indudable que su reaparici¨®n ha sido positiva para el toreo. Ahora bien, ha irrumpido en un contexto social que le ha sido muy favorable. Llega con gran ¨¦xito, un ¨¦xito que estaba anunciado. Sin hacer el pase¨ªllo ya estaba triunfando. Su virtud ha sido hacer honor a lo que pens¨¢bamos que ten¨ªa que ser su regreso. No es el cien por cien del Tom¨¢s que conocimos, pero ha respondido a la medida de las expectativas creadas".
Quiz¨¢ la expectaci¨®n pueda resumirse en 16 horas de cola registradas a mediados de julio en las taquillas de la plaza de toros de Santander para conseguir una entrada para la corrida de hoy.
Jos¨¦ Miguel Arroyo, Joselito (Madrid, 1 de mayo de 1969), comparti¨® cartel con Jos¨¦ Tom¨¢s en 90 ocasiones. Oportunidades no le faltaron de presenciar su conexi¨®n con los tendidos. Ocupado hoy en sus labores como ganadero, no se plantea coincidir de nuevo con ¨¦l en un patio de cuadrillas. "No anda en mi mente volver a torear. Qui¨¦n sabe si dentro de 15 d¨ªas, 15 a?os o 15 siglos... Pero s¨ª que viv¨ª muchas cosas a su lado. Recuerdo una tarde en Linares con un toro de Salvador Domecq, al que di varios capotazos. Pens¨¦ que yo nunca podr¨ªa sacar nada de ¨¦l. Jos¨¦ le peg¨® tres o cuatro estatuarios y el toro se le rindi¨®. Aquello me emocion¨® mucho. Tiene una personalidad muy acusada. Tiene arrojo. Sus cites son sentidos. Ha rizado el rizo. Belmonte ya empez¨® qued¨¢ndose quieto, Manolete acort¨® distancias, Ojeda m¨¢s todav¨ªa... Y Jos¨¦ Tom¨¢s ha llegado para aunar la quietud con la est¨¦tica".
TEMPLE
Quietud y est¨¦tica. Valor y temple. Marca de la casa desde su alternativa en M¨¦xico, en diciembre de 1995.
Antonio Chenel Albaladejo, Anto?ete (Madrid, 24 de junio de 1932), toneladas de temple y hondura en la muleta, mano derecha del periodista Manolo Mol¨¦s en las retransmisiones taurinas de Digital +, contempl¨® muchas tardes de los primeros y desde muy pronto gloriosos a?os del matador. "Hay dos Tom¨¢s. Uno torea limpio, como los ¨¢ngeles. Con la mano por bajo, da el pecho a los toros y da gusto verle. Pero est¨¢ el otro, el de las trincheras, el de tocan arrebato, el que atropella a la raz¨®n. No me gusta ver a un torero al que cogen dos o tres veces por tarde".
Para Diego Puerta, de 67 a?os, ilustre maestro de la escuela sevillana reciclado como ganadero, esa doble virtud es precisamente la que arrebata. "No se parece a nadie. Tiene mucha casta, pero tambi¨¦n esa mano izquierda, c¨®mo espera al toro y lo lleva... Es muy fuerte al natural, tiene mucha personalidad. En cierto sentido recuerda a los toreros de antes. En nuestra ¨¦poca, los toros se mov¨ªan m¨¢s y se revolv¨ªan mucho. Hab¨ªa que aguantar siete u ocho arrimones cada tarde". Que se lo digan a Puerta, con medio centenar de cornadas en el cuerpo.
"Es que el toreo no es una graciosa huida, sino la entrega", tercia Palomo Linares desde Santo Domingo. A sus 61 a?os, el jienense que lleg¨® a Madrid como maletilla y se convirti¨® en una figura del ¨²ltimo cuarto del siglo XX, dedica hoy la mayor parte de su tiempo a la pintura y a sus partidas de golf. "La forma que tiene Jos¨¦ Tom¨¢s de concebir el toreo es la que tiene que ser. Est¨¢ totalmente dentro de los c¨¢nones. Su personalidad, su manera de colocarse frente al animal, de no defraudar a sus partidarios... Eso es muy duro de asumir. Porque, no nos enga?emos, la gente va a ver eso en la plaza, va a ver c¨®mo se queda en el sitio".
