Rasca, gilipollas
Ver¨®nica dice que muchas parejas rompen durante las vacaciones porque descubren que no tienen nada de qu¨¦ hablar. Y lo dice de vacaciones, despu¨¦s de diez minutos de silencio. Mierda. Estamos frente al mar. Solos. Siete d¨ªas. Da miedo parar. A veces quiero ver poco a Ver¨®nica. Para que me dure. O para durarle yo a ella. ?Y si no tengo nada que aportarle? No soy especialmente gracioso, ni culto, ni aventurero. La ciudad ya no me protege. Los cines no me arropan. Los restaurantes japoneses no me acogen. Los gin-tonics de Del Diego no me consuelan. Me siento desnudo sin mi capa de director. Ya no soy un superh¨¦roe. Va a descubrir que soy un fraude. Tengo una irremediable tendencia a no aceptar la paz, la tranquilidad, a perpetuar el conflicto, dentro de m¨ª sobre todo. Uno de los mayores problemas de las parejas actuales es que tienden a analizarlo todo demasiado. Vamos a ser civilizados, modernos y sinceros. Vamos a decirnos las cosas. Vamos a crear una base s¨®lida para que nuestra relaci¨®n sea duradera. Mierda, todo mierda. Rasca, gilipollas, t¨² rasca, que si te empe?as, siempre vas a encontrar basura. Ver¨®nica tiene una piel hermosa y delicada, pero si la frotas demasiado, acaban saliendo pelotillas. No te pongas a hablar de esto con ella. Piensa que est¨¢s de vacaciones en un ascensor. Usa frases hechas, s¨¦ banal. Pero si no digo cosas interesantes, se va a aburrir. Pero si me pongo en plan sincero, se va a hartar. Diga lo que diga, me va a dejar. Qu¨¦ ansiedad, qu¨¦ calor, qu¨¦ humedad. Escucha el mar y no hables. No des rienda suelta a tus miedos. No busques soluci¨®n a problemas que no existen. "Hace calor, pero ya ver¨¢s como por la noche refresca", digo despu¨¦s de un buen rato en silencio. Esto es el fin. O el principio. No lo s¨¦. Encima, esta situaci¨®n es como el crucigrama de un peri¨®dico, no te dan la soluci¨®n hasta la siguiente edici¨®n.
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