El PSC mantiene la ambig¨¹edad

Durante 23 a?os CiU gobern¨® la Generalitat con una relaci¨®n de toma y daca con los distintos inquilinos en La Moncloa. Ahora el Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) es quien gobierna en la comunidad y tiene unos m¨¦todos y objetivos distintos. Mientras Jordi Pujol ara?aba competencias para construir estructuras de Estado para Catalu?a, ahora los socialistas catalanes del presidente Jos¨¦ Montilla prefieren mejor financiaci¨®n para sus pol¨ªticas. Para ello, el PSC piensa hacer valer su peso en las Cortes (25 diputados y 10 senadores) para conseguir un buen acuerdo de financiaci¨®n y, el s¨¢bado junto a CiU, demostr¨® que iba en serio, y se atrevi¨® a no ponerse l¨ªmites.

Montilla presionar¨¢ al m¨¢ximo para conseguir sus objetivos

El velado aviso que lanz¨® el pasado s¨¢bado el consejero de Econom¨ªa catal¨¢n, Antoni Castells, advirtiendo de que "presionar¨ªa" con los Presupuestos para la negociaci¨®n de la financiaci¨®n, ha quedado en el aire y sin confirmaci¨®n alguna.

?Votar¨¢ el PSC en contra de los Presupuestos? Los socialistas catalanes ni confirman ni desmienten. Nunca ha pasado. Desde las elecciones generales de 1982, que encumbraron a Felipe Gonz¨¢lez, el PSC ha sido fiel a su partido hermano. La formaci¨®n mayoritaria de la izquierda catalana est¨¢ como un s¨®lo hombre detr¨¢s de Montilla y de su estrategia, es su herramienta. Nadie del PSC quiso ayer aclarar en p¨²blico las palabras de Castells. Ni tan siquiera para decir si se plantean votar en contra de las cuentas del Estado. No est¨¢ encima de la mesa, pero no quieren ser ellos los que desbaraten este comod¨ªn que tienen en la manga, como si se jugara una larga partida de p¨®ker.

Una de las palabras que suenan en la sede del PSC es "exigencia" en la negociaci¨®n de la financiaci¨®n. El despliegue estatutario, con gran profusi¨®n de servicios sociales, necesita una financiaci¨®n acorde a las expectativas. El proyecto pol¨ªtico de Montilla, y por ende de este PSC, es el Estatuto, y van a presionar al m¨¢ximo para conseguir sus objetivos.

Adem¨¢s, no es balad¨ª que quien indicara que el PSC iba a presionar con los Presupuestos fuera Castells, miembro del ala m¨¢s catalanista del partido e inclinado a que los socialistas catalanes puedan tener voz propia en el Congreso. La t¨¢ctica del PSC es similar a la de CiU, sin alardes nacionalistas ni victimismos, y m¨¢s intensa.

Montilla y su equipo parecen haber repasado el historial y el libro t¨¢ctico del ex presidente Jordi Pujol en su relaci¨®n con la Moncloa y, sobre todo, con los ministros de Econom¨ªa y Hacienda. "El mejor aliado de la Generalitat es [Pedro] Solbes, para lo bueno y lo malo", dec¨ªan la semana pasada fuentes socialistas. En este sentido, el Gobierno catal¨¢n espera con inter¨¦s la propuesta que en octubre les presentar¨¢ el vicepresidente econ¨®mico.

Hasta ese momento Montilla prefiere aguardar la propuesta del vicepresidente econ¨®mico y evitar los dimes y diretes con los dem¨¢s dirigentes territoriales. Pero ya no hay m¨¢s similitudes con CiU, tanto es as¨ª que se ha decretado una vigilancia mutua entre socialistas y nacionalistas.

De hecho, el PSC ha reclamado a la formaci¨®n de Artur Mas que si hay que plantarse en los Presupuestos no les deje en la estacada. La pasada negociaci¨®n del texto estatutario que acab¨® con un pacto, m¨¢s fotograf¨ªa, entre Mas y el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, a¨²n escuece en Catalu?a.

Las negociaciones entre Generalitat y el Ministerio de Econom¨ªa son de lo m¨¢s discretas y se reactivar¨¢n tras las breves vacaciones de Montilla. A principios de septiembre seguir¨¢ el intercambio de impresiones. Mientras tanto, en la esfera p¨²blica los socialistas catalanes har¨¢n suyo el eslogan que lanz¨® su l¨ªder, Jos¨¦ Montilla, y repetir¨¢n que "si gana Catalu?a, gana Zapatero". El peligro de la polarizaci¨®n preocupa a la Generalitat y tratar¨¢n de amansar el trato con el Gobierno y con las dem¨¢s Comunidades Aut¨®nomas, evitando fuego cruzado de declaraciones y tambi¨¦n sin ense?ar sus cartas.