La inflaci¨®n frena la expansi¨®n argentina
La mayor¨ªa de los analistas vaticinan una ralentizaci¨®n del fuerte crecimiento econ¨®mico de los ¨²ltimos a?os
Los restaurantes de Buenos Aires se llenan los fines de semana, como lo destac¨® la presidenta argentina, Cristina Fern¨¢ndez de Kirchner, al negar que el enfrentamiento con el campo hubiese acarreado una crisis econ¨®mica. Pero tambi¨¦n los comedores populares, a los que asisten los indigentes, est¨¢n teniendo m¨¢s concurrencia.
Son las contradicciones de una de las econom¨ªas que m¨¢s crece en Latinoam¨¦rica -pese a la ralentizaci¨®n que le impuso la crisis agraria- y que soporta una de las tasas de inflaci¨®n m¨¢s altas de la zona, a pesar de que el Instituto Nacional de Estad¨ªstica y Censos (INDEC) no la constata.
Los expertos piden reducir los subsidios y ajustar el tipo de cambio
Tras la crisis profunda de 2001-2002, el PIB argentino creci¨® a una media del 9% hasta el a?o pasado. Argentina sufr¨ªa una inflaci¨®n de alrededor del 10% en 2005 y 2006, pero los indicadores de pobreza se iban reduciendo porque crec¨ªan el PIB, el empleo y los salarios. Pero en 2007, a?o en que Cristina Fern¨¢ndez gan¨® las elecciones para suceder a su esposo, N¨¦stor Kirchner, la inflaci¨®n calculada por consultoras privadas, sindicatos y direcciones provinciales de estad¨ªstica rond¨® el 20% y la pobreza repunt¨® al 30%.
En marzo pasado, la presidenta dispuso un aumento de los impuestos a la exportaci¨®n agr¨ªcola para aprovechar su alta cotizaci¨®n en los mercados mundiales, lo que desencaden¨® una huelga de los agricultores que desabasteci¨® de alimentos al pa¨ªs. En julio, tras cuatro meses de un conflicto que desaceler¨® el crecimiento econ¨®mico y fogone¨® la inflaci¨®n, el Senado ech¨® por tierra la subida tributaria, que iba a reforzar el ahorro fiscal en un pa¨ªs cuya deuda ya alcanz¨® los niveles de cuando suspendi¨® pagos en 2001.
"El conflicto con el campo afect¨® a las perspectivas, y eso impact¨® en menores decisiones de inversi¨®n y dificultades financieras", opina el economista Alfredo Garc¨ªa, del Banco Credicoop. Mientras en el mundo se profundizaba la crisis financiera, el conflicto agrario impuls¨® una p¨¦rdida de dep¨®sitos bancarios -como siempre en la historia argentina, el refugio fue el d¨®lar-, una fuga de capitales y una consiguiente ca¨ªda del cr¨¦dito. El Banco Central reaccion¨® apreciando el peso frente al d¨®lar, una pol¨ªtica contraria a la del tipo de cambio competitivo que ven¨ªa sosteniendo desde 2002.
Los dep¨®sitos comenzaron a recomponerse en julio. El consumo, herido por la inflaci¨®n, ha mejorado sus expectativas tras la crisis agraria, pero las perspectivas de los empresarios, no s¨®lo del campo sino tambi¨¦n de la industria, siguen afectadas por la apreciaci¨®n del tipo de cambio, seg¨²n Dante Sica, de la consultora abeceb.com.
Pero Garc¨ªa considera que los "fundamentos de la econom¨ªa est¨¢n fuertes", porque "uno de los principales or¨ªgenes de divisas para Argentina son las exportaciones agr¨ªcolas, que tienen precios excepcionales". Por el impuesto a la exportaci¨®n, el super¨¢vit fiscal depende del super¨¢vit comercial, que en los ¨²ltimos meses se resinti¨® por las huelgas agrarias y el salto de las importaciones, consecuencia de la escasez de energ¨ªa en un contexto de petr¨®leo encarecido y de la apreciaci¨®n del peso.
