"Lo m¨¢s generoso es dar tu tiempo"
A las 7.50, cuando acude a su cita, Mar¨ªa Dolores de Cospedal tiene la voz rota, la voz de los que por la noche se entusiasman conversando. Se ha acostado a las dos de la madrugada y ahora tiene que ir a Albacete, uno de sus feudos como presidenta del Partido Popular en Castilla-La Mancha. Nosotros le vamos a acompa?ar en ese viaje, en el coche grande y negro que su partido pone a disposici¨®n de la reci¨¦n estrenada secretaria general. En Albacete la esperan alcaldes de su propio partido, periodistas, la vida local en pleno apogeo. Al d¨ªa siguiente la aguardan en Euskadi, donde sabe que va a tener que enfrentarse al trago que los medios le hagan beber por la crisis que ha atravesado all¨ª su partido, y despu¨¦s tiene una boda. Se ocupa, cuando ya ha acabado la conversaci¨®n, de su hijo Ricardo, en primer lugar c¨®mo ha dormido, c¨®mo ha desayunado, y luego ese m¨®vil que ha estado silencioso de ocho a nueve empieza a vomitar informaci¨®n y opiniones como si fuera una radio a todo volumen. Ella despacha con la misma parsimonia con que ha ido contestando nuestras preguntas en la conversaci¨®n que hemos mantenido; a veces parece (porque lo es) una madre, o una hija; pero a veces, Mar¨ªa Dolores de Cospedal se constituye en una empresaria que sabe que tiene una nave que ha echado a andar despu¨¦s de un periodo en el que han chirriado las ruedas mucho m¨¢s que en la c¨¦lebre canci¨®n solitaria de Atahualpa Yupanqui. En ese ir y venir de cuestiones (Aznar habl¨® anoche, qu¨¦ dir¨ªa, ella no lo vio; Arenas habl¨® esta ma?ana; Alonso se ha enfadado por lo que dicen los cr¨ªticos del PP en Euskadi, ya era hora de que alguien se enfadara), esta mujer de 42 a?os ?no 43, eh, que los cumplo en oto?o, en la ¨¦poca de sagitario! encuentra tiempo tambi¨¦n para alegrarse porque alguien de su equipo, una secretaria quiz¨¢, ha tenido una buena noticia sobre su salud. Ella es lo que dice la gente, claro: madre de un hijo que tuvo ella sola, por inseminaci¨®n artificial; separada primero, con su matrimonio anulado; partidaria de que los gays vivan como quieran sus opciones sexuales, y ahora la cara nueva que Rajoy pone al frente de un partido que hasta hace nada era un territorio lleno de hombres con traje oscuro. Pero es sobre todo una energ¨ªa que no cesa. ?De d¨®nde le viene? Aqu¨ª lo cuenta. Es curioso, le dije al final del trayecto, en la conversaci¨®n que grabamos no sali¨® mucho la palabra Rajoy y nunca surgi¨® la palabra Aznar. Claro, no ¨ªbamos a hablar de pol¨ªtica, sino de la vida, y acaso hay momentos de la vida, antes de que suenen los m¨®viles, en que no se pronuncian los nombres urgentes o los nombres del pasado. Nosotros enchufamos el micr¨®fono en cuanto nos sentamos junto a ella, y la conversaci¨®n transcurri¨® como si no hubiera paisaje, aunque ¨ªbamos en direcci¨®n al paisaje que m¨¢s quiere, Albacete, donde se cri¨®; hija de un ingeniero agr¨®nomo, Ricardo de Cospedal, que estuvo en UCD y que ahora hace un trabajo que a ¨¦l le encanta y por el que ella no le puede pagar: ser abuelo amant¨ªsimo de su hijo, Ricardo, de dos a?os. S¨®lo quiere dormir con el abuelo, y al abuelo