Bloqueo en la red de San Francisco

El gobierno de la ciudad de San Francisco cambiar¨¢ la red inform¨¢tica mediante la que administra sus datos, despu¨¦s de que un ingeniero municipal bloqueara el acceso a cualquier persona que no fuera ¨¦l mismo durante ocho d¨ªas. El inform¨¢tico Terry Childs, de 43 a?os, fue detenido el mes pasado. Como administrador de la red municipal, contratado por el Departamento de Tecnolog¨ªa del Ayuntamiento, hab¨ªa creado una clave de acceso para la red que controla la mayor¨ªa de bases de datos de la ciudad. En esta red se incluyen los correos electr¨®nicos de los funcionarios, as¨ª como sus nombres y n¨®minas, la integridad de los registros civil y judicial y otra informaci¨®n crucial para el funcionamiento de la ciudad.

S¨®lo Childs sab¨ªa esta clave y se neg¨® a revelarla a nadie m¨¢s. Mil cien ordenadores municipales quedaron in¨²tiles. El funcionario convertido en pirata gan¨® acceso ilimitado a todas y cada una de las p¨¢ginas de informaci¨®n de los servidores locales. Se calcula que las p¨¦rdidas del Ayuntamiento durante este bloqueo ascienden a 200.000 d¨®lares (133.000 euros). Despu¨¦s de ocho d¨ªas en la c¨¢rcel, acept¨® darle la clave en persona al alcalde de la ciudad, Gavin Newsom.

En junio, el Ayuntamiento hab¨ªa descubierto que Childs hab¨ªa estado accediendo a informaci¨®n clasificada aprovechando su condici¨®n de administrador de la red. Adem¨¢s, se hab¨ªa descargado cientos de gigas de informaci¨®n a diversos discos duros. Cuando sus superiores le amonestaron, comenz¨® a secuestrar todos sus correos y comunicaciones. Se le suspendi¨® de su puesto y, en protesta, decidi¨® secuestrar toda la red. Aunque en este momento se encuentra en prisi¨®n, la polic¨ªa de San Francisco est¨¢ investigando si permiti¨® el acceso a otras personas que puedan estar planeando otro ataque similar.

Sin embargo, la oficina del fiscal del distrito de San Francisco, bien podr¨ªa haber creado otro problema de seguridad semejante porque a finales de la semana pasada emiti¨® una serie de pruebas judiciales para inculpar a Childs y, entre ellas, se encontraban 150 nombres de usuarios y contrase?as de otros tantos funcionarios p¨²blicos, difundiendo a todos los medios de comunicaci¨®n datos privados.