Tras las huellas perdidas de un genio del siglo XX
La que podr¨ªa ser la ¨²ltima obra de Marcel Duchamp (Francia, 1887-1968), el artista m¨¢s influyente en la evoluci¨®n del arte del pasado siglo, es una chimenea. Parec¨ªa que de ella s¨®lo hab¨ªan quedado los dibujos de su libro de artista Chemin¨¦e Anaglyphe y las fotograf¨ªas de la maqueta que le hizo su amigo Man Ray. Pero no, la chimenea se construy¨®, tal como cita Calvin Tomkins en su imprescindible biograf¨ªa Duchamp (Anagrama), y no fue destruida posteriormente, como se daba por hecho. Aquel verano de 1968 en el que un alba?il le construy¨® este hogar, fue el ¨²ltimo de los 11 que pas¨® en Cadaqu¨¦s el autor de Desnudo bajando la escalera, la pol¨¦mica pintura que le sirvi¨® para romper lazos con los cubistas en 1911. Tambi¨¦n fue el ¨²ltimo verano de su vida, ya que falleci¨® a principios de octubre, un mes despu¨¦s de dejar el pueblo, ya enfermo del c¨¢ncer que arrastraba, seg¨²n Tomkins, sin saberlo.
El gran dada¨ªsta, inspiraci¨®n de todo tipo de artistas conceptuales -cuyos trabajos pueden verse hasta el 21 de septiembre en el Museo Nacional de Arte de Catalu?a, en la exposici¨®n Duchamp, Man Ray, Picabia-, hac¨ªa ya tiempo que hab¨ªa relativizado esto del arte, y en Cadaqu¨¦s lo que le preocupaba eran las cosas cotidianas y encontrar contrincante para jugar al ajedrez en el bar Melit¨®n, en donde una placa recuerda que all¨ª se sentaba el artista. Es la ¨²nica que hace referencia a Duchamp en el pueblo (por otra parte, poblado de placas que se?alan por d¨®nde pasaron Picasso, Lorca o, por supuesto, Dal¨ª), pese a que han sido muchos los peregrinos an¨®nimos que han buscado silenciosos su huella. A veces, tan infructuosamente como Alfredo Jaar, que pensando que hab¨ªa encontrado la casa fotografi¨® el balc¨®n para una pieza y m¨¢s tarde averigu¨® que en realidad Duchamp hab¨ªa vivido en el ¨¢tico que hab¨ªa encima...
Uno de los primeros peregrinos fue Richard Hamilton, el artista brit¨¢nico considerado el iniciador del pop art brit¨¢nico (y autor tambi¨¦n de la portada del ¨¢lbum blanco de los Beatles, adem¨¢s de la r¨¦plica autorizada del Gran vidrio, otra de las obras fundamentales de Duchamp). "La primera vez que fui a Cadaqu¨¦s, Duchamp me dijo que ten¨ªa un problema con el plato de la ducha, se quejaba de que sal¨ªa el agua y no ve¨ªa c¨®mo arreglarlo", explic¨® hace unos a?os en Barcelona. "Estuvo trabajando en este problema mucho tiempo, hasta que hizo un molde de yeso, encontr¨® en la cocina un alambre que fundi¨® con plomo y solucion¨® el tema. Mostraba el mismo inter¨¦s por el plato de ducha que por la obra de arte que estaba haciendo entonces, el ?tant donn¨¦s".
Hamilton, que tambi¨¦n acab¨® instal¨¢ndose largas temporadas en Cadaqu¨¦s, fue quien dio la clave para encontrar lo que podr¨ªa ser la ¨²ltima obra de Duchamp. "Sab¨ªamos de la chimenea por referencias, pero pens¨¢bamos que hab¨ªa desaparecido, ya que conozco muy bien al propietario actual de la casa que sol¨ªa ocupar en Port Doguer y all¨ª no hab¨ªa ninguna chimenea", explica Huc Malla, director de la galer¨ªa Cadaqu¨¦s Dos y la persona que gestiona todo lo relacionado con el hallazgo. "Cuando le coment¨¦ a Hamilton lo de la chimenea, me explic¨® que no se hab¨ªa construido en el apartamento que busc¨¢bamos, sino en el que alquil¨® en los ¨²ltimos a?os de su vida". Efectivamente, ya mayores, los Duchamp dejaron el ¨¢tico que ocupaban debido a sus muchas escaleras y se instalaron en otra casa cerca de la playa con una vista a¨²n m¨¢s espectacular. "Con los a?os se vendi¨® la propiedad y la casa se dividi¨® en diferentes apartamentos. En el del primer piso encontramos la chimenea". La actual propietaria a¨²n no se lo acaba de creer. "Compr¨¦ el apartamento en 1989 y al principio, cuando me contaron la historia, me lo tom¨¦ a cachondeo", comenta Lupe P¨¦rez. "La historia, desde luego, es muy rara. Pero empiezo a creerla".
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