se le cae literalmente la baba. El hijo est¨¢ presente, como una nube roja en el cielo que se acaba de despertar, y est¨¢ en la conversaci¨®n: es el primer tema. Ella se concentra en las respuestas. Abre los ojos grandes, tan grandes que a veces la gente puede pensar (por las fotos) que est¨¢ asombrada, o asustada; no, est¨¢ escuchando. Tres veces nos hizo apagar el magnet¨®fono, una media muy baja para un pol¨ªtico, y en una ocasi¨®n, cuando hablamos del 11-M y de su asistencia personal a las v¨ªctimas, en el tanatorio improvisado de Ifema, sus ojos se nublaron de l¨¢grimas que no llegaron a brotar. Terminamos de hablar un rato antes de que lleg¨¢ramos a Albacete, y ya el calor achicharraba el paisaje al que, dice ella, querr¨ªa volver siempre, y alguna vez como presidenta de Castilla-La Mancha. ?Le hace m¨¢s ilusi¨®n que ser vicepresidenta del Gobierno? Much¨ªsimo m¨¢s. Un d¨ªa dijo que jam¨¢s dejar¨ªa Castilla-La Mancha, cuando la hicieron presidenta. Ahora simultanea el traj¨ªn de ser secretaria general del partido de Mariano Rajoy y ese encargo que ahora la ha tra¨ªdo al lugar donde se hizo. ?Hasta cu¨¢ndo? Ella dice que no va a tener desmayo. Ahora tiene, adem¨¢s, una energ¨ªa suplementaria y feliz, Ricardo el chico. Como dice el poeta Jos¨¦ Luis Pernas, hay que buscarse una esperanza para seguir viviendo, y esa esperanza, para ella, se llam¨® hace dos a?os Ricardo de Cospedal, el nieto de Ricardo de Cospedal, el hijo de Mar¨ªa Dolores, y ella est¨¢ feliz de haberlo tenido sola.
Qu¨¦ decisi¨®n ¨¦sa, voy a tener un hijo sola. Tiene una parte de generosidad y una parte de ego¨ªsmo. Porque supone que quieres vivir m¨¢s all¨¢ de lo que t¨² vas a vivir. Pero las ganas de querer a alguien que a¨²n no sabes qu¨¦ va a ser, ni qu¨¦ va a suponer para ti, tambi¨¦n supone un gesto de generosidad. Es una combinaci¨®n perfecta, para m¨ª por lo menos. Y adem¨¢s s¨®lo la puedes sentir en la vida si tienes un hijo; es la ¨²nica manera de saber qu¨¦ se siente cuando se combinan el ego¨ªsmo y la generosidad
Y adem¨¢s, usted toma la decisi¨®n de tener el hijo a los 40 a?os S¨ª, es una decisi¨®n mucho m¨¢s consciente, de una tremenda responsabilidad. Ahora tengo much¨ªsima preocupaci¨®n por c¨®mo se vaya a educar mi hijo, que no sea ni un malcriado ni un caprichoso Para tener un hijo sola, tambi¨¦n tienes que ser muy valiente, porque ya est¨¢s en una edad en que es mucho m¨¢s c¨®modo quedarte como est¨¢s. Pero yo siempre tuve claro que quer¨ªa ser madre.
Ser madre y compartir el tiempo, ya no andas sola por el mundo Bueno, eso es lo m¨¢s importante. He vivido sola much¨ªsimos a?os de mi vida adulta. Diez a?os, desde que me separ¨¦. Y lo m¨¢s generoso es dar tu tiempo. Ese momento en que te dices: ahora ya todo es para esta personita. Porque se lo tienes que dar todo.
Son decisiones que curten. Separarse, tener un hijo en soledad Lo de separarse es algo que le pasa a much¨ªsima gente. La sensaci¨®n que tuve fue de fracaso. Mi decisi¨®n de tener un hijo ocurri¨® much¨ªsimo m¨¢s tarde; la ten¨ªa tomada desde antes, pero la fui demorando, hasta que viniera, acaso, la persona adecuada. Pero ya dije: ?no espero m¨¢s, se acab¨®!
