La vacuna del papiloma llegar¨¢ a las ni?as de toda Espa?a este a?o
La medida evitar¨¢ 1.000 c¨¢nceres anuales y costar¨¢ 10 millones de euros
El curso que comenzar¨¢ en septiembre traer¨¢ algo m¨¢s que asignaturas nuevas para las ni?as de 9 a 14 a?os. Muchas de ellas tendr¨¢n el regalo a?adido de tres pinchazos, las tres inyecciones que constituyen la vacuna contra el virus del papiloma, una de las causas del c¨¢ncer de cuello de ¨²tero.
El l¨ªmite para inmunizar era 2010, pero las autonom¨ªas no han esperado
Los medicamentos no evitan que haya que seguir haciendo citolog¨ªas
La decisi¨®n de incluir este tratamiento en los servicios sanitarios se adopt¨® en octubre de 2007 por unanimidad en el Consejo Interterritorial (el ¨®rgano de coordinaci¨®n entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades). Las autonom¨ªas ten¨ªan hasta 2010 para hacerlo, pero ninguna ha querido esperar. El objetivo es evitar una enfermedad que cada a?o se diagnostica a unas 2.000 mujeres en Espa?a, y que causa unas 600 muertes al a?o.
Aunque el c¨¢ncer de c¨¦rvix es el segundo m¨¢s frecuente entre las mujeres del mundo, en Espa?a su incidencia es muy baja. Ello no se debe a que el virus sea menos frecuente. Se calcula que un tercio de los adultos de ambos sexos lo tiene, aunque no lo note. Lo que ocurre es que los programas de cribado (las revisiones peri¨®dicas, como las citolog¨ªas o la famosa prueba de Papanicolau) son capaces de detectar las lesiones precancerosas antes de que se desarrollen.
Actualmente, hay dos vacunas que se venden en Espa?a: las de MSD y GSK. Ambas cuestan alrededor de los 450 euros, a lo que habr¨ªa que a?adir el precio del personal y material necesario.
Los planes de las comunidades var¨ªan, pero todos se dirigen a ni?as de entre 11 y 14 a?os (Madrid va a empezar por las mayores, por ejemplo, y La Rioja quiere llegar a todo el grupo). Como, seg¨²n el INE, en Espa?a hay algo m¨¢s de 200.000 ni?as de cada una de esas edades, eso quiere decir que las comunidades se van a gastar unos 10 millones de euros cada a?o.
La idea de poner la vacuna a las peque?as tan pronto es porque ¨¦sta s¨®lo sirve si se da antes de que entren en contacto con el virus, que se transmite por v¨ªa sexual y est¨¢ presente en m¨¢s de un 30% de los adultos, aunque la mayor¨ªa no lo note. Por eso, hay que aplicar la inmunizaci¨®n antes de que las chicas tengan sus primeras relaciones sexuales.
La carrera por vacunar a las j¨®venes ha sido tomada por unanimidad entre los pol¨ªticos (al menos cinco comunidades ya lo hacen y el resto empezar¨¢ el pr¨®ximo curso), pero no cuenta con el mismo respaldo entre los expertos en salud p¨²blica.
A favor est¨¢n, por ejemplo, Silvia de Sanjos¨¦ y otros m¨¦dicos del Instituto Catal¨¢n de Oncolog¨ªa. Ellos defienden que la vacuna se ha probado en 60.000 personas y protege contra el virus. "Representar¨ªa anualmente la prevenci¨®n de 1.745 casos de c¨¢ncer de cuello uterino invasor y de 417 muertes por esta causa. A su vez, la reducci¨®n de aproximadamente el 60% de las patolog¨ªas preinvasoras aliviar¨ªa de forma significativa la carga asistencial y emocional asociada a los diagn¨®sticos de lesiones citol¨®gicas que requieren exploraciones adicionales y frecuentemente tratamientos quir¨²rgicos", afirman.
En contra est¨¢n Carlos ?lvarez-Dardet, catedr¨¢tico de la Universidad de Alicante y director de la revista Journal of Epidemiology and Community Health, y Miquel Porta, del Institut Municipal d'Investigaci¨® M¨¨dica de Barcelona, que han puesto en marcha una web (www.caps.pangea.org/declaracion/) para recoger firmas y pedir la moratoria en la aplicaci¨®n de la vacuna. Ya han recogido m¨¢s de 6.300 de investigadores y m¨¦dicos, con gran presencia de mujeres.
Porta insisti¨® ayer en que ellos no estaban en contra de la vacuna, sino de que hubiera que vacunar ya. Para estos especialistas, el balance coste-eficacia no justifica, en Espa?a, la financiaci¨®n del medicamento ni que se d¨¦ a todas las chicas. "Lo m¨¢s importante es que no se ha demostrado que proteja contra el c¨¢ncer", insiste Porta. Para empezar, las vacunas s¨®lo inmunizan ante cuatro (la de MSD) y dos de los tipos de virus (la de GSK) del m¨¢s de centenar que existen, se?ala el m¨¦dico. Por eso, las mujeres que hayan recibido las inyecciones correspondientes no van a evitar tener que someterse a las correspondientes revisiones ginecol¨®gicas a lo largo de su vida. Es decir, que la vacuna no ahorra costes.
El grupo calcula que cada c¨¢ncer evitado dentro de 30 a?os habr¨¢ costado unos ocho millones de euros. Una cifra excesiva cuando una citolog¨ªa a tiempo, que es much¨ªsimo m¨¢s barata, puede tener el mismo efecto.
Es verdad que de todos los c¨¢nceres de c¨¦rvix, la mayor¨ªa lo producen dos tipos de virus, que est¨¢n en ambas vacunas: el 16 y el 18. Pero no est¨¢ claro en qu¨¦ proporci¨®n. Un reciente estudio de la Universidad de Barcelona, dirigido por Jos¨¦ M. Lailla y publicado en Gynecologic Oncology, rebaja esta cifra a menos del 50%, y lo deja en el 25% si se tienen en cuenta los c¨¢nceres en los que, aparte del virus, exist¨ªan otros factores considerados determinantes.
El problema del dinero no es balad¨ª. Aunque las comunidades se hayan visto abocadas a ofrecer la vacuna (ninguna pod¨ªa afrontar la acusaci¨®n de que la vecina s¨ª la daba), algunos expertos ni siquiera est¨¢n convencidos de que vaya a funcionar. L¨®gicamente, los ensayos no han cubierto la vida completa de las voluntarias, por lo que es posible que el efecto se pierda con el tiempo. Por eso una de las peticiones del grupo que propon¨ªa una moratoria -y as¨ª se lo han hecho saber al ministro de Sanidad, Bernat Soria- es que, por lo menos, se haga un seguimiento.
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