La incertidumbre econ¨®mica lleva a pron¨®sticos dis¨ªmiles sobre el crecimiento de este a?o y el pr¨®ximo. Para 2008, los m¨¢s optimistas, como Roberto Frenkel, de la Universidad de Buenos Aires, pronostican una expansi¨®n del PIB de hasta el 7,5%. Los m¨¢s pesimistas, como Ricardo Delgado, de la consultora Ecolatina, prev¨¦n que la econom¨ªa crezca en torno al 5%, "ya no lo va a seguir haciendo a tasas chinas, a tasas muy elevadas, porque hay una desaceleraci¨®n violenta". Para 2009, Garc¨ªa vaticina que el crecimiento apenas se ralentizar¨¢ a menos del 7%. En cambio, Mario Brodersohn, secretario de Hacienda del Gobierno de Ra¨²l Alfons¨ªn (1983-1989), predice una expansi¨®n inferior al 5%. Frenkel advierte que si no se toman medidas para frenar la inflaci¨®n y si, por el contrario, el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez decide, como se prev¨¦, aumentar las ayudas a las familias y reducir el IRPF, el debilitamiento del super¨¢vit fiscal acelerar¨¢ m¨¢s los precios, ¨¦stos afectar¨¢n a la actividad, lo que desalentar¨¢ la inversi¨®n y el empleo, con el siguiente coste pol¨ªtico. El Gobierno, que reniega de la receta ortodoxa de enfriar la econom¨ªa para combatirla, terminar¨¢ "enfri¨¢ndola de la peor manera, por el menor consumo de los que cobran salarios en pesos", seg¨²n Delgado. Pablo Morra, de Goldman Sachs, coincide: "Se crecer¨¢ menos este a?o y mucho menos en 2009". Desde Nueva York, Morra predice que el PIB se expandir¨¢ este a?o 6,2%.
"El principal problema de la econom¨ªa argentina es la inflaci¨®n, y que el Gobierno no la reconozca", define Morra. Para Frenkel, lo m¨¢s grave es que "el Gobierno crea en un organismo estatal que manipula los datos" porque la incertidumbre sobre el IPC ceba las expectativas: "La gente trata de cubrirse aumentando los precios. El salario subi¨® un 24% en 12 meses, pero en esa cifra est¨¢ impl¨ªcita la inflaci¨®n".
Delgado considera que en Argentina la inflaci¨®n sube m¨¢s por factores locales que internacionales y calcula que en 2008 la inflaci¨®n alcanzar¨¢ el 28%, frente al 7% en Brasil. Los alimentos se encarecen al 40%, por lo que afecta sobre todo a los m¨¢s pobres, pero tambi¨¦n aumentan los valores de los servicios privados que no regula el Gobierno, seg¨²n Delgado. Garc¨ªa y Sica creen que el IPC est¨¢ subiendo al 20% anual.
Delgado, Frenkel y Brodersohn recomiendan un ajuste de las pol¨ªticas fiscal y monetaria, la recomposici¨®n de un tipo de cambio m¨¢s competitivo para alentar la inversi¨®n, el aumento de las tarifas de transporte p¨²blico, electricidad y gas para reducir la monta?a de subsidios que las sostienen muy por debajo de los niveles internacionales y la fijaci¨®n de un horizonte para la evoluci¨®n de los salarios. Desde Goldman Sachs, Morra sugiere se?ales fiscales y monetarias para calmar las expectativas de inflaci¨®n. "Esta inflaci¨®n vino por un fuerte incremento de la demanda, una oferta estrecha y por los oligopolios que existen", observa Garc¨ªa, del Banco Credicoop. "En Argentina estar¨ªamos c¨®modos con un 10% de inflaci¨®n, aunque ya el 18% ser¨ªa aceptable, porque el crecimiento genera presiones inflacionarias. En la medida en que el Gobierno reconozca la inflaci¨®n y dise?e un plan contra ella, el problema ser¨ªa manejable", agrega Garc¨ªa. Pero la presidenta argentina ratific¨® hace una semana su confianza en el INDEC.
Brodersohn tampoco prev¨¦ cambios en la pol¨ªtica contra la inflaci¨®n: "Veo que el Gobierno, tras la crisis del campo, ha sufrido una ca¨ªda muy fuerte en su imagen. De ahora y hasta las elecciones legislativas de medio turno de 2009, tratar¨¢ de recuperarla con m¨¢s gasto, con subidas de jubilaciones y salarios, lo que tendr¨¢ consecuencias para 2009 porque caer¨¢ en forma importante el super¨¢vit fiscal. Adem¨¢s, desaparecer¨¢ el super¨¢vit de cuenta corriente porque crecen las importaciones y los precios de las materias primas no ser¨¢n tan favorables".
