Catalu?a marca el ritmo pol¨ªtico
La negociaci¨®n de la financiaci¨®n condiciona los pr¨®ximos Presupuestos
El debate sobre Catalu?a marc¨® la pasada legislatura, sobre todo en su primera mitad, y condicionar¨¢ a¨²n m¨¢s ¨¦sta por los flecos que quedaron pendientes del Estatuto y por la aritm¨¦tica parlamentaria en el Congreso de los Diputados. Casi todas las combinaciones de acuerdos en la C¨¢mara llevan al PSOE a mirar a Catalu?a.
El primer asalto es el de la financiaci¨®n, pero le seguir¨¢n otros como el del desarrollo estatutario en asuntos como la Justicia, que requieren leyes org¨¢nicas, y el resultado del recurso en el Tribunal Constitucional contra el Estatuto. Ese escenario est¨¢ condicionado por la estrategia de cada partido.
- PSOE. El equilibrio con el PSC. Est¨¢ obligado a hacer compatibles los intereses contrapuestos de las comunidades que gobierna, sin incumplir el Estatuto de Catalu?a y sin irritar en exceso a barones territoriales como los de Castilla-La Mancha, Extremadura y Andaluc¨ªa. Se volc¨® con Catalu?a en la anterior legislatura y los electores lo agradecieron con 25 diputados del PSC, pero su objetivo ahora es mejorar posiciones en Madrid o Valencia, donde les hizo da?o el tr¨¢mite del Estatuto catal¨¢n. El Gobierno necesita sacar adelante los Presupuestos del Estado y, obviamente, no provocar la rebeli¨®n del PSC. Est¨¢ obligado al acuerdo porque si no se ver¨ªa forzado a prorrogar las cuentas, lo que tendr¨ªa consecuencias nefastas. Su problema es que la crisis econ¨®mica limita su margen de maniobra para mejorar la financiaci¨®n. De c¨®mo se resuelvan la financiaci¨®n y el desarrollo del Estatuto depender¨¢ que pueda cerrar un acuerdo de estabilidad parlamentaria con CiU.
- PP. Sin soluci¨®n propia. El partido de Mariano Rajoy est¨¢ en pleno viaje desde lo que se tach¨® de anticatalanismo en la anterior legislatura a la integraci¨®n en la pol¨ªtica catalana. Todo ello sin renunciar a su prolijo recurso ante el Tribunal Constitucional contra el Estatuto. No tiene posici¨®n propia sobre financiaci¨®n, m¨¢s all¨¢ de la de las distintas comunidades en funci¨®n de sus intereses. Por ejemplo, Francisco Camps, poderoso bar¨®n regional de Valencia, comparte la posici¨®n de Catalu?a. Tiene ahora a favor la posibilidad de reunir votos de otros grupos en contra del Gobierno para ponerle en apuros, como hizo con las comparecencias de Zapatero y Solbes sobre la crisis.
- CiU. Condiciones y condiciones. "Para el Gobierno somos casi como la ¨²ltima coca cola del desierto", asegura un diputado de CiU para explicar que forman el ¨²nico grupo que por s¨ª solo garantiza la aprobaci¨®n de los Presupuestos. La condici¨®n que han puesto para ese voto es la de la financiaci¨®n, junto a otras que ve susceptibles de acuerdo como la inversi¨®n en Catalu?a, el presupuesto en I+D+I y medidas de apoyo a la econom¨ªa productiva. Fuentes de la direcci¨®n de CiU dan por hecho que habr¨¢ una contraoferta del Gobierno en septiembre que permita el apoyo de su grupo a los Presupuestos. Recuerdan que, en 2000, el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar desencall¨® la negociaci¨®n poniendo sobre la mesa 12.000 millones de pesetas para todas las comunidades aut¨®nomas. Ahora entienden que la crisis limita esa actuaci¨®n, pero ven margen de maniobra al poder diferir la financiaci¨®n a varios a?os.
- ICV, ERC e IU. Apoyo complicado. Su apoyo a los Presupuestos es muy complicado y as¨ª se lo hicieron saber a Zapatero a principios de agosto. Consideran que la pol¨ªtica econ¨®mica en esta legislatura se aleja de la izquierda y el Gobierno los ve como socios ocasionales en normas determinadas. Solos no completan mayor¨ªa absoluta.
- PNV. Lejos aunque no le afecte. No le afecta la financiaci¨®n, pero su posici¨®n est¨¢ muy alejada de la del Gobierno por el rechazo a la consulta de Ibarretxe y la proximidad de las elecciones vascas. Las intervenciones de sus diputados han sido las m¨¢s cr¨ªticas contra el Gobierno de la legislatura reci¨¦n iniciada.
- BNG. El m¨¢s cercano al PSOE. Es socio estable del PSOE en Galicia y es el que m¨¢s cerca ha estado del Gobierno en lo que va de legislatura. S¨®lo la proximidad de las auton¨®micas podr¨ªa distanciarles estrat¨¦gicamente.
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