O Courel prueba las canteras bajo tierra
La pol¨¦mica pizarrera de A Campa abre t¨²neles para dejar de extraer a cielo abierto
En medio de la vista panor¨¢mica del valle de O Courel se abre un enorme cr¨¢ter de un kil¨®metro de di¨¢metro. Es la cantera de A Campa, que da trabajo a 120 personas en la comarca y est¨¢ siendo investigada por la Uni¨®n Europea. El colectivo ecologista SOS Courel reuni¨® 20.000 firmas para pedir a la Xunta su cierre, pero la mayor¨ªa de estas muestras de apoyo proced¨ªan de fuera del municipio. En O Courel, la ecolog¨ªa es lo de menos, casi todas las familias tienen a alguien trabajando en ¨¦sta o en otras pizarreras de la zona. Y viven con el temor de que un d¨ªa vengan de fuera a cerr¨¢rselas. Porque el conselleiro de Medio Ambiente, Manuel V¨¢zquez, ha anunciado un plan para "regenerar el espacio degradado".
Para "acallar" las voces cr¨ªticas, la empresa propietaria de A Campa, la multinacional gallega Cupa Group (l¨ªder mundial en la extracci¨®n y preparaci¨®n de pizarra gris y negra para cubiertas) ensaya con discreci¨®n una nueva forma de obtener su materia prima. Cupa no quiere darle publicidad a las pruebas, pero en el centro de la pendiente rota de la cantera -entre la planta de elaboraci¨®n que hay arriba y la escombrera que se precipita, abajo, sobre el r¨ªo- se ven perfectamente desde lejos las bocas de dos t¨²neles. Ah¨ª arranca un sistema de galer¨ªas de 30 metros de ancho, que, seg¨²n un encargado de la empresa, penetra en la roca unos 170 metros para llegar "directamente al meollo sin hacer destrozo alrededor".
El proyecto de extracci¨®n subterr¨¢nea, confirman desde la Conseller¨ªa de Innovaci¨®n e Industria, cuenta con autorizaci¨®n de la Xunta y pretende, "con tecnolog¨ªa innovadora", "minimizar el impacto ambiental". La modalidad, comenta con reservas el ge¨®logo que ha venido de Le¨®n a poner en marcha el plan, se llama "miner¨ªa de transferencia", porque los t¨²neles, cuando se dejan de explotar una vez extra¨ªda la pizarra uniforme y oscura que se encuentra en el fondo, se vuelven a llenar con el escombro que genera la apertura del siguiente.
Este m¨¦todo, promete el ge¨®logo, pondr¨¢ fin al problema de los desechos. La empresa, que exporta la mayor parte de su producci¨®n de losa, descarta la pizarra menos homog¨¦nea, aqu¨¦lla que es m¨¢s clara, veteada en marr¨®n, que est¨¢ en las capas externas. Todo esto, hoy, se acumula en la empinada escombrera que se ha ido desplazando sobre el r¨ªo Redom¨¢s. Un cauce antes rico en truchas que ahora no da se?ales de vida, porque el agua es capaz de abrirse paso entre los cascotes a su paso por la mina, pero los animales no.
De momento, estos t¨²neles que se han abierto casi al lado de una cascada (que con el paso de los a?os y el desmonte qued¨® dentro de la cantera) no han comenzado a ser explotados. "Pero son el futuro", asegura el ge¨®logo. "Con el tiempo todo ser¨¢ as¨ª". Es ley de vida, o de mina. "Las pizarreras son muy j¨®venes, y han empezado a cielo abierto, pero a la larga todas se pasar¨¢n al trabajo en interior. Porque llega un momento en que la cantera al aire libre no es rentable, ni medioambiental ni econ¨®micamente".
En Espa?a ya hay cuatro pizarreras que han adoptado la miner¨ªa de transferencia. Una de ellas est¨¢ en la comarca de La Cabrera (Le¨®n), y las otras tres en Galicia: dos en Valdeorras y A Campa en O Courel. El sistema tambi¨¦n se ha empezado a probar en Alemania (dos pizarreras) y en Portugal (una).
