?Adelante con la pelota!
Ser espa?ol ya no es excusa, es una responsabilidad. La frase, acompa?ada por la imagen de Pau Gasol en una promoci¨®n televisiva y ol¨ªmpica, sacude mis neuronas recalentadas por la desaforada can¨ªcula. H¨¦roes modernos, los deportistas espa?oles de ¨¦lite son, hoy por hoy, casi los ¨²nicos que mantienen viva la llama de la espa?olidad. Gasol, Nadal, Sastre o Contador son los aguerridos capitanes de nuestros nuevos tercios de Flandes, empe?ados en enarbolar una bandera que s¨®lo ondea a gusto de casi todos en las grandes gestas deportivas. Se sabe que ac¨¦rrimos catalanistas siguen en televisi¨®n los partidos de la selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol, en la intimidad y a bajo volumen, aunque luego se delaten vitoreando a los jugadores de su terru?o, enrolados, casi a la fuerza, como mercenarios de lujo por el Estado centralista y centr¨ªfugo representado por Madrid. Las met¨¢foras deportivas unifican mucho, hacen patria y en los a?os cr¨ªticos quedan como un asidero ¨²nico, tabla de salvaci¨®n del honor nacional en un mar embravecido y sembrado de escollos. Desde la tribuna p¨²blica de TVE escuch¨¦ tambi¨¦n a un deportista vasco confesar que hab¨ªa presenciado todos los partidos de la selecci¨®n nacional de f¨²tbol, aduciendo como justificaci¨®n que en el combinado espa?ol jugaba, al menos, un jugador de su tierra; por cierto, casi siempre, confinado en el banquillo, qui¨¦n sabe si por represalia.
La lengua catalana, maltratada por el franquismo, era refugio de rebeldes y disidentes
El Perich, c¨¢ustico y brillante humorista catal¨¢n, pon¨ªa en boca de un gato fil¨®sofo la siguiente frase que cito de memoria: "El patriotismo es que un gilipollas se sienta orgulloso de que un genio haya nacido en la casa de al lado". Reivindican con m¨¢s ¨¦nfasis la espa?olidad, o la mancheguidad, de Cervantes los que no lo leyeron, y entre los que m¨¢s lo leyeron figuran unos cuantos que polemizan por darle nombre a ese lugar de La Mancha que el propio autor quiso dar por olvidado, seguramente para reivindicarlo en contra de las intenciones y voluntades de don Miguel.
El lenguaje deportivo es inagotable fuente de met¨¢foras. La pol¨¦mica arenga por correspondencia de De Juana Chaos, en la que los jueces ven indicios de delito de enaltecimiento del terrorismo, finaliza con un grito patri¨®tico, fruto esta vez de otro privilegiado cacumen de ETA, Domingo Iturbe, Txomin: "?Aurrera bolie! -"Adelante con la pelota"-. Rebuscando un poco m¨¢s en el ba¨²l de las met¨¢foras patri¨®ticas, De Juana podr¨ªa haber finalizado su misiva con un mucho m¨¢s expresivo y contundente exordio: "A m¨ª Sabino, que los arrollo", frase pronunciada en las Olimpiadas de Amberes de 1920 por el futbolista y nacionalista vasco Belauste antes de marcar un gol decisivo: "A m¨ª Sabino, que los arrollo". El Sabino convocado por Belauste, cat¨®lico y militante del PNV, muerto en el exilio de M¨¦xico, era su compa?ero de equipo Sabino Bilbao, pero algunos recalcitrantes ex¨¦getas del nacionalismo vasco deducen que tal vez se refiriese a Sabino Arana, extravagante mentor ideol¨®gico que arroll¨® con su descerebrado discurso todo argumento l¨®gico, humillando y ofendiendo a castellanos, andaluces y a todos aquellos que no hab¨ªan tenido el privilegio de nacer en esa tierra tocada, demasiado tocada, casi hundida, por la divina gracia del b¨ªblico dios de las batallas.
Apadrinar ni?os extreme?os o llamar malnacidos por desagradecidos a todos los ciudadanos de Extremadura, he aqu¨ª dos perlas del nacionalismo catal¨¢n, pronunciadas por dos pol¨ªticos que se dicen de izquierdas, olvidando que el internacionalismo es base hist¨®rica e irrenunciable de su ideolog¨ªa, a¨²n m¨¢s cuando las descalificaciones nacionalistas se aplican esta vez de forma torticera a los connacionales de otras autonom¨ªas. Hubo un tiempo en el que miles de j¨®venes madrile?os aprend¨ªamos catal¨¢n para entender lo que nos dec¨ªan en su admirable lengua cantantes como Raimon, Pi de la Serra, Llu¨ªs Llach u Ovidi Montllor. La lengua catalana, maltratada por el franquismo, era refugio de rebeldes y disidentes y sus palabras calaban hondo muy lejos de sus fronteras. Hoy, cuando quiere que le entiendan, el ex diputado de Esquerra Republicana Joan Puig insulta a los extreme?os en rotundo y cl¨¢sico castellano, "malnacidos".
Para ser una autonom¨ªa de primera, regional, a Madrid le falta un idioma propio, no para entendernos entre nosotros, que ya lo hacemos en nuestra jerga bastarda, sino para que no nos entiendan los de fuera sin una inmersi¨®n apropiada, un idioma para usarlo como arma arrojadiza contra nuestros vecinos en la m¨¢s pura tradici¨®n de Villarriba y Villabajo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.