Jos¨¦ Luis de Ugarte, el navegante solitario

Jos¨¦ Luis de Ugarte fue aquel hombre que en 1993, con 64 a?os, culmin¨® la Vend¨¦e Globe, la m¨¢s dura de las competiciones n¨¢uticas, restringida a navegantes solitarios. Estuvo 135 d¨ªas para completar sin escalas casi 28.000 millas, y se gan¨® la admiraci¨®n en todo el mundo al ser el participante de m¨¢s edad. Casi le cuesta la vida (tuvo que hacer frente a 18 temporales y vientos de m¨¢s de 50 nudos), y entonces prometi¨® a su mujer que no volver¨ªa a embarcarse en pruebas oce¨¢nicas en solitario. Ayer muri¨® a los 79 a?os.

Nacido en Getxo (Vizcaya) en 1928, cumpli¨® tarde su pasi¨®n por la aventura en solitario. Tras estudiar N¨¢utica, se embarc¨® en un mercante en Liverpool, donde se afinc¨® tras conocer a su mujer. En 1969 volvi¨® a Espa?a y fij¨® su residencia en Sopelana (Vizcaya), donde trabaj¨® como suministrador de lubricantes para barcos. Aquel viaje desde Inglaterra fue clave: lo hizo en el viejo barco que compr¨® en Liverpool y tard¨® 20 d¨ªas, en los que comprob¨® los problemas de una traves¨ªa en solitario. Pero fue el acicate para una pasi¨®n secreta "que no se la hab¨ªa contado a mi mujer", recordaba hace dos a?os en una entrevista con este diario. Empez¨® su participaci¨®n en las pruebas de navegantes solitarios: la regata Falmouth, de 2.400 millas; la Ostar, de 3.000 millas por el Atl¨¢ntico Norte, o la BOC Challenge, de 27.000 millas, en la que fue el primer espa?ol participante.

A punto de jubilarse, afront¨® la calificada por muchos como prueba suicida: la Vend¨¦e Globe, de 28.000 millas. "?La soledad? Eso no es lo peor, ni con mucho. Soy una persona sociable. As¨ª que si tienes que hablar, lo haces con el barco, que te responde con sus crujidos, o con las olas. Nunca est¨¢s solo; est¨¢ la Naturaleza a tu alrededor", afirmaba en 2006 al recordar aquella regata. Esa gesta le vali¨® la Medalla al M¨¦rito, impuesta por el rey Juan Carlos I como reconocimiento a su aventura de la vuelta al mundo.

Siempre se vanagloriaba de haber terminado las pruebas en las que participaba. "Jam¨¢s me he retirado", recordaba. Y citaba como uno de los secretos mantener la misma dieta que en tierra. En el barco s¨®lo empleaba un puchero y la cuchara. Llevaba naranjas y manzanas, patatas y cebollas, carne y pescado en lata, pasta, legumbres embotadas, cereales, frutos secos y leche. Los peces surg¨ªan por la noche en los momentos de vigilia. "Un m¨ªnimo de dos horas diarias es suficiente. El cuerpo se adapta a la vida en la mar".

Jos¨¦ Luis de Ugarte era un amante del deporte: practicaba tambi¨¦n el esqu¨ª y le apasionaba la monta?a. Su experiencia en la mar le llev¨® a ser monitor en cursos de navegaci¨®n para ni?os.