Y decidi¨® tenerlo usted sola. Claro. No porque crea que es mejor tenerlo sola; para un ni?o o una ni?a es mejor y m¨¢s gratificante tener una figura materna y otra paterna. Pero me dije: si sigo esperando, esto no va a suceder. Lo intent¨¦ y afortunadamente sali¨® bien. Y es lo mejor que he hecho en mi vida.
En la sociedad de sus padres, eso no hubiera sido tan sencillo. Jam¨¢s. Sin embargo, cuando les dije a mis padres que estaba embarazada, mi padre exclam¨®: ?Horror!. Y mi madre, que siempre ha sido mucho m¨¢s conservadora que ¨¦l, dio un grito de alegr¨ªa. Mi padre no daba cr¨¦dito. Y ahora no pueden estar m¨¢s contentos. Mi padre alguna vez dice: ?Y la suerte que ha sido esto!.
Usted hablaba antes de la sensaci¨®n de fracaso. Pero, ?verdad que cuando pasa el tiempo ya no se ve la ruptura como un fracaso? No. Lo he considerado como una etapa de mi vida. Conoc¨ª a una persona que creo que es magn¨ªfica, fue una etapa en la que aprend¨ª much¨ªsimo, y sobre todo me ayud¨® a saber que una cosa es la verdad y otra cosa es lo que t¨² quieres que sea, y en las cuestiones afectivas no te puedes enga?ar. Y yo ah¨ª, en ese sentido, comet¨ª un error. Tambi¨¦n eso hay que aprenderlo. Es la vida.
?C¨®mo es ahora la relaci¨®n con el ni?o? ?C¨®mo es la vida de una madre soltera que tiene tanta actividad? Le¨ª en este peri¨®dico que usted llevaba al cr¨ªo a los consejos de gobierno de la Comunidad de Madrid, siendo consejera. Eso fue una cosa excepcional. La relaci¨®n con el ni?o es de pocas horas, y a veces, como ahora, es de pocos d¨ªas, pero es muy intensa. Como todas las madres, tienes un sentimiento de culpabilidad por no dedicarle todo el tiempo que debieras. Pero es m¨¢s importante la calidad que la cantidad del tiempo. Es algo que los ni?os perciben, aunque sea porque la madre se levante con ellos, les d¨¦ el desayuno, o les lleve a la guarder¨ªa, o les ba?e. Y yo hago todo eso.
Ahora ya puede comparar la relaci¨®n que usted tiene con su hijo con la que sus padres tuvieron con usted. He tenido una relaci¨®n muy intensa con mis padres. La tenemos todos los hermanos, somos tres, porque mis padres, que son dos hijos ¨²nicos y que tuvieron ambos situaciones complicadas en la infancia, nos han inculcado mucho eso del (aunque suene cursi) amor a la familia, ser una pi?a, saber que siempre est¨¢s ah¨ª Seguramente porque ellos tuvieron gran carencia de esas cosas y lo han traslado a los hijos. Se nos nota much¨ªsimo a los tres.
?Y eso c¨®mo se nota? Pues, por ejemplo, porque estamos pendientes de ellos todos los d¨ªas; llamamos muchas veces para saber d¨®nde est¨¢ cualquiera de nosotros Somos pesad¨ªsimos. Pero eso hace tambi¨¦n que la relaci¨®n sea muy amorosa, muy de cari?o, de preocupaci¨®n por lo que le suceda al otro. Tambi¨¦n es verdad que ha cambiado con los a?os, porque, cuando ¨¦ramos m¨¢s j¨®venes, mis padres nos dieron una educaci¨®n m¨¢s estricta, m¨¢s austera, muy centrada en el sentido de la responsabilidad. Eso es algo que me ha influido mucho en la vida. Les estoy muy agradecida por c¨®mo nos han tratado. Espero poder hacerlo tan bien con mi hijo, que ¨¦l se sienta tan contento con su madre como yo con mis padres.
Esa relaci¨®n familiar le habr¨¢ impedido sentirse sola. No, cuando te sientes solo, te sientes solo. Me he sentido sola muchas veces en mi vida. Adem¨¢s, aunque soy una persona sociable, tambi¨¦n necesito mi soledad a ratos, y en el fondo soy m¨¢s solitaria que de grupo.
