Flotar en globo sobre Do?ana

"Volar en globo no es volar, es m¨¢s bien flotar". Hace algo m¨¢s de un mes, el catal¨¢n Jordi Morera, de 42 a?os, venc¨ªa sus temores derivados del v¨¦rtigo que padece y afrontaba una aventura de altura: embarcarse en un globo aerost¨¢tico y vagar por las nubes en las inmediaciones del Parque Natural de Do?ana (Huelva). Una experiencia ¨²nica que puede dar un toque distinto a las vacaciones y que ofrece la empresa Green Aerostaci¨®n. Volar sobre Do?ana, sobre su mar de pinos, sobre ese oc¨¦ano verde, en el silencio de un globo, convierte la experiencia en algo personal, casi ¨ªntimo. El ¨²nico vestuario que los clientes requieren para comenzar la aventura es llevar una ropa propia para la estaci¨®n y el d¨ªa en que se vuele. Durante el mismo, la temperatura ser¨¢ id¨¦ntica a la de ras de suelo. Una vez que los pasajeros han subido al globo, ¨¦ste asciende hasta unos 1.500 pies, para posteriormente ir descendiendo lentamente, todo depende del viento y su direcci¨®n.

"Lo primero que me llam¨® la atenci¨®n fue la rapidez con la que subes, casi sin darte cuenta y, de repente, ah¨ª est¨¢s, flotando. Y no produce nada de v¨¦rtigo", confiesa Morera, catal¨¢n que vive en Sevilla. Una vez en el aire, los pasajeros disfrutan de un vuelo perfectamente controlado, pero que se sigue a merced del aire que corre, que terminar¨¢ indic¨¢ndoles d¨®nde tomar tierra. "El globo va all¨ª donde decida el viento, ese es su principal encanto. Est¨¢ metido dentro de la corriente, desplaz¨¢ndose lentamente, como una nube de colores", explica por correo electr¨®nico Jes¨²s G¨®mez Green, gerente de la empresa. "Disponemos de una buena informaci¨®n meteorol¨®gica y sabemos de antemano la direcci¨®n, que cambia adem¨¢s con la altura", contin¨²a el gerente.

Una de las cosas que m¨¢s le gust¨® a Morera fue volar a baja altura. "Se dan escenas muy divertidas cuando ves que puedes hablar con la gente que est¨¢n abajo en tierra, que se queda sorprendida de ver un globo silencioso flotando por encima de ellas", recuerda el pasajero. Tambi¨¦n en los alrededores del Parque Natural de Do?ana se vuela a ras de las copas de los ¨¢rboles (encinas, pinos y olivos). As¨ª se consigue que los viajeros tengan plena sensaci¨®n de movilidad porque, al volar formando parte del aire, la percepci¨®n de la velocidad se pierde. "Es una sensaci¨®n parecida a ir en un velero, pero flotando en el aire. Sobrevolaremos el entorno natural de Do?ana y si el viento lo permite El Corredor Verde del Guadiamar, el primer Paisaje Protegido de Andaluc¨ªa", destaca G¨®mez Green.

Los vuelos suelen durar 60 y 90 minutos. Al aterrizar -all¨ª donde designe el viento-, se recoge el globo y se traslada a los pasajeros a la venta mas cercana para tomar un buen desayuno Marisme?o (un zumo de naranja natural y tostadas con jam¨®n acompa?ado de un caf¨¦, te, cerveza o refresco). Es el momento para comentar sensaciones y an¨¦cdotas del vuelo. "Al acabar el desayuno nos echan un poco de cava por la cabeza , es el bautismo del aire. Es todo muy simp¨¢tico", reconoce satisfecho Jordi.