El sue?o de Harry Potter
Harry Potter, el joven aprendiz de mago creado con enorme ¨¦xito por la multimillonaria escritora brit¨¢nica J. K. Rowling, hace maravillas con su capa de invisibilidad. Griffin, el protagonista de la famosa obra de ciencia-ficci¨®n de H. G. Wells El hombre invisible, se reviste con abrigo y guantes y se cubre el rostro con vendas, gafas y sombrero para dar a entender que es visible cuando justamente no lo es. Uno y otro reflejan la atracci¨®n por el misterio de lo oculto. La literatura y el cine han dado desde siempre cuenta de ello.
El ser humano ha so?ado, y contin¨²a so?ando, con la fascinaci¨®n de la invisibilidad. Ver sin ser visto. La ciencia empieza a considerar esa idea posible mediante la utilizaci¨®n de los llamados metamateriales, elementos distintos en estructura a los materiales naturales, y el comportamiento de la luz a trav¨¦s de ellos. Los avances comienzan a ser realmente espectaculares. As¨ª parece, a juzgar por los estudios que viene realizando un equipo de cient¨ªficos de la Universidad de Berkeley (California), que han sido publicados esta semana por las revistas especializadas Nature y Science.
De la importancia de la investigaci¨®n da idea el hecho de que el Pent¨¢gono es quien est¨¢ financiando los trabajos. Obviamente, los efectos militares que significar¨ªa la invisibilidad total de un avi¨®n, de un carro de combate o incluso de un nav¨ªo de guerra est¨¢n fuera de discusi¨®n. Pero no s¨®lo. El desarrollo de los metamateriales permitir¨ªa la mejora de la telefon¨ªa y de la insonorizaci¨®n de edificios, as¨ª como de la luz, seg¨²n sostienen los cient¨ªficos. Los trabajos de los investigadores de Berkeley parten de la creaci¨®n de materiales inexistentes en la naturaleza, que son capaces de jugar con las ondas luminosas de forma distinta de como lo hacen el resto de los materiales conocidos, a trav¨¦s de la refracci¨®n de la luz.
Pero al margen de los efectos indiscutiblemente notables que supondr¨ªa alcanzar la invisibilidad de los objetos, habr¨ªa que preguntarse si el ser humano ser¨ªa capaz de utilizar y administrar ¨¦ticamente tal recurso o si, por el contrario, se servir¨ªa de ello para perjudicar al pr¨®jimo camuflando objetos en su propio provecho. En cualquier caso, no por ello habr¨ªa que frenar a la ciencia.
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