Embrollos de oficina

Por muy mala que sea una situaci¨®n, siempre es susceptible de empeorar, rezaba una antigua m¨¢xima jesuita que los te¨®ricos del management han recuperado para la direcci¨®n de empresas. Tal observaci¨®n es aplicable al llamado caso Taguas. David Taguas, jefe de la Oficina Econ¨®mica del Gobierno durante la segunda mitad de la legislatura de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, dej¨® el puesto para ocupar la presidencia de Seopan (Asociaci¨®n de Empresas de Obras P¨²blicas de ?mbito Nacional). Era un caso de ostentosa incompatibilidad, puesto que Taguas hab¨ªa tomado decisiones como asesor que afectaban a las empresas que forman el grupo de presi¨®n del que ahora es presidente; y era m¨¢s obvio todav¨ªa el riesgo de que utilizara relaciones pol¨ªticas conseguidas en La Moncloa para beneficiar a Seopan. Sin embargo, el Ministerio de Administraciones P¨²blicas concluy¨® que no exist¨ªa tal incompatibilidad. Un mal dictamen y, sobre todo, una p¨¦sima decisi¨®n pol¨ªtica, como se deduce de los l¨ªos que supuran de tan complaciente juicio.

Ahora resulta que Taguas intervino desde La Moncloa para pedir a los acreedores de Martinsa-Fadesa que refinanciaran la deuda de la inmobiliaria, que se encuentra actualmente en suspensi¨®n de pagos. Una cuesti¨®n fea, que, por cierto, no s¨®lo incumbe a Taguas. Primero, porque confirma los temores de que la Oficina Econ¨®mica gastaba influencia y tiempo en negocios privados. Segundo, porque de este ovillo pueden salir nuevos hilos de uso impropio de la gesti¨®n p¨²blica.

No es s¨®lo, ni principalmente, un problema de Taguas, sino de dise?o de la dichosa Oficina. Fue desdichadamente configurada o utilizada como un instrumento de negociaci¨®n auxiliar del presidente.

Hacia ella flu¨ªan los empresarios descontentos, las peticiones de socorro y las mediaciones y tercer¨ªas confesables y menos confesables. Ese dise?o era una fuente segura de malentendidos y esc¨¢ndalos en potencia. Se demostr¨® en el estruendoso caso de Manuel Conthe contra la Oficina pilotada entonces por Miguel Sebasti¨¢n y se confirma en el de Martinsa. Dicen que ahora es neutral y se limita a asesorar a Zapatero. As¨ª sea.