RIESGO
Nunca un paso atr¨¢s. Jos¨¦ Tom¨¢s tiene una m¨¢xima: "Un torero debe estar dispuesto a jugarse la vida 12 tardes al a?o".
Gregorio S¨¢nchez, el maestro de Santa Olalla (Toledo) y director t¨¦cnico de la Escuela de Tauromaquia de Madrid, reflexiona a sus 78 a?os: "Tom¨¢s no sabe aliviarse, s¨®lo quedarse quieto. No es que le falte t¨¦cnica, es que se queda clavao. Pero claro, cuando el toro embiste mal, hay que aliviarse. Es muy triste salir en camilla de la plaza tantas veces. No es normal que cuando uno lo tiene todo, juventud, cari?o y dinero, se arrime como lo hace ¨¦l. Salir todos los d¨ªas a dejarte coger, no s¨¦, me parece de locos. Yo no s¨¦ lo que quiere, me gustar¨ªa saberlo, conocer qu¨¦ pasa por su cabeza. Ya tiene todo lo que puede so?ar un torero".
A sus 67 a?os, Paco Camino, El Ni?o Sabio de Camas (Sevilla), padre del matador Rafi Camino y ganadero de reses bravas, sintetiza esa forma tan personal de asumir el destino de quienes visten el traje de luces: "A los toreros les cogen los toros, no s¨¦ si la gente lo sabe pero es as¨ª. Y cuando se est¨¢ de verdad en la plaza, m¨¢s todav¨ªa. Lo raro es que haya toreros que terminan la temporada sin pasar un solo d¨ªa en la cama". Para Camino no hay piedad. Ni falta de t¨¦cnica en el hecho de recibir palizas en el ruedo. "La t¨¦cnica, la t¨¦cnica... Ni yo s¨¦ qu¨¦ es la t¨¦cnica. El t¨ªo se arrima y ya est¨¢. Y esto no es nuevo, siempre lo ha hecho. Lo que pasa es que es m¨¢s responsable que los dem¨¢s y se pasa al toro m¨¢s cerca que el resto. Eso le distingue. Su toreo no est¨¢ modernizado. Y tiene unas cualidades innatas para hacer lo que hace".
Joselito a?ade: "?Que si le cogen mucho los toros? El toro est¨¢ para cogerte siempre, en cada embestida. Pero Jos¨¦ Tom¨¢s no rectifica cuando los dem¨¢s s¨ª lo hacemos".
EL TENDIDO
Y el p¨²blico enloquece con la quietud de su figura. Rey indiscutible de Las Ventas en 1997, 1998 y 1999, la leyenda se expande a base de conquistar otras plazas de primera, como Sevilla o Pamplona. Cada vez m¨¢s silencios, m¨¢s negativas a torear en directo para la televisi¨®n. M¨¢s misterio. En 2002 se retira. S¨®lo ¨¦l sabe por qu¨¦. Su vuelta cinco a?os m¨¢s tarde revoluciona el panorama taurino. "Ha venido en un momento muy bueno para la fiesta", reconoce Anto?ete. "Estaba un poco dormida y su reaparici¨®n del a?o pasado en Barcelona, centro nacional del antitaurinismo, fue un hecho destacable. Hac¨ªa falta un revulsivo. Ahora bien, le puedo reprochar un poquito que no vaya a las grandes ferias. Que no compita con todos. Ha venido a Madrid este a?o muy c¨®modo. Ha elegido toros y compa?eros. En la historia del toreo siempre ha habido encontronazos entre las figuras. Y ¨¦l deber¨ªa cumplir con esa regla".
