... y luego, a correr delante de los toros
El primer encierro de las fiestas patronales termina sin incidentes
No eran los toros el plato fuerte de la ma?ana de ayer en Pinto. Mientras a miles de kil¨®metros de distancia un pinte?o ilustre, Alberto Contador, afrontaba los instantes previos a su particular lucha ol¨ªmpica contra el crono, apenas medio centenar de valientes esperaban con tensi¨®n el inicio de otra carrera. M¨¢s modesta y sin medallas de por medio. Eso s¨ª, con un toro detr¨¢s.
"En cuanto terminemos aqu¨ª nos vamos a la plaza a ver a Contador", explicaba nervioso Jos¨¦ Garc¨ªa, de 32 a?os, con la mirada clavada en el fondo de la calle. Junto a ¨¦l, sus cuatro compa?eros de "fatigas toreras". Todos, rigurosamente equipados para la ocasi¨®n: zapatillas de deporte, ch¨¢ndal oscuro y camiseta blanca. Una docena de agentes de la Guardia Civil se afanaban mientras en evitar la presencia de menores en el recorrido.
La localidad vivi¨® ayer el primero de los tres encierros previstos dentro de sus fiestas patronales en honor de la Virgen de la Asunci¨®n. Y lo hizo sin ning¨²n incidente relevante. Los servicios de emergencia s¨®lo tuvieron que atender a dos hombres: uno de ellos con erosiones en las manos, producto de un resbal¨®n durante el recorrido; el otro, con un corte causado por un cristal.
Fue un encierro por goteo. Divididas en cuatro sueltas -las dos iniciales con dos toros cada una, y las dos ¨²ltimas con uno-, las carreras apenas alcanzaron el minuto de duraci¨®n, lo que tardaron las reses y los corredores en alcanzar una plaza de toros abarrotada de espectadores.
Ya en el interior, alg¨²n revolc¨®n y el remoloneo de los ¨²ltimos toros, que se resistieron durante algunos minutos a entrar a chiqueros, provocaron el jolgorio del p¨²blico, que en m¨¢s de una ocasi¨®n se despach¨® a gritos de "tonto, tonto", con alguno de los espont¨¢neos que saltaron al albero. Finalizado el encierro, se produjo una nueva suelta de un novillo y dos toros mansos en la plaza, que durante media hora fueron recortados por una veintena de personas: todos ellos hombres, la mayor parte j¨®venes. Despu¨¦s, a¨²n qued¨® tiempo para acudir a la cita obligada con Contador.
Hoy se celebrar¨¢ el segundo de los encierros a partir de las ocho de la ma?ana, con el recorrido habitual a lo largo de la calle de Manuel Miralles.
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