La multa acecha en s¨®lo 72 horas

Le¨®n es, desde el 1 de marzo, la capital de las multas. Desde ese d¨ªa, los 200 radares fijos instalados en las carreteras espa?olas comenzaron a enviar, a trav¨¦s de fibra ¨®ptica o telefon¨ªa GPRS, al flamante Centro de Tratamiento de Denuncias Automatizadas, las fotos de los conductores que rebasan los l¨ªmites de velocidad.

A 14 kil¨®metros de la ciudad castellanoleonesa, en una sala di¨¢fana de una nave de 3.800 metros cuadrados de la localidad de Onzonilla, un operador comprueba sin descanso una fotograf¨ªa tras otra. Cuando termine su turno habr¨¢ puesto en marcha 1.000 expedientes sancionadores. Abre una imagen, verifica que la matr¨ªcula se lee correctamente, la valida y pasa a la siguiente. Es una de las 120 personas que trabajan en el centro -100 subcontratadas y 20 funcionarios de la DGT-.

El centro puede gestionar cuatro millones de denuncias anuales

Tr¨¢fico no descarta crear otros centros de sanciones tras la experiencia de Le¨®n

Autom¨¢ticamente, el sistema incorpora al fichero la informaci¨®n del veh¨ªculo. Otro operador chequea que los datos coinciden con las caracter¨ªsticas del veh¨ªculo que se ve en la fotograf¨ªa. Aproximadamente, el 30% de las im¨¢genes que los radares env¨ªan se descarta; ante la m¨¢s m¨ªnima duda sobre la identificaci¨®n de la matr¨ªcula, modelo o color del veh¨ªculo, la imagen se destruye. Tras esas dos primeras cribas, se cruza la informaci¨®n con la base de datos de Tr¨¢fico y se confecciona autom¨¢ticamente la primera notificaci¨®n al propietario del veh¨ªculo para que identifique a la persona que conduc¨ªa en aquel momento. (Ver gr¨¢fico).

Desde que el radar capta la infracci¨®n hasta que la carta llega a las sacas de Correos pasar¨¢n s¨®lo 72 horas. Un proceso en el que las jefaturas provinciales invert¨ªan antes semanas. Contando los plazos de entrega postales, la denuncia puede estar en manos del titular del veh¨ªculo en 14 d¨ªas, mientras que antes la notificaci¨®n llegaba a manos del infractor no antes de dos meses. Muchos ni se acordaban de haber pasado por el lugar donde hab¨ªan excedido los l¨ªmites cuando les llegaba la comunicaci¨®n. Adem¨¢s de la rapidez, tambi¨¦n se han unificado los criterios en los tr¨¢mites, que antes pod¨ªan variar dependiendo de la provincia. Una premura que contrasta con la lentitud y los procesos arcaicos en otros departamentos de la Administraci¨®n.

?ngel Toriello tiene 38 a?os y es el director del moderno complejo sancionador. Antes fue jefe de la Direcci¨®n Provincial de Guip¨²zcoa y cuenta que en los cuatro primeros meses de funcionamiento del centro se han tramitado 550.000 expedientes. "Actualmente tenemos capacidad para gestionar cuatro millones de denuncias anuales. Para hacerse una idea, en los tres meses anteriores a la inauguraci¨®n, las jefaturas provinciales tramitaron 80.000, pues nosotros en el primer mes ya tramitamos esas 80.000, y fue el m¨¢s flojo, porque ¨¦ste ya llevamos 150.000", unas 5.000 al d¨ªa.

El Estrada -as¨ª se le bautiz¨®- es pionero en Espa?a, ha costado 21 millones y se inspira en los existentes en Francia. Su expansi¨®n parece inminente, porque en menos de dos meses comenzar¨¢n a funcionar otros 70 radares fijos, y existe un proyecto para que los 300 radares m¨®viles de la Guardia Civil env¨ªen tambi¨¦n sus im¨¢genes cuando los agentes no paren al conductor. A eso habr¨¢ que sumar el trabajo que generar¨¢n los m¨¢s de 1.700 equipos fijos de control que se instalar¨¢n de aqu¨ª a 2012. Adem¨¢s, existe un proyecto dirigido a zonas con importantes colonias de extranjeros para que cuando el centro de Le¨®n reciba la prueba de una infracci¨®n de velocidad alerte a una patrulla y el conductor pueda ser denunciado, y si procede, detenido en el acto. Ahora, la mayor¨ªa de esas infracciones quedan impunes. No se descarta que en el futuro puedan crearse m¨¢s centros, lo que permitir¨ªa incluso gestionar las denuncias de los radares de los ayuntamientos, "aunque ser¨ªa necesario un encaje legal".

En este complejo de denuncias, nadie maneja papel. Los documentos se escanean, y eso permite que, al contrario de lo que ocurr¨ªa hasta ahora, si una persona de Valladolid es pillada por un radar en Albacete, pueda consultar su expediente en la jefatura de su lugar de residencia. Y permitir¨¢ al conductor ver "en el futuro" su informe a trav¨¦s de Internet.

Toriello barre para casa cuando se le pregunta por el presunto af¨¢n recaudador de Tr¨¢fico, que ingresar¨¢ este a?o por multas y sanciones m¨¢s de 360 millones, un 87% m¨¢s que antes de la entrada en vigor del carn¨¦ por puntos, en julio de 2006. "En primer lugar, las multas s¨®lo suponen el 30% de lo que recaudamos". Y desarrolla un segundo argumento: "Tenemos 50.000 p¨®rticos donde podr¨ªamos instalar radares, y tambi¨¦n podr¨ªamos no avisar de d¨®nde los colocamos; no hay obligaci¨®n de hacerlo. Todo eso, si quisi¨¦ramos recaudar, pero el objetivo es evitar muertes".

Alguien marca el 902 508 686. En la otra punta de la inmensa nave industrial suena un tel¨¦fono. Una de las 11 j¨®venes que atienden las llamadas de los infractores le resuelve r¨¢pidamente sus dudas. "Preguntan mucho cu¨¢ntos puntos van a perder, porque les importa m¨¢s eso que el dinero", cuentan dos de las telefonistas. Reciben casi 2.000 llamadas diarias y muchos se empe?an en contarles su vida. Claro que ellas tambi¨¦n aprovechan para aportar su granito de concienciaci¨®n: "Les decimos: 'Tenga en cuenta que se puede matar'. La mayor¨ªa lo entiende".

Otros, en cambio, se hacen un l¨ªo cuando reciben la denuncia en la que figura la direcci¨®n de este centro de Le¨®n y replican al otro lado del tel¨¦fono: "?Pero si yo no he ido nunca a Le¨®n, si yo soy de Almer¨ªa!".