?De confianza?
Que una de las lacras que minan la democracia espa?ola casi desde su nacimiento y que es urgente atajar es la corrupci¨®n urban¨ªstica, est¨¢ a la vista de cualquiera; que en las autonom¨ªas, la cantidad de enchufados que deriva de los cargos pol¨ªticos es abusiva, lo sabemos; que ese abuso se calca en los ayuntamientos, est¨¢ a la vista. No en todos, por supuesto, pero, dada la frecuencia de los casos de corrupci¨®n que se han destapado en los ¨²ltimos a?os, tenemos derecho a concluir que hay una evidente desinformaci¨®n de lo que es el servicio p¨²blico. Ya no basta con que la justicia castigue los excesos de quien se lo lleva crudo. Este espect¨¢culo de concejales entrando en los juzgados no es m¨¢s que una tirita para una herida profunda. Los partidos expulsan a los pol¨ªticos inculpados y la propia expulsi¨®n se muestra como prueba de que los mecanismos correctores de la democracia funcionan. Aqu¨ª paz y despu¨¦s gloria. Pero eso no debiera bastar, menos a¨²n, en tiempos de la Innombrable (?crisis?), en que el ciudadano raso ha de vivir austeramente.
Titulares como el que ofrec¨ªa el otro d¨ªa este peri¨®dico, El nuevo alcalde de Estepona destituye a veinticinco cargos de confianza, hielan la sangre. ?Veinticinco? ?De verdad son necesarios veinticinco cargos de confianza en un Ayuntamiento como el de Estepona? ?Cu¨¢ntos debe tener entonces el Ayuntamiento de Barcelona, el de Madrid? ?Trescientos? ?Son todos ellos absolutamente necesarios? Leyendo la noticia al completo, pod¨ªas informarte de que hab¨ªa otros veintitantos cargos que podr¨ªan seguir en sus puestos dado que, felizmente, hab¨ªan sido contratados por empresas asociadas. Las sociedades clientelares, tan dependientes de la pol¨ªtica, acaban generando poderes crust¨¢ceos, inamovibles. Salvo que la ciudadan¨ªa despierte y se rebele. En Espa?a ni siquiera se est¨¢ desperezando.
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