Un a?o sin recoger la basura
Gibraltar no ha retirado a¨²n los restos del choque del chatarrero 'New Flame'
La colonia brit¨¢nica en Gibraltar tiene una explicaci¨®n en la Historia. Pero nunca se ha esforzado en ser un buen vecino. Sus condiciones geogr¨¢ficas y fiscales le permiten negocios sobre los que no se cuestiona demasiado. Ni sobre ellos, ni sobre sus consecuencias para otros. Como el caso del New Flame, un chatarrero que estuvo a punto de causar un desastre ecol¨®gico tras, hoy hace un a?o, chocar con un petrolero cuando sal¨ªa del puerto de la colonia. Despu¨¦s de un a?o, Gibraltar sigue sin retirar su basura de las aguas de la Bah¨ªa de Algeciras.
Ya no quedan restos a la vista, pero el mar esconde tres trozos de casco
El barco paname?o choc¨® con un petrolero dan¨¦s tras zarpar sin permiso
Eran poco antes de las seis de la ma?ana cuando el capit¨¢n del New Flame zarpaba sin permiso del puerto de Gibraltar. Por eso, por salir sin permiso, choc¨® con el petrolero de bandera danesa, Torm Gertrud cuando realizaba maniobras de aproximaci¨®n al puerto gibraltare?o. Por suerte, el petrolero, cargado con 37.000 toneladas de crudo, s¨®lo sufri¨® da?os superficiales y tanto su tripulaci¨®n como la del chatarrero, que qued¨® semihundido, salieron ilesas del percance.
Esta misma semana, las labores de rescate del barco paname?o han entrado en su fase m¨¢s intensa. Se podr¨ªa decir que en un momento clave, al haberse iniciado por parte de los expertos de la empresa Titan Salvage, la recuperaci¨®n del casco y armaz¨®n del barco. De hecho, hasta la pasada semana, a¨²n se pod¨ªa divisar en la superficie desde cualquier punto de la costa circundante, el puente y la torre del barco, sobre la que coronaba una chimenea color azul a la que muchos ya se hab¨ªan acostumbrado.
Los 365 d¨ªas del New Flame en la Bah¨ªa de Algeciras han transcurrido entre las cr¨ªticas de los ecologistas que incluso llegaron a subirse a la torre del barco semihundido para colocar una pancarta de protesta, los reproches del Gobierno espa?ol ante la ineficacia del Ejecutivo gibraltare?o y el silencio y las dudas que el propio Gobierno encabezado por Peter Caruana ha sembrado como consecuencia de su falta de transparencia.
El suceso lleg¨® hasta Bruselas de manos de los conservacionistas y del propio Gobierno espa?ol, que le exigieron al Reino Unido su cuota de responsabilidad por los sucedido en su colonia ante lo que consideraron "una actitud negligente" por parte de Gibraltar, ya que los d¨ªas pasaron y no s¨®lo no se recuperaba el barco, sino que las playas de Algeciras y La L¨ªnea se ve¨ªan afectadas por varios vertidos procedentes del interior del barco. A todo esto hay que sumar, la pol¨¦mica abierta acerca de la carga que el chatarrero transportaba en el momento de la colisi¨®n con el Torm Gertrud. 43.000 toneladas de chatarra y escorias de hierro.
Al principio, el Gobierno de Gibraltar mantuvo un sospechoso silencio, ante las afirmaciones de los ecologistas que aseguraron que en el interior de la bodega de carga del New Flame viajaban 43.000 toneladas de tubos de escape y bater¨ªas para autom¨®viles. M¨¢s tarde y ante la insistencia de las autoridades espa?olas, Caruana y los expertos de Titan Salvage confirmaron que se trataba de chatarra no contaminante y trozos y escorias de hierros. La pol¨¦mica surgi¨® entonces, cuando los ecologistas denunciaron que el destino de la chatarra era una empresa no autorizada del Campo de Gibraltar y que, los restos del New Flame se estaban introduciendo en Espa?a a trav¨¦s de la aduana de La L¨ªnea de la Concepci¨®n.
As¨ª era, una vez m¨¢s, Verdemar-Ecologistas en acci¨®n estaba en lo cierto y as¨ª, la Guardia Civil intercept¨® varios camiones con m¨¢s de 29.000 kilogramos de chatarra cuyo destino era una empresa de San Roque (C¨¢diz). A partir de entonces, la chatarra cambi¨® de ruta. Varios cargamentos, partieron de Gibraltar con destino al puerto de Lisboa (Portugal), donde la chatarra era descargada. Ha tenido que pasar casi un a?o para conocer adonde ha ido a parar la carga del New Flame, ya que hace tan s¨®lo unos d¨ªas, el 29 de julio pasado, el Ministerio de Asuntos Exteriores confirmaba a los ecologistas de Verdemar, en una carta de respuesta a una anterior remitida por los conservacionistas, que: "La chatarra no es contaminante y que est¨¢ siendo trasladada a Portugal, desde donde se ejerce un exhaustivo control seg¨²n las normativas europeas de residuos, antes de que vuelva a Espa?a".
La inc¨®gnita se centra ahora en saber, qu¨¦ se va a hacer con los restos del casco del buque que permanecen a¨²n en uno de los muelles del puerto de Gibraltar y con las m¨¢s de 10.000 toneladas de chatarra que no se han podido retirar al haber quedado adheridas al casco del buque. Del New Flame ya no quedan restos en la superficie, pero a una milla de Punta Europa, en aguas espa?olas gestionadas por Gibraltar, yacen a¨²n tres trozos de su casco, que poco a poco, ser¨¢n retirados por los submarinistas y expertos que llevan a cabo la operaci¨®n de rescate.
Las autoridades de Espa?a, Reino Unido y Gibraltar, estudian la creaci¨®n de una autoridad mar¨ªtima ¨²nica. En juego est¨¢ el futuro de una zona que atraviesan m¨¢s de 100.000 barcos al a?o.
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