El secuestro del diablillo

El cine de g¨¦nero que huye de las coordenadas acad¨¦micas para intentar establecer nuevos modos de acercamiento al terror siempre es bienvenido. Pero narrar un secuestro infantil con cierto poder de seducci¨®n para luego virar hacia el miedo m¨¢s chabacano no es experimentar con los g¨¦neros, es meter en una coctelera dos tipos de pel¨ªcula inconciliables y que el resultado no sea m¨¢s que agua y aceite.

Es lo que ocurre con Hellion, el ¨¢ngel ca¨ªdo, rutinario debut del estadounidense Stewart Hendler, al servicio de dos (medianas) estrellas televisivas: Josh Holloway, en un papel que parece una r¨¦plica de su torturado timador de Perdidos, y Sarah Wayne Callies, de Prison Break. Si el resultado de tal amalgama pudiese vislumbrarse por separado, todo lo relacionado con la personalidad de los criminales y el secuestro en s¨ª se dejar¨ªa ver con cierta facilidad. No dejar¨ªa poso, pero tampoco molestar¨ªa. Sin embargo, introducir al ni?o de La profec¨ªa en una historia con el aire descorazonador y melanc¨®lico de Un plan sencillo (Sam Raimi, 1998) es un descomunal parche que acaba provocando m¨¢s carcajadas que pesadumbre.