Hanibal Gaddafi topa con los Alpes

El pasado martes 15 parec¨ªa un d¨ªa normal en el hotel Presidente Wilson, uno de los palacios que bordean el lago Leman, cuando una serie de golpes y gritos llamaron la atenci¨®n del personal. Alertada por la direcci¨®n del hotel, la polic¨ªa se present¨® en una de las suites para descubrir que Hanibal Gaddafi, hijo menor del l¨ªder de la revoluci¨®n libia, hab¨ªa golpeado y agredido a dos de sus sirvientes.

Tr¨ªpoli encarcela a dos ciudadanos suizos y congela los env¨ªos de petr¨®leo

Se trataba de una mujer tunecina y de un criado marroqu¨ª al servicio de Hanibal y su esposa Aline, embarazada de nueve meses, que se encontraba en Ginebra para dar a luz. Previa aclaraci¨®n de que "no hay guantes de seda" para los personajes famosos, las autoridades suizas procedieron a su detenci¨®n. Tras pasar dos noches en prisi¨®n, Hanibal Gaddafi volaba de vuelta a Libia el jueves d¨ªa 17 previo pago de una fianza de casi 300.000 euros. Su hermana Aisha, abogada, se present¨® en persona en Ginebra para advertir: "Aplicaremos la pol¨ªtica del ojo por ojo y diente por diente". Los empleados dom¨¦sticos se encuentran desde ese d¨ªa en paradero desconocido bajo la protecci¨®n de las autoridades suizas.

Lo que no pasar¨ªa de ser una vulgar cr¨®nica de sucesos, se convertir¨ªa poco despu¨¦s en un grave incidente diplom¨¢tico que involucra hasta al Quai d'Orsay, el Ministerio de Asuntos Exteriores franc¨¦s. El pasado jueves, un portavoz del Gobierno suizo reconoci¨® en una conferencia de prensa la existencia de "una crisis", aunque afirm¨® que "las relaciones bilaterales no estaban rotas a¨²n". La raz¨®n de dicha crisis hay que buscarla del lado de Tr¨ªpoli, donde a lo largo de la semana una escalada de represalias derivadas del arresto del joven Gaddafi no ha cesado de acrecentar la crispaci¨®n.

Desde el inicio de la crisis, dos ciudadanos suizos, ejecutivos de multinacionales, se encuentran detenidos en Libia acusados de "inmigraci¨®n ilegal". Ambos se hallan "en condiciones deplorables" en una c¨¢rcel donde comparten celda con otros 20 prisioneros. A ambos se les deneg¨® el acceso a la protecci¨®n consular. Igualmente se cancelaron dos terceras partes de los vuelos que unen Libia y Suiza.

Las autoridades de Tr¨ªpoli decidieron imponer como represalia el visado a los ciudadanos de la Confederaci¨®n Helv¨¦tica. No contentos con esto, han amenazan tambi¨¦n con la suspensi¨®n de los env¨ªos de petr¨®leo y gas a Suiza, la cancelaci¨®n de las cuentas libias en los bancos suizos y la prohibici¨®n a los barcos de bandera suiza de atracar en puertos de Libia. Incluso barajan la posibilidad de la ruptura de relaciones diplom¨¢ticas con Berna si el Gobierno suizo no presenta "excusas formales". En la tarde del viernes, Eric Chevalier, portavoz del Ministerio de Exteriores franc¨¦s, hizo saber que Par¨ªs "observa esta situaci¨®n con suma atenci¨®n", y advirti¨® a las autoridades libias de "las consecuencias negativas que esta escalada podr¨ªan tener para todo el mundo". Por su parte, el Gobierno suizo parece confiar en una mediaci¨®n de Argelia en este caso.

Una delegaci¨®n ha sido enviada con urgencia a Tr¨ªpoli para seguir de cerca la suerte de los dos suizos detenidos. El presidente de la Confederaci¨®n Helv¨¦tica, Pascal Couchepin, anunci¨® ayer su intenci¨®n de encontrarse con su hom¨®logo libio. "No es momento de condenar, sino de encontrar una salida a esta situaci¨®n", afirm¨® el presidente.

Si bien no es la primera vez que un hijo de Gaddafi crea problemas de orden p¨²blico en Europa, la presente crisis "no tiene precedentes", reconoce un funcionario suizo. Seg¨²n Tr¨ªpoli, las medidas de represalia tomadas contra Suiza son "adecuadas a la gravedad del arresto" de un hijo de Muammar Gaddafi. Mientras, los libios se han echado a la calle para "lavar la afrenta" suiza.