Soliloquio del Madrid
El equipo de Schuster se pasea ante el Lask lo mismo con titulares que con canteranos
Schuster hizo el primer experimento de la pretemporada y comprob¨® que el equipo que termin¨® de poner a punto en mayo sigue funcionando en julio. Transcurridos dos a?os desde la llegada de Capello, el Madrid ha pasado por todas las instancias del trauma de la transici¨®n. Est¨¢ armado. Cumple. Como ayer, cuando se ejercit¨® ante un adversario inferior. Tan min¨²sculo que permiti¨® un soliloquio.
A falta de fichajes, el Madrid dio una oportunidad a sus canteranos. El resultado fue interesante. Llama la atenci¨®n la poca bola que reciben estos chicos desde hace a?os. Dice el responsable deportivo, Pedja Mijatovic, que est¨¢n verdes. El caso es que no parecen m¨¢s verdes que Gago cuando lleg¨® a Chamart¨ªn. Sin embargo, les exigen el doble. De la Red ha tenido que ganar una Eurocopa para recibir la confianza de los t¨¦cnicos. Cabe preguntarse qu¨¦ tendr¨¢ que hacer Parejo para que le concedan el mismo derecho. Ayer, Parejo entr¨® por Guti en la segunda parte y asumi¨® su papel de administrador con naturalidad y clase. Para eso est¨¢ la cantera. Para que los j¨®venes no se sientan extra?os cuando se pongan la camiseta. Parejo, que tiene 18 a?os, se sinti¨® como en el sal¨®n de su casa. Se asoci¨® con Van Nistelrooy lo mismo que con Sneijder, por la derecha igual que por la izquierda. Lo hizo bien y el Madrid conserv¨® la pelota y la iniciativa. Pero su destino est¨¢ escrito. Los estrategas le buscan club para que madure. Hay que hacer hueco para Van der Vaart o para cualquiera.
El Madrid no tuvo inconvenientes para adue?arse del partido. El bal¨®n rodaba con dificultad, el campo estaba seco, la hierba alta, como es costumbre en los Alpes, y los austriacos entraban con pocos escr¨²pulos. Pero el Lask no fue el equipo que anunci¨® Schuster. Cuando le quitaron el bal¨®n, se convirti¨® en una caterva de asfixiados. Ni se defendieron bien ni supieron contragolpear. S¨®lo a la salida de un centro frontal, un chico de nombre Saurer dej¨® en evidencia la falta de pr¨¢ctica de Dudek y la biso?ez de Javi Garc¨ªa. El centrocampista, reconvertido en central, perdi¨® la marca y se le colaron por la espalda en una jugada del mont¨®n. El gol de Saurer apur¨® al Madrid.
Robben fue el hombre m¨¢s desequilibrante. Asistido por Guti, que jug¨® tranquilo sin que nadie lo apretase, el extremo dio los pases de los dos goles del Madrid en la primera parte. Dos centros. Uno desde la derecha, a pierna cambiada, que remat¨® Baptista de cabeza en el segundo palo y otro desde la izquierda que conect¨® Ra¨²l tambi¨¦n de cabeza. En un desmarque de audacia, el capit¨¢n gan¨® la posici¨®n a los dos gigantes que operaban en el centro de la defensa contraria. Nunca le vieron.
En la segunda parte, Schuster dio entrada a Van Nistelrooy, que est¨¢ fuera de forma, y a Sneijder, que est¨¢ como siempre. Tambi¨¦n jug¨® Saviola, que s¨®lo hizo lo que sabe: un gol.
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