Johnny Griffin, m¨²sico, el 'peque?o gigante'
Conocido como "el saxofonista m¨¢s r¨¢pido del mundo", era uno de los ¨²ltimos "finos estilistas" de la era dorada del jazz
Tras d¨¦cadas visitando nuestro pa¨ªs, en diciembre de 1983, Johnny Griffin pis¨® por vez primera el escenario del Palacio de los Deportes madrile?o para una de las sesiones cumbre del Festival de Jazz. Sustitu¨ªa a Dexter Gordon, entonces en la cumbre de su popularidad, quien hab¨ªa ca¨ªdo enfermo d¨ªas antes: de los casi dos metros del "gigante amable" al metro y medio escasos del "peque?o gigante". Para sorpresa de muchos, el minusvalorado saxofonista sali¨® indemne del asunto. "Griffin", escribi¨® servidor para el extinto diario Ya, "m¨²sico dotado de una habilidad t¨¦cnica sin parang¨®n, pero con una marcada tendencia al artificio y la exhibici¨®n banal, demostr¨® en su recital madrile?o hallarse en un momento de verdadera madurez".
Y es que Johnny Griffin se crec¨ªa en la distancia corta, en el club de jazz, acompa?ado por algunos colegas a los que acaba de conocer un minuto antes: "?Qu¨¦ quiere que toquemos, maestro?"; "Vosotros empez¨¢is y yo os sigo". As¨ª era Griffin. Posiblemente, el ¨²ltimo de los "finos estilistas" de la era dorada del jazz. Su especialidad eran los tiempos r¨¢pidos, no en vano fue conocido como "el saxofonista m¨¢s r¨¢pido del mundo": "Me vuelvo loco cuando toco, quiero devorar la m¨²sica como un ni?o comi¨¦ndose una golosina". Su fallecimiento se produjo el pasado viernes 25, sin que se haya especificado la causa (Griffin ven¨ªa padeciendo una "mala salud de hierro"). Ese mismo d¨ªa estaba anunciada su actuaci¨®n junto a la organista estadounidense Rhoda Scott, el saxofonista Olivier Temime y la baterista Julie Saury.
John Arnold Griffin III naci¨® en Chicago, el 24 de abril de 1928. Su madre tocaba el piano y su padre, la corneta. A los seis a?os, inici¨® sus estudios de piano y guitarra hawaiana, a los que se a?adieron el clarinete, el oboe y el saxo alto. En el a?o 1945, ingres¨® en la orquesta del vibrafonista Lionel Hampton. El joven aprendiz se gradu¨® en la escuela un jueves y el mismo domingo estaba tocando por vez primera como profesional junto a uno de los m¨²sicos m¨¢s aclamados del momento. Para entonces, ya tocaba el saxo tenor: un instrumento demasiado grande, se dec¨ªa, para un tipo tan peque?o.
En los a?os cincuenta fij¨® su residencia en Nueva York. El joven fue adoptado por algunos veteranos de la escena como Ben Webster, Lester Young, Coleman Hawkins, Thelonious Monk, Bud Powell o Elmo Hope: "todos los d¨ªas paseaba por las calles Harlem con todos ellos", recordaba, "esa fue mi escuela". Durante su servicio militar toc¨® en la banda de la Armada, lo que le libr¨® de ser destinado a Corea. Su marcada querencia por el jazz orquestal qued¨® plasmada en algunos discos, como el excelente The big soul-band.
En 1957, acompa?¨® a dos gigantes del jazz contempor¨¢neo, el baterista Art Blakey y el pianista Thelonious Monk, de quien fue su saxofonista de cabecera. Dos a?os m¨¢s tarde, form¨® pareja con el tambi¨¦n saxofonista Eddie Lockjaw Davis, con quien protagoniz¨® una serie de batallas musicales memorables felizmente plasmadas en discos. Entre 1956 y 1961, registr¨® numerosas grabaciones a su nombre: Introducing Johnny Griffin, A Blowin' Session -con Hank Mobley y John Coltrane- o The Congregation, portada de Andy Warhol.
Sus problemas con el fisco, unidos a su profunda aversi¨®n por las nuevas corrientes del jazz, le llevaron a fijar su residencia en Europa. Griffin llevaba algunos a?os residiendo en un castillo cerca de Poitiers (Francia). Su ¨²ltima visita a Madrid tuvo lugar en mayo del 2007, con motivo del XII Jornadas de Jazz de la Universidad Polit¨¦cnica. Entonces, el veterano jazzista dedic¨® un tema a un viejo amigo, el pianista Tete Montoliu: Good-bye Mr. Tete.
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