El futuro de Cristiano
De qu¨¦ color es el futuro blanco de Cristiano Ronaldo? "Nosotros siempre supimos que se quedar¨ªa", ha dicho Alex Ferguson, el representante del Manchester United, tras la confirmaci¨®n por parte del jugador portugu¨¦s de que seguir¨¢ en el equipo brit¨¢nico durante la temporada 2008-2009. Casi todo el mundo ha interpretado esas palabras como indicaci¨®n de que ahora no, pero dentro de un a?o vendr¨¢ al Madrid.
La noticia ha sido acogida con cierto alivio por el sector m¨¢s calmado del madridismo. Nadie duda de que es un grand¨ªsimo jugador. En una reciente encuesta de The Times, Ronaldo aparec¨ªa como el segundo mejor jugador de la historia del Manchester, tras George Best y por delante (qu¨¦ sacrilegio) de Bobby Charlton. Los del sector sensato del Madrid quieren que venga, pero creen que no le vendr¨¢ mal un aplazamiento de 12 meses: para que madure.
Desde que, tras la eliminaci¨®n de Portugal en la Eurocopa, dijo que ve¨ªa su futuro en el Bernab¨¦u, Ronaldo ha prodigado gestos y ruidos de portada como de ni?o caprichoso: de alguien que no sabe lo que quiere o que quiere a la vez cosas contradictorias.
Iker Casillas insinu¨® que no le agradaba tanto ruido y dej¨® caer con diplomacia que ser¨ªa bienvenido si llegaba para "sumar" a la "din¨¢mica de unidad y grupo que mantenemos"; pero que, en caso contrario, ser¨ªa mejor "que se quede en casa". Seguramente pensaba en efectos colaterales como el mosqueo de Robinho, puesto en el escaparate para financiar con su venta parte de la operaci¨®n y luego recuperado de mala manera a la vista de que la cosa se aplazaba.
No todo es achacable a las vacilaciones del astro portugu¨¦s. El Manchester rechaz¨® formalmente la oferta del Madrid y hasta present¨® una denuncia (que la FIFA desestim¨®) contra el club blanco por negociar con un futbolista que ten¨ªa contrato en vigor.
Pese a ello, desde la casa blanca se sigui¨® diciendo que estaban a la espera de un gesto del jugador que obligase a replantear la cosa. Ese gesto s¨®lo pod¨ªa ser de rebeld¨ªa: de negarse a cumplir un contrato renovado hace un a?o y v¨¢lido hasta 2012. La cuesti¨®n es: ?quer¨ªan los madridistas contratar a alguien capaz de esa deslealtad?
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