Ahora tiene dif¨ªcil sentirse sola. No, ahora no. Hace mucho tiempo que no me siento sola.
?Sentimentalmente, pol¨ªticamente? No s¨®lo sentimentalmente, afectivamente. Desde que tuve a mi hijo no me he vuelto a sentir sola.
Pero la soledad tambi¨¦n nos hace. La soledad te fortalece mucho. No la aparto diciendo: ?qu¨¦ malo es esto! Hay soledades puntuales: cuando tienes que tomar una decisi¨®n complicada y no se lo puedes consultar a nadie Pero lo que es sentirse profundamente solo y creer que no tienes a nadie, nada por lo que luchar, eso me ha pasado como le pasa a otra gente.
Y usted tiene una ventaja, que tiene padres, aunque no los vea siempre. S¨ª, son tu agarre con la tierra y con la realidad. Aunque en algunas cosas no piense como ellos y sean mucho m¨¢s tradicionales. Pero son un punto de referencia de lo que es bueno y de lo que no lo es tanto.
?Tiene alg¨²n otro punto de referencia? Hay m¨¢s personas, otra persona, pero fundamentalmente son mis padres.
?Otra persona? ?Del partido? No, no, de mi vida afectiva
Sus padres le hicieron; son la tierra, en cierto modo Y ayudan mucho, sobre todo cuando tienes una tarea p¨²blica como la m¨ªa; ahora estoy muy expuesta, esto es lo peor que tiene este trabajo. En situaciones as¨ª, tener a unas personas que saben de verdad c¨®mo eres y en las cuales puedes descansar es important¨ªsimo.
Su padre la meti¨® en pol¨ªtica. No me meti¨® ¨¦l, me met¨ª yo. Mi padre estuvo en UCD, y ve¨ªa en casa a sus amigos. Unos eran claramente de derechas, y otros, de izquierdas, y tengo un vago recuerdo de c¨®mo se iba haciendo UCD. En mi casa se vivi¨® profundamente la transici¨®n y el golpe de Estado, porque mi padre era entonces delegado del Gobierno. Creo en el valor de mucha gente que estuvo en esos momentos, y que eran poco comprendidos porque no eran de ninguna familia reconocida; no eran de la izquierda, no eran de la derecha que ven¨ªa del franquismo, eran aquellos que se dec¨ªan de centro, los de Su¨¢rez. Esa gente tuvo mucho m¨¦rito, y yo soy heredera de esa tradici¨®n. Es algo que me ayuda hoy a estar en pol¨ªtica, y tambi¨¦n a defender una manera de estar en la pol¨ªtica.
?Y qu¨¦ defiende? Que tienes que tener bien claro lo que quieres defender, pero no puedes ser dogm¨¢tico ni sectario. Adem¨¢s, se defiende mejor lo que uno cree poni¨¦ndose fuera del dogmatismo o del sectarismo. En la pol¨ªtica y en todo.
Esa atm¨®sfera que evocaba de UCD, traidores, izquierdas, derechas, principios, etc¨¦tera, ?no se pone en evidencia tambi¨¦n ahora en su partido? No, sinceramente. Mi partido quiere representar, y quiere ser, el centro pol¨ªtico; puede parecer una cosa ambigua, porque no es tanto hacer una pol¨ªtica entre la derecha y la izquierda, es m¨¢s una manera de estar en la pol¨ªtica y de relacionarnos con los otros partidos pol¨ªticos. Es una forma de c¨®mo quieres trasladar tu mensaje a la sociedad. Eso es lo que hoy quiere, y as¨ª es como se quiere reconocer el PP. Lo creo, y adem¨¢s por eso trabajo yo tambi¨¦n.