Las crisis de deuda del pasado argentino sobrevinieron por los d¨¦ficit fiscal y de cuenta corriente, recuerda Frenkel, que descarta que Argentina vaya camino a otra suspensi¨®n de pagos. El profesor universitario se?ala que Argentina cuenta con super¨¢vits gemelos, lo que supone una situaci¨®n mejor que la de Brasil o Colombia, pero reconoci¨® que si el tipo de cambio real sigue perdiendo competitividad por la inflaci¨®n, se deteriorar¨¢ en el largo plazo el saldo comercial favorable y, por tanto, el ahorro fiscal.
Sin contar los bonos que tienen los acreedores que rechazaron la fuerte quita de 2005, la deuda p¨²blica ya ha alcanzado a 144.492 millones de d¨®lares, una cifra similar a los 144.222 millones que acumulaba Argentina cuando suspendi¨® pagos en diciembre de 2001.
A diferencia de aquel a?o y gracias al canje de deuda de 2005, el peso de los intereses es m¨¢s bajo, y los plazos, m¨¢s largos. Por eso, las obligaciones de la deuda pasaron de representar casi un cuarto de los presupuestos del Estado en 2001 a menos de un d¨¦cimo en la actualidad. En diciembre de 2001, la deuda equival¨ªa al 54% de un PIB inflado por la sobrevaloraci¨®n del peso. En 2002, con la devaluaci¨®n y la deuda que ¨¦sta acarre¨®, la relaci¨®n subi¨® al 160%. En la actualidad, es del 56%, aunque si se suman los 30.334 millones de d¨®lares que no entraron al canje se alcanza el 67%. -
Los espa?oles
Los Kirchner y las empresas espa?olas nunca se han llevado de maravilla. Desde los tiempos de N¨¦stor Kirchner (2003-2007), cuando peleaban por las tarifas congeladas en 2002, hasta los de su esposa, Cristina Fern¨¢ndez, en que funcionarios han impulsado un plan de argentinizaci¨®n de compa?¨ªas.
La mayor empresa de Argentina, YPF, filial de Repsol-YPF, comenz¨® 2008 abriendo el camino. Repsol transfiri¨® el 14,9% de YPF al grupo Petersen, de la familia Eskenazi. La segunda empresa espa?ola afectada por la argentinizaci¨®n fue Aerol¨ªneas Argentinas. En un a?o en que viene perdiendo un mill¨®n de d¨®lares por d¨ªa ante el encarecimiento del petr¨®leo, Aerol¨ªneas se reestatilizar¨¢ en septiembre, de acuerdo con lo pactado el mes pasado entre el grupo Marsans y el Gobierno de Cristina Fern¨¢ndez.
El lunes pasado se argentiniz¨® una tercera compa?¨ªa espa?ola. Gas Natural vendi¨® el 19,6% de la segunda distribuidora de gas de Argentina, Gas Natural BAN, al grupo Chemo, de la familia Sigman. El grupo espa?ol mantiene el 50,4% de la distribuidora, que el a?o pasado obtuvo un aumento de tarifas y en la actualidad espera otro. En los primeros tres meses de 2008, Gas Natural BAN perdi¨® 2,4 millones de d¨®lares, un tercio menos que en el mismo lapso de 2007.
La que recibi¨® en julio su segunda subida de tarifas fue Edesur, controlada por Endesa. Edesur, una de las distribuidoras el¨¦ctricas de Buenos Aires, hab¨ªa aumentado sus precios en 2007 y ahora ha conseguido otra alza, entre el 10% y el 30%. Lo que no ha cambiado este a?o es el precio de la generaci¨®n, pese a las reclamaciones de las centrales de Endesa.
Telef¨®nica obtuvo un beneficio neto un 4% menor, de 386 millones de euros, por la apreciaci¨®n del euro. Una de sus inquietudes reposa sobre la decisi¨®n, que adoptar¨¢ la Comisi¨®n Nacional de Defensa de la Competencia, acerca del ingreso de Telef¨®nica en el capital de Telecom Italia, que cogestiona la principal competidora de la espa?ola en este pa¨ªs suramericano, Telecom Argentina.
Los bancos tambi¨¦n ganan. Antes de la crisis de dep¨®sitos y cr¨¦ditos por el conflicto agrario, BBVA Banco Franc¨¦s obtuvo en el primer trimestre de 2008 una utilidad neta de 24,2 millones de d¨®lares, un 8,6% m¨¢s que un a?o atr¨¢s. Santander R¨ªo casi duplica su beneficio neto, al alcanzar los 58,5 millones.
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