John Hiatt vuelve a empezar
"No me gusta la presi¨®n. Mis mejores discos suelen venir cuando trabajo distendido". John Hiatt (Indian¨¢polis, 1952), despu¨¦s de 35 a?os por los vericuetos de la Americana, conoce su propia receta. Y el cantautor acaba de aplicarla para registrar el crujiente Same old man (New West). "Por primera vez he grabado en casa, conmigo de ingeniero y productor", relata a prop¨®sito de su decimoctavo ¨¢lbum. La aventura dom¨¦stica, por cierto, implic¨® desalojar un coche de carreras del espacio elegido como estudio: "Particip¨¦ en competiciones, de esas tan americanas que consisten en dar vueltas en c¨ªrculos". Hiatt cont¨® despu¨¦s con una mano sol¨ªcita: "La de Arthur Sloatman, responsable hace a?os del estudio de Frank Zappa en Laurel Canyon. ?l me ayud¨® con el cableado y con sus conocimientos".
La sencillez instrumental de Same old man le permite a John presentarlo ahora en solitario en Espa?a. "?se era mi deseo para el disco: ir directos al grano, nada de coros por aqu¨ª ni un piano por all¨¢. Guitarras, bajo y bater¨ªa". Y aunque venga solo, Hiatt no deja de identificarse con el nombre de su banda de directo, The Ageless Beauties (las bellezas sin edad): "Me siento como si estuviera empezando. As¨ª que el premio por mi carrera que acaba de concederme la Americana Music Association llega demasiado pronto".
Sobre sus comienzos versa Old days, primera canci¨®n del nuevo ¨¢lbum, trufada de an¨¦cdotas con bluesmen legendarios: desde John Lee Hooker como cabeza de cartel, con la compa?¨ªa de dos f¨¦minas explosivas, a Mose Allison comparando a Hiatt con el poeta Kenneth Patchen. "Mose pensaba que el dolor de mis composiciones juveniles resultaba impostado y demasiado preciosista", explica John. La mayor parte de los cortes de Same old man tocan otra historia: "Despu¨¦s de 22 a?os de matrimonio, quer¨ªa escribir sobre mi relaci¨®n y lo que sentimos el uno por el otro". Hiatt no s¨®lo no empalaga con tal empresa, sino que deja c¨¢psulas de humor. "En Our time hablo de la importancia de la comida. Mi mujer es una de esas que apenas cenan. A¨²n recuerdo nuestra primera cita: se com¨ªa un buey".
Sus ramalazos humor¨ªsticos chocan con la etiqueta de joven airado, de "Elvis Costello estadounidense", adherida a su obra en la primera mitad de los ochenta. "Me disgustaban esas comparaciones y no me favorecieron, aunque entonces es verdad que estaba muy influido por los artistas del sello brit¨¢nico Stiff. Su m¨²sica me recordaba aquella con la que crec¨ª en Indiana, por eso me acerqu¨¦ a la new wave".
La trayectoria de Hiatt enseguida se encauz¨® a trav¨¦s del picoteo por los g¨¦neros de ra¨ªz. Y su despegue lleg¨® en 1987 con Bring the family, respaldado por tres capataces de lujo: Ry Cooder, a cuya banda hab¨ªa pertenecido, Nick Lowe y Jim Keltner. ?Por qu¨¦ los cuatro no alcanzaron ese list¨®n en los noventa con su ¨²nico ¨¢lbum como Little Village? "Le falt¨® la espontaneidad del otro. Hab¨ªa grandes expectativas y lo trabajamos en exceso", admite John, al que la edad ha llevado a dar importancia "no a lo que se espera, sino al trabajo en s¨ª". Por eso acept¨® en 2002 poner m¨²sica a The Country Bears, el filme animado de Disney. Hoy, residente en Nashville, es uno de los tipos m¨¢s versionados ("no sabr¨ªa cu¨¢l escoger: Emmylou Harris, Bonnie Raitt, Johnny Adams...") y disfruta de su leasing con el sello New West: "Trabajo mi propia tierra y no la del terrateniente". -
John Hiatt act¨²a ma?ana en el teatro Victoria Eugenia de San Sebasti¨¢n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.