Pero los ecologistas tampoco se f¨ªan de esta "tecnolog¨ªa innovadora": temen que afecte a los acu¨ªferos y advierten de que en aquella ladera de la mina, justo encima de la aldea de A Campa, el r¨ªo Redom¨¢s, sus molinos y unas casas abandonadas que forman un conjunto etnogr¨¢fico protegido, se unen dos placas tect¨®nicas.
3.000 hect¨¢reas perdidas
La Xunta asegura que son 600 los puestos de trabajo que generan, de forma directa, las seis explotaciones (entre ellas, A Campa) que se api?an en la zona de exclusi¨®n de la Red Natura 2000. Aqu¨ª todo el mundo se refiere a ese espacio como el "buraco", un agujero de 3.000 hect¨¢reas entre los municipios de Folgoso do Courel y Quiroga, que en 2004 abri¨® el Gobierno de Fraga sobre el mapa del espacio natural protegido (de 20.000 hect¨¢reas) para facilitarle las cosas a las explotaciones de pizarra.
A Campa, esa herida enorme abierta en la monta?a, trabajaba entonces sin licencia. Seg¨²n el ex presidente local del PP, Jos¨¦ Arza, un d¨ªa vino de visita Jos¨¦ Cu¨ª?a, y el entonces conselleiro de Pol¨ªtica Territorial "le dijo a la empresa que fuera haciendo, que no importaba la licencia sino los puestos de trabajo". As¨ª que la pizarrera que consigui¨® autorizaci¨®n o concesi¨®n minera de la Xunta en 2005 (ya con el actual Gobierno) lleva extrayendo losa desde 1988, despu¨¦s de una d¨¦cada de inactividad y un corto per¨ªodo, entre 1974 y 1976, en el que s¨ª funcion¨® con permiso del Ministerio de Industria.
SOS Courel dice que Cupa Group, participada en un 20% por la Corporaci¨®n Caixa Galicia,cuenta con facilidades por parte de la Administraci¨®n gallega. Jos¨¦ Luis M¨¦ndez Pascual, presidente de la corporaci¨®n, es consejero de la firma minera.
"No es un jard¨ªn, pero es lo que hay"
El conselleiro V¨¢zquez dice que "entre cuatro y cinco canteras" de las seis del buraco "son ilegales". Pero A Campa, que tiene licencia de la Xunta aunque, seg¨²n SOS Courel, no la de apertura del Ayuntamiento (que depende del visto bueno de Bruselas), prueba t¨¦cnicas y abre t¨²neles porque es la m¨¢s cuestionada. Las otras cinco caen en tierras de Quiroga, muy lejos de la capital municipal, y a¨²n no ha surgido ning¨²n movimiento cr¨ªtico en la localidad que las cuestione.
Junto a estas seis minas, al par¨¦ntesis abierto en la Red Natura habr¨ªa que sumarle otras tres si, finalmente, la Xunta les otorga licencia. Porque La Ilusi¨®n, la Cupa II fracci¨®n segunda y la Cupa II fracci¨®n tercera est¨¢n pendientes de autorizaci¨®n para empezar a romper la monta?a. Aunque, por ahora, las tres est¨¢n en el punto de mira de la Comisi¨®n de las Comunidades Europeas, que las investiga. Consultada por Bruselas, la Xunta ha respondido que las Cupa II, las dos nuevas canteras que quiere abrir Cupa Group, est¨¢n a¨²n pendientes de la declaraci¨®n de impacto ambiental. Por su parte, La Ilusi¨®n (que ya deposit¨® el aval contra futuros da?os ambientales) es la explotaci¨®n con menos posibilidades de salir adelante, porque pesa sobre ella un informe en contra de la Direcci¨®n Xeral de Protecci¨®n da Natureza.
Seg¨²n el alcalde, el socialista Jos¨¦ L¨®pez Fontal, "al menos el 50% de la poblaci¨®n de Folgoso (1.300 habitantes) est¨¢ jubilada y la otra mitad depende de las canteras". "Las minas no son un jard¨ªn de flores, pero es lo que hay y lo que tendremos", sigue, "mientras no se estructure el pa¨ªs de otra forma y no surja trabajo alternativo".
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