Refundaci¨®n del PSPV
Los socialistas valencianos est¨¢n en un momento excepcional de efervescencia org¨¢nica e intelectual, tanto m¨¢s notable despu¨¦s de la larga aton¨ªa que los ha desdibujado en el panorama pol¨ªtico. No recordamos a lo largo de los ¨²ltimos tres lustros otro trance en el que se haya planteando como se propone ahora lo m¨¢s parecido a una refundaci¨®n del partido, que no s¨®lo ata?er¨ªa a sus propias siglas, sino de manera especial a lo que pudi¨¦ramos calificar como referentes ideol¨®gicos, en el sentido de acentuar sus rasgos conservadores o cuanto menos centristas con las renuncias que tal opci¨®n conlleva. Basta para ello con que prospere el mogoll¨®n de la ponencia pol¨ªtica que se debatir¨¢ en el pr¨®ximo congreso del PSPV de finales de setiembre pr¨®ximo.
Se trata de recuperar el espacio electoral perdido, aunque para ello se haya de vender al alma al diablo
Hemos mencionado dos aspectos que requieren su comentario particular. Por lo pronto, el cambio de siglas -PSPV-, una decisi¨®n que, como puede suponerse, va m¨¢s all¨¢ de un mero maquillaje, pues al prescindir de las actuales se abdica tambi¨¦n de su significado, que originariamente las sintoniz¨® con un germen de partido de izquierdas, nacionalista y federado, confederado o hermanado con el PSOE, pero en ning¨²n caso dependiente o subalterno. En tal partido no cab¨ªa pensar, por ejemplo, que Leire Paj¨ªn hubiera llegado a ser santa y se?a de nada, o Jos¨¦ Luis ?balos a liderarlo. As¨ª visto, y en coherencia con ese proceso proteico y renovador que los aludidos ponentes urden, nos parece muy consecuente que los socialistas valencianos se rebauticen y, de paso, liquiden esa impostura nominal.
Y cambio, asimismo, de discurso, lo que conlleva pasar el ideario -o lo que quede de ideario socialista- por la trituradora a fin de elaborar el men¨² m¨¢s apetecible para las clases medias emergentes, por m¨¢s que ya veremos qu¨¦ queda de ellas cuando se cierre el ciclo econ¨®mico que nos aflige. En resumidas cuentas, se trata de recuperar el espacio electoral perdido aunque para ello se haya de vender el alma al diablo o disfrazarse de lagarterana, t¨®pica pero aleccionadora manera de describir procesos de adaptaci¨®n o travestismo como el que, sin ir m¨¢s lejos, ha hecho el PP valenciano dej¨¢ndose en el camino sus plumas liberales, el c¨®digo ¨¦tico e incluso inmolando los m¨ªnimos democr¨¢ticos exigibles, como acontece en la TV p¨²blica auton¨®mica, donde los modos de exclusi¨®n y manipulaci¨®n informativa alcanzan cotas fascistoides.
Hemos de admitir que los socialistas tienen dif¨ªcil dar con el punto te¨®ricamente id¨®neo de su discurso y no habr¨ªa de chocarnos esa querencia que muestran a situarse en la estela del PP y configurarse como su cara B, seg¨²n diagn¨®stico de un mortificante periodista valenciano. Al fin y al cabo, como arguyen los repetidos ponentes, un partido con vocaci¨®n de gobierno ha de acomodarse a las preferencias o "imaginario" de la sociedad que aspira a persuadir, en este caso la valenciana de nuestros d¨ªas, m¨¢s bien sesgada a la derecha. Pero dicho esto no ha de ignorarse que ese sesgo e "imaginario" en vigor, configurado por grandes fastos, han sido una creaci¨®n hiperb¨®lica de los peperos que ha prosperado en buena parte debido a la prolongada fase de prosperidad que ahora concluye, a la explotaci¨®n ruinosa e intensiva de las finanzas p¨²blicas y al abatimiento partidario de la oposici¨®n pol¨ªtica sin excepciones.
Tenemos por delante dos meses justos en los que el -todav¨ªa- PSPV ha de reflexionar y debatir en torno al proyecto que determinar¨¢ su inmediato futuro e incluso su car¨¢cter progresista o ambiguo, como acostumbra. La intensidad de sus an¨¢lisis y discrepancias ser¨¢ en todo caso un buen exponente de su vitalidad y, en este sentido, nos atrevemos a decir que resultar¨¢ secundaria la dosis de izquierdismo que acabe ti?endo sus conclusiones. Despu¨¦s de tantos a?os de familiaridad con este partido y a la vista del encogimiento general de las socialdemocracias que bullen por ah¨ª, poco o nada ha de sorprender la timidez de sus pronunciamientos a la clientela fiel y potencial. Lo importante y previo a nuestro parecer es la recuperaci¨®n de la confianza en tanto que posible -y ¨²nica- alternativa realmente viable y factible de gobierno en esta autonom¨ªa. Y la verdad sea dicha, el discurso, tanto como el plantel de candidatos al liderazgo que se apuntan, habr¨¢ de emitir otras se?ales para sacudir los ¨¢nimos y convencer al universo progresista que ara va de b¨®.
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