Duelo sin cuartel con palabras arrojadizas
El Piezas gana en Barcelona la final espa?ola de la Batalla de Gallos
Una mezcla entre circo romano, teatro, concierto, clase pr¨¢ctica de literatura en la que manda un Lazarillo de Tormes urbano del siglo XXI y combate en el que las palabras son pu?os. A grosso modo eso es una pelea de gallos, competici¨®n verbal de rimas improvisadas en clave de hip-hop que en la noche del viernes dirimi¨® en Barcelona su final nacional. Lugar: el teatro Griego. Un total de 16 recitadores enfrentados por parejas para seleccionar al representante de Espa?a en la final mundial de la especialidad, que se celebrar¨¢ en M¨¦xico el 24 de octubre. Zumban las palabras.
"Mola much¨ªsimo, se dicen de todo, improvisan y machacan al adversario con su rapidez mental y su capacidad para rimar". Jos¨¦ Antonio, 17 a?os, viste de libro: gorra de b¨¦isbol, camiseta de Paul Pierce y deportivas estratosf¨¦ricas. Est¨¢ en cuarta fila. Jam¨¢s ha ido al teatro y asegura que su libro de cabecera es el manual de instrucciones de GTA IV, pero la noche del viernes estaba en el Griego. Consciente de su papel de enterteinment, uno de los competidores, el gaditano Mowlihawk, grita: "esto es el teatro, tenemos que hacer gracia". La multitud que llena el recinto, brama. M¨¢s tarde, otro improvisador recoge el testigo teatral a su manera: "te voy a follar como el teatro: a lo griego". La asistencia, 2.000 personas menores des 20 a?os, se levanta al un¨ªsono, corea al rimador y lo designa favorito. Es El Piezas, murciano de 21 a?os, finalista en 2007 y que este a?o est¨¢ llamado a ganar.
A diferencia de otras tradiciones orales marcadas por la improvisaci¨®n (versolaris, glossadors, repentistas, cantores ao desafio...), los gallos del hip-hop no suelen tener m¨¢s tema de improvisaci¨®n que ciscarse y ridiculizar al adversario. La gama de posibilidades se suele reducir en la pr¨¢ctica a: tama?o de la masculinidad; posibles lugares por donde introducirla en el adversario; reiteradas menciones a la rectitud moral de la madre y/o novia y/o hermana del mismo; veteran¨ªa en el mundo del hip-hop y chanzas sobre vestimenta. Las palabras m¨¢s socorridas son, pues, un paquete sem¨¢ntico dominado por t¨¦rminos como "gordo", "subnormal", "pringao" y "gilipollas" o bien los tecnicismos "estructura", "rima" y "flow" (cadencia); los verbos estelares, "follar" y "rimar", el pronombre personal m¨¢s recurrido, el yo, mientras que la frase m¨¢s po¨¦tica fue: "tienes ojos azules, es normal que te enculen". Su sutileza incendi¨® la grada.
Mar¨ªa, 45 a?os, madre de Mar¨ªa, de 11. Sube por el pasillo del Griego tras su hija: "Le he dicho que esto es un poco basto, que podr¨ªan usar m¨¢s la imaginaci¨®n, que no salen de su miembro, pero ya ves, aqu¨ª estoy con mi hija y un amiguito de la escuela". Un alma caritativa procura consolarla: "son j¨®venes, esta agresividad verbal les ayuda a somatizar tensiones, es una excelente gimnasia mental, es mejor que hagan esto a pegarse; y encima aprenden a dominar la lengua".
Tras diversas rondas llegan las semifinales. Se enfrentan Chester (Girona) y El Piezas (Murcia) por un lado y Brock (Mallorca) e Invert (Bilbao) por otro. Se dicen de todo pero al final siempre se abrazan. El p¨²blico, en pie, recuerda al del Coliseo en un d¨ªa con buen cartel de gladiadores. Invert, aspecto de maquinero vestido para matar, se enfrenta en la final a El Piezas. Tras una primera ronda (dos turnos de un minuto intercalados), el jurado falla desempate (r¨¦plica). La soltura de El Piezas le permite llevarse el gato al agua. Ser¨¢ nuestra lengua en M¨¦xico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.