Ha sorprendido ese corrimiento de tierras que ha habido en el PP, todo el mundo enarbolando la palabra principios Ese partido, que parec¨ªa tan monol¨ªtico Creo que ha sido m¨¢s escenograf¨ªa que realidad. Me explico: no puedes tener casi diez millones y medio de votos y no ser un partido que represente algo muy parecido, por lo menos, a lo que estoy contando. Un partido percibido como de extrema derecha no tiene diez millones y medio de votos. Otra cosa es que nosotros tengamos que ser eficaces y eficientes tambi¨¦n a la hora de c¨®mo nos tiene que ver la sociedad espa?ola; debemos ser como somos, no como quieren que seamos o como nos quieren hacer ver.
D¨¦jeme volver a su formaci¨®n. Es usted de una generaci¨®n de mujeres que ya se lo puede permitir todo. Es verdad.
El cambio ha sido brutal. ?C¨®mo ha ido percibi¨¦ndolo? Con mucha normalidad. Tambi¨¦n es verdad que una mujer de 20 a?os, hoy lo percibir¨ªa mucho m¨¢s. Pero todav¨ªa las de mi quinta hemos tenido que demostrar que val¨ªamos como m¨ªnimo igual que nuestros compa?eros.
Y sigue ocurriendo. Por descontado. No me gusta hacer victimismo de este tema. A m¨ª se me presentan cuestiones o preguntas que a un hombre no se le har¨ªan jam¨¢s. A una mujer se le hace un perfil teniendo en cuenta su vida privada, y a m¨ª me ocurre; pero a un hombre, su vida privada no se le tiene en cuenta. Es verdad que he sentido a lo largo de mi vida que hay cosas que me costaban m¨¢s que a los hombres, que hab¨ªa techos de cristal que ellos romp¨ªan con m¨¢s facilidad. Todav¨ªa cuando habla un hombre se dice: El hombre dice. Y cuando hablamos nosotras dicen: La mujer opina.
Pero los hombres han cambiado tambi¨¦n. S¨ª, como es l¨®gico. Y est¨¢n cambiando, tienen que asimilar las nuevas circunstancias. Algunos lo han hecho por una cuesti¨®n de edad, y otros, por la fuerza de los hechos. Y los mayores han cambiado porque han tenido hijas, ?eso es mano de santo! Mi padre, por edad, podr¨ªa no estar con el cambio de las relaciones hombre-mujer, ?pero tiene dos hijas! ?C¨®mo no va a querer que sus hijas est¨¦n a la altura de los varones?
?Se tiene que aguantar! ?Es que no soportar¨ªa que le cuestionen la val¨ªa profesional de sus hijas!
Le dec¨ªa usted a Karmentxu Mar¨ªn en este peri¨®dico que a los hombres los encuentra un poco asustados. Porque hay algunos que se est¨¢n encontrando con que estamos en un pa¨ªs en el que est¨¢ de moda ser mujer para que te den un puesto. Creo que hay una asimilaci¨®n casi completa en la sociedad espa?ola de la idea de la igualdad. Y en eso los hombres han hecho much¨ªsimo, aunque a¨²n haya mucho machismo en la sociedad, en muchas actitudes.
La igualdad est¨¢ en camino. Eso es. A¨²n no hemos llegado a ella. Por ejemplo, a m¨ª me molesta que no se juzgue con la misma severidad a un ministro que a una ministra.
La que le han dado a la ministra de Igualdad, precisamente. ?Si hubiera sido un Bibiano en lugar de una Bibiana! Creo que la habr¨ªan tratado igual, porque lo que tambi¨¦n tenemos que cuidar las mujeres es que nos traten con igual severidad porque seamos mujeres.
Le pidi¨® perd¨®n por algo que usted hab¨ªa dicho de ella. Es raro, ni los pol¨ªticos ni los periodistas pedimos perd¨®n. O¨ª y le¨ª sus declaraciones sobre las bibliotecas de mujeres, y luego ella aclar¨® lo que hab¨ªa dicho, supuestamente. Lo que dijo no me gust¨®, y lo dije. Su aclaraci¨®n me hizo llamarla: Ministra, he o¨ªdo lo que dijiste y no me ha gustado; si la explicaci¨®n que has dado es ¨¦sa, entonces te pido perd¨®n. Pero no se lo cont¨¦ a nadie. Lo ha contado ella.
