Notas fr¨ªas, costumbres nocturnas

Alfredo Hueto, el entrenador de Gervasio Deferr, echaba humo por los pasillos del National Indoor de Pek¨ªn mientras la selecci¨®n nacional de gimnasia afrontaba el quinto aparato del d¨ªa, la barra fija. "Es que no puede ser, si lo tengo dicho. Este sistema de competici¨®n no es justo". No fue el ¨²nico que se quej¨®. Seguramente que Manuel Carballo se resbalara en la barra no tuvo nada que ver con la hora, tampoco que Sergio Mu?oz perdiera el pie en su salida y con una voltereta terminara con las esperanzas de que Espa?a metiera la cabeza en la final por equipos. ?l termin¨® llorando. Poco despu¨¦s, Hueto, m¨¢s tranquilo, lament¨® la lesi¨®n del gimnasta de Premi¨¤ en abril: "Nos fren¨® la preparaci¨®n, as¨ª que podemos estar muy contentos del nivel que ha mostrado".

No lo consigui¨® Rafa Mart¨ªnez, que se indign¨® tras el ejercicio de suelo. "?Pero qu¨¦ has de hacer para meterte en la final!", exclam¨® al ver su puntuaci¨®n (15,550, d¨¦cimo y fuera de la final). "T¨² no has clavado el segundo y yo s¨ª. ?Y a ti te punt¨²an m¨¢s alto!", le dijo a Deferr, escandalizado y dolido. Deferr se encogi¨® de hombros y le mir¨® con cara de "?A m¨ª qu¨¦ me cuentas!". El madrile?o se explic¨® luego: "Me alegro por Gervasio, pero no me han puntuado como merec¨ªa, porque lo he hecho mejor que ¨¦l. Estoy decepcionado. El problema es que no quer¨ªan a dos espa?oles en la final". Pese al enfado al mediod¨ªa, a ¨²ltima hora de la tarde, a Mart¨ªnez le lleg¨® una buena noticia tras una actuaci¨®n por debajo de sus posibilidades: se clasific¨® para la final individual que mide a los 24 gimnastas m¨¢s completos y en la que fue 5? en Atenas.

El seleccionador, ?lvaro Montesinos, reconoci¨® que la hora a la que compiti¨® Espa?a, en el primer grupo de la ma?ana, no era la mejor para el equipo espa?ol: "Rendimos mucho m¨¢s por la tarde. De hecho, normalmente en Madrid a las nueve de la noche estamos entren¨¢ndonos todav¨ªa. Es una cuesti¨®n fisiol¨®gica que no hemos cuantificado, pero seguro que la diferencia de rendimiento es muy grande". Por eso, al conocer el orden de competici¨®n, hace meses, se cambiaron los h¨¢bitos de trabajo. "Nos adelantamos: nos levantamos a las siete y media, empezamos los entrenamientos m¨¢s temprano, com¨ªamos antes...".

Otro detalle que no pas¨® por alto el t¨¦cnico fue la actuaci¨®n de los jueces por la ma?ana. "Las puntuaciones son m¨¢s fr¨ªas porque los jueces temen puntuar muy alto no vaya a ser que terminen por la tarde llenando la competici¨®n de dieces".