El a?o pasado anunci¨® su vuelta y enseguida se convirti¨® en objeto de deseo medi¨¢tico. Para El Viti, el regreso de Jos¨¦ Tom¨¢s a los ruedos ha suscitado una atenci¨®n verdaderamente desorbitada: "?l tiene mucho de real, pero ciertos colectivos, medios de comunicaci¨®n incluidos, se han salido del ruedo, como solemos decir. La euforia nunca ha sido positiva en el mundo del toro. Los toros son una cosa real, dura, de verdad. Y la pasi¨®n se ha desbordado. Yo no soy capaz de valorarle m¨¢s que a El Cid, Ponce, Manzanares hijo, Perera... Pero hay mucha gente que se est¨¢ acostumbrando a ver un solo tipo de torero. Y el p¨²blico se deja llevar por los que informan con euforia, por la forma de sentir colectiva a la hora de retratarse en las taquillas. Ha salido un fen¨®meno epid¨¦mico, de epidemia, torerista. Creen y tienen fe en ¨¦l. Pero un solo torero no puede ser ep¨ªlogo de nada. No hay nadie ¨²nico. El ¨²nico es el toro, que nos permite hacer lo que hacemos".
SU ?POCA
?Hay, por tanto, exceso de triunfalismo o Jos¨¦ Tom¨¢s ser¨¢ recordado como el torero de su ¨¦poca? "Marcar¨¢ una ¨¦poca, desde luego: la de principios del siglo XXI", asegura Gregorio S¨¢nchez, director t¨¦cnico de la Escuela de Tauromaquia de Madrid. "De hecho, no creo que vuelva a existir un torero como ¨¦l en todo el siglo XXI. Se le recordar¨¢ como se recuerda hoy a Manolete. Ojal¨¢ salieran m¨¢s como ¨¦l. Pero es dif¨ªcil. A los jovencitos los veo cagaos a casi todos. Estamos en una ¨¦poca que no s¨¦ yo. Cuando oigo lo de la crisis... ?Crisis hab¨ªa cuando yo era torero, que te ten¨ªas que arrimar pa comer!".
A?orado por los aficionados de Las Ventas, Curro V¨¢zquez (Linares, 1 de mayo de 1952), hoy apoderado de Cayetano Rivera, templa la pasi¨®n: "Ha marcado algo de ¨¦poca, de eso no cabe duda. Hay que resaltar la manera que ha tenido de arrasar en las taquillas. Y de no defraudar. Tambi¨¦n es cierto que sus temporadas no son de 60 o 70 corridas al a?o. Pero, bueno, hay toreros excelentes que se han vestido de luces 20 d¨ªas al a?o".
Camino, el Ni?o Sabio de Camas, no alberga ninguna duda sobre si existe hoy otro matador que dejar¨¢ la misma huella: "Es el torero de esta ¨¦poca. Se pone en un sitio donde no nos pon¨ªamos ni nosotros. Ese valor, esa cabeza fr¨ªa no la he tenido yo. Ni muchos de mis tiempos. Mi valor era caliente. Y pasaba mucho miedo".
S¨®lo Jos¨¦ Tom¨¢s sabe c¨®mo estar¨¢ enfrent¨¢ndose a sus miedos durante las horas previas a la corrida de esta tarde. Obtener alguna declaraci¨®n suya es misi¨®n imposible. A cambio, su apoderado, Salvador Boix, concede: "La presi¨®n que tiene es la misma que la de antes de pasar por Madrid. Ha habido cierta descompresi¨®n en el periodo de recuperaci¨®n de la cornada, pero desde hace 15 o 20 d¨ªas ha entrenado intensamente en Andaluc¨ªa y Salamanca con toros y becerras". Cabe preguntarse qu¨¦ pensar¨¢ ¨¦l de todo el revuelo que genera a su alrededor. Boix responde: "Lo vive con cierta distancia. Hay cosas que se hacen con profesionalidad, pero tambi¨¦n se han dicho barbaridades. Algunos han frivolizado con algo que no es m¨¢s que sus ganas de corresponder".
Quiz¨¢ fuera el rostro del deber cumplido el que luc¨ªa aquel hombre delgado a quien llevaban a hombros el pasado 5 de junio tras cortar cuatro orejas en Las Ventas. Acaso el semblante de alguien que simplemente ha conseguido lo que quer¨ªa: triunfar sin renunciar a sus principios. S¨®lo ¨¦l lo sabe. Y se lo calla. Ha decidido hablar exclusivamente en la arena, enfrent¨¢ndose a las bestias. Como har¨¢ hoy en Santander, interpretando de nuevo ese personal¨ªsimo, extra?o y silencioso di¨¢logo con la muerte.
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