La pedagog¨ªa del perd¨®n, a lo mejor le viene bien a esta sociedad. No me importa que lo cuente. No pasa nada por pedir perd¨®n, todo el mundo se puede equivocar. Tambi¨¦n la ministra.
?C¨®mo lleva sus equivocaciones? Las llevo bien, las asumo. El que m¨¢s cosas hace, m¨¢s se equivoca. Y yo hago demasiadas cosas.
Y a los pol¨ªticos, ?c¨®mo los ve? En la democracia no cesa de haber descalificaciones contra este trabajo que hace usted. Y es injusto. La mayor parte de la gente est¨¢ en pol¨ªtica por motivos nobles. No es justo que asimilen a todos con las malas actitudes que sin duda se dan. Dicen: Es que mienten todos. Me niego. Yo no miento, desde luego.
El PP ha mantenido en los ¨²ltimos cuatro a?os posiciones cercanas a las posturas m¨¢s reaccionarias de la sociedad, en la cuesti¨®n gay, en asuntos relativos a la educaci¨®n ?Cree usted que el PP tiene que sintonizar de nuevo con la sociedad? Yo creo que el PP ha sintonizado con la sociedad ahora, est¨¢ sintonizando.
Ahora. Ahora. Y ha tenido una sinton¨ªa importante aunque no haya ganado las elecciones, porque diez millones y medio de votos no son una sinton¨ªa cualquiera.
Una sinton¨ªa buena, pero insuficiente. Efectivamente. Pero s¨ª es verdad que nosotros tenemos que ser los due?os del mensaje. Y tenemos que trasladar nuestro mensaje, no otros por nosotros.
?Le puedo aclarar que aclare el mensaje? El PP tiene que ser, primero, el due?o de su destino, el propio partido, y no ning¨²n tipo de agente externo, ni pol¨ªtico, ni social. Y tiene que ser el que en posiciones concretas asuma sus propias posiciones, y que no pueda dar nunca la sensaci¨®n de que va a remolque de lo que piensan otros. Nosotros tenemos que tener nuestra posici¨®n y defenderla.
Que no sea un peri¨®dico o una radio los que condujeran el partido. Tenemos que ser un partido independiente, lo tengo meridianamente claro. Creo que la val¨ªa de los partidos pol¨ªticos reside en ser independientes.
Pero independiente ?de qui¨¦n? De todo el mundo. De todo tipo de influencias. De las que son contrarias a como t¨² piensas tambi¨¦n, porque no te pueden hacer creer que t¨² eres lo que no eres. De ¨¦sas tambi¨¦n tienes que tener cuidado.
Hubo una ¨¦poca en que usted y Celia Villalobos eran las ¨²nicas del PP, por ejemplo, que aceptaban los avances en los derechos de los gays. Tomamos una posici¨®n, y vamos a ser respetuosos con lo que resuelvan los tribunales [con respecto al recurso del PP contra el matrimonio de los homosexuales]. Un partido pol¨ªtico de tantos militantes tambi¨¦n tiene que tomar decisiones concretas que a veces responden m¨¢s a lo que piensan unos que a lo que piensan otros. Una cosa son las cuestiones estrictamente jur¨ªdicas, y otra son las garant¨ªas y derechos que puede tener todo el mundo.
Ahora no me la puedo imaginar a usted rechazando una boda gay si fuera alcaldesa. Hace bien no imagin¨¢ndoselo.
Un episodio de su vida que subrayan las biograf¨ªas es cuando, siendo subsecretaria del Ministerio del Interior, se fue hasta Ifema a ayudar en aquel tanatorio improvisado tras los atentados del 11-M. Yo no quisiera que nadie tuviera que vivir algo as¨ª; fue algo horroroso, y a m¨ª no me gusta ni recordarlo. Personalmente me afect¨® much¨ªsimo. Vivir cosas como ¨¦sa tambi¨¦n te hacen crecer como persona.
