"Es vital que la democracia tenga ¨¦xito en un pa¨ªs musulm¨¢n"
Ould Abdallahi, de 70 a?os, es el primer presidente de Mauritania elegido democr¨¢ticamente desde que el pa¨ªs accedi¨® a la independencia hace casi medio siglo. Fue elegido hace 16 meses en una re?ida segunda vuelta que los observadores internacionales calificaron de impecable.
Mauritania es hoy d¨ªa el pa¨ªs ¨¢rabe m¨¢s democr¨¢tico. "No queremos dar lecciones a nadie ni presentarnos como un modelo", asegura Ould Abdallahi a su paso por Madrid, "pero es vital que la democracia tenga ¨¦xito por tres razones: somos pobres, somos musulmanes y somos multi¨¦tnicos". La cuarta parte de la poblaci¨®n es negra.
"Hay compatriotas", reconoce, "que no soportan bien las manifestaciones, las cr¨ªticas y los insultos que, lamentablemente, brotan a veces en democracia". "La respuesta a los renuentes es ahondar la democracia", afirma.
"No nos hemos convertido en un terreno predilecto del terrorismo"
Mauritania ha tenido la mala suerte de que la instauraci¨®n de un nuevo sistema pol¨ªtico coincida con nuevos problemas. El m¨¢s llamativo es el terrorismo, que incit¨® a cancelar, en enero, el c¨¦lebre rally Par¨ªs-Dakar.
Ould Abdallahi le resta importancia: "No hay que exagerar". Desde que en Nochebuena fue asesinada una familia francesa "se registraron, en total, tres acciones terroristas". "Comparado con lo que sucede en otros lugares del mundo, mi pa¨ªs no se ha convertido en un terreno de predilecci¨®n del terrorismo".
Nuakchot es la ¨²nica capital del Magreb que mantiene relaciones diplom¨¢ticas con Israel cuya embajada en Nuakchot fue atacada en febrero. ?Paga un precio por ello? "No lo creo. Si as¨ª fuese, los pa¨ªses que no acogen embajadas israel¨ªes no padecer¨ªan el terrorismo".
"Nuestra sociedad es abierta y tolerante", recalca el presidente, "y el fen¨®meno terrorista es imputable a un pu?ado de j¨®venes adoctrinados y formados en el extranjero [reh¨²sa precisar en qu¨¦ pa¨ªs] y que regresaron con malas intenciones". "La mayor¨ªa de ellos, algo m¨¢s de 20, est¨¢n hoy en d¨ªa encarcelados". Adem¨¢s de ser el primer jefe de Estado mauritano con legitimidad democr¨¢tica, Ould Abdallahi es tambi¨¦n el primero que orden¨® construir una mezquita en el palacio presidencial. "Lo hice", explica, "para que muchos funcionarios que trabajan a mi lado y yo mismo no tuvi¨¦ramos que acudir los viernes a un templo del centro de la capital molestando, con nuestra aparatosa seguridad, a muchos fieles que suelen rezar all¨ª".
Junto con el terrorismo aflora tambi¨¦n el descontento social en un pa¨ªs que importa el 80% de los alimentos que consume y cuyo precio se ha disparado. "Algunos mauritanos cre¨ªan que llegar¨ªa al poder con una varita m¨¢gica con la que resolver los problemas, de ah¨ª que ahora est¨¦n decepcionados", reconoce. "Para aliviar la situaci¨®n pusimos en marcha programas de distribuci¨®n de v¨ªveres con precios bloqueados".
El presidente se apunta dos ¨¦xitos destacados. El primero es la adopci¨®n, en septiembre, de una ley que criminaliza la esclavitud, te¨®ricamente prohibida desde 1980. "No la aprobamos para dar buena imagen", asegura. "Se aplica con determinaci¨®n".
La otra medalla que se pone consiste en organizar, desde enero, la repatriaci¨®n de 20.000 mauritanos negros violentamente expulsados a Senegal a finales de los ochenta. "Unos 4.500 regresaron ya y he de decir que el reencuentro con su tierra y sus compatriotas fue emocionante", afirma.
Ould Abdallahi concluir¨¢ el lunes su primera visita oficial a Espa?a. La cooperaci¨®n en la lucha contra la inmigraci¨®n clandestina hacia Canarias fue uno de los temas prioritarios. Amnist¨ªa Internacional public¨®, el 1 de julio, un informe en el que acusa a Nuakchot de maltratar a los inmigrantes dobleg¨¢ndose ante las presiones de Espa?a y de la UE. "El informe es excesivo, pero reconozco que no estamos del todo satisfechos del estado de nuestros centros de retenci¨®n", admite. "Pese a nuestros escasos recursos, proyectamos mejorarlos".
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