Te marca y te hace tomar decisiones sobre lo que uno hace en la vida Y te hace darte cuenta de lo que es importante. Me he encontrado en mi vida con situaciones dram¨¢ticas; pero como ¨¦sa, nunca. Fue muy duro. No es lo mismo estar esperando cuatro d¨ªas para saber si tienes un hijo ah¨ª o no que esperar veinticuatro horas. El sufrimiento es igual, pero si las cosas funcionan, la tragedia no es la misma. Fue una cosa horrible. Doscientas bolsas. No quiero hablar de eso.
?Qu¨¦ le mueve ahora? ?La gesti¨®n, la ideolog¨ªa? La gesti¨®n vale para ser eficaz, para administrar bien el dinero de todo el mundo. La puede tener igual un pol¨ªtico que un empresario. La ideolog¨ªa va m¨¢s all¨¢ de la gesti¨®n. Para m¨ª lo primero es el proyecto de sociedad, y eso es ideolog¨ªa.
?Y qu¨¦ ideolog¨ªa est¨¢ usted gestionando? Una ideolog¨ªa que podr¨ªa traducirse como liberalismo reformista. Me considero una persona liberal, pero creo que la intervenci¨®n del poder p¨²blico en la sociedad tiene que servir para transformar la sociedad y mejorarla, y en ese sentido me considero tambi¨¦n reformista. Quiz¨¢ no es un liberalismo puro de dejar hacer a todo el mundo lo que quiera.
No es a lo Esperanza Aguirre. Esperanza Aguirre tiene unas pol¨ªticas sociales important¨ªsimas, ?eh? Cuidado.
Est¨¢ en un partido de hombres. ?C¨®mo se lleva con ellos? De hombres y de mujeres.
El secretario general era un hombre, ?ngel Acebes. Fue el que le meti¨® en el Ministerio del Interior. He tenido buena relaci¨®n con los hombres de mi partido. Y siempre ha habido muchas mujeres influyentes. Es algo que siempre me ha gustado del PP. Y he trabajado igual de bien con hombres que con mujeres.
?Y c¨®mo es Acebes, su antecesor? Una persona que ha sido muy injustamente tratada. Es un hombre muy honesto, muy responsable, y actu¨® conforme su conciencia y haciendo siempre lo que ¨¦l cre¨ªa que era lo mejor, y que era la verdad.
Ahora gestiona usted una abundancia de mujeres. Es igual de bien que gestionar una abundancia de hombres. Es mujer la secretaria general, la portavoz en el Congreso, la vicesecretaria de organizaci¨®n. Tres puntales. Y nadie por encima que nos gu¨ªe.
?Hombre, Rajoy! Por supuesto, el presidente de mi partido. Quiero decir que nosotras tenemos capacidad de decisi¨®n por nosotras mismas. Por supuesto, el que manda es Rajoy. Y le valoro mucho que haya reconocido la capacidad de decisi¨®n de las mujeres a esos niveles tan altos.
Estaba pensando en aquel verso de Neruda, las cosas que nadie rompe pero se rompieron, aplicado a su partido. Con Esperanza Aguirre, ?no se han roto las cosas?, ?se pueden recomponer? Ya est¨¢ en una v¨ªa que es as¨ª, de sentirse plenamente parte de este proyecto. Eso es bueno para el PP y para Esperanza Aguirre, porque es un valor pol¨ªtico que el PP no puede desaprovechar. Lo creo firmemente.
?Los pol¨ªticos dicen todo lo que creen por dentro? No. Ni los pol¨ªticos, ni nadie.
?Se guarda muchas cosas? Algunas. Sobre todo en lo que respecta a mi mundo personal. En lo otro no me guardo demasiado.
?En qu¨¦ momento personal se encuentra? Me siento plena. Estoy dando todo lo que puedo dar de m¨ª, y ¨¦sa es una forma de sentirse bien personalmente. Y desde el punto de vista personal, me encuentro en el mejor momento de mi vida.
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