"El agua tiene color de derechas"
"?Oye? Ahora turbinan los de Endesa". Nada, pero uno tampoco se alarma: pocos pueden auscultar un pantano. Y, menos a¨²n, como Sergi Morilla. Es el encargado del embalse de Sau, iconograf¨ªa que ha marcado a Catalu?a durante una sequ¨ªa que, por pertinaz, parec¨ªa franquista: la m¨¢s dura en 70 a?os.
La culpa (de la fijaci¨®n) la tiene el campanario rom¨¢nico del siglo XI, p¨¦treo nivel del embalse desde que en 1962 cubriera el pueblo de Sant Rom¨¤ y que en abril ense?¨® impert¨¦rrita sus bajos. Las aguas estaban al 12,6%, la cota m¨¢s baja de su historia tras el dantesco 5,5% de 1990.
"Cada litro de lluvia por metro cuadrado aumenta un mil¨ªmetro el nivel"
La sequ¨ªa amenaz¨® Catalu?a en primavera y desat¨® la guerra del agua entre todas las administraciones.
"La tristeza de verlo as¨ª es infinita, pero ha ido bien... por los pol¨ªticos: les ha obligado a tomar decisiones", apunta Morilla. Lo dice mientras consulta en la web de la Agencia Catalana del Agua cifras que ¨¦l y sus tres t¨¦cnicos alimentan cada d¨ªa con cotas del embalse y datos meteorol¨®gicos. "Ahora est¨¢ al 68,35%, un 0,3% menos que ayer", constata. ?Pero si del campanario s¨®lo se ve el tejado? "?se es el problema: la gente lo ve y dice que est¨¢ lleno, pero quedan 50 millones de metros c¨²bicos para eso", dice inquieto.
Desgrana funciones mil de su labor (crecidas del r¨ªo, desprendimientos, reparaci¨®n de infraestructuras...) mientras, de nuevo con el rat¨®n, vigila a su compa?ero (bajo la cascada de cemento de la presa) gracias a una de las nueve c¨¢maras de seguridad. A la vez responde al m¨®vil, pero siempre mirando por la ventana hacia el pantano.
Y es que hay algo que no concuerda en Morilla: esa tez quemada por el sol y unos brazos que no es posible haber musculado ante el ordenador. Hay truco: es el encargado del pantano desde 2000, si bien trabajaba en ¨¦l desde 1985. Pero su relaci¨®n con los embalses es lejana. "Mi padre iba por Espa?a all¨ª donde se constru¨ªan e instalaba una cantina; se ganaba la vida, porque en los cincuenta esos obreros eran de los mejor pagados. Cuando se acababa la presa, cerraba e iba a otra". Huelga decir que as¨ª lleg¨® a Sau y que los hijos que ven¨ªan recomendaron echar ra¨ªces en Vilanova de Sau, ¨²ltimo pueblo antes del pantano, donde en 1965 naci¨® Sergi, "un d¨ªa muy lluvioso". El resto, imaginable: el ni?o iba con su padre por todo el pantano y el progenitor reforz¨® su vocaci¨®n haci¨¦ndole electricista.
No hay rinc¨®n de Sau que Morilla no conozca. Por eso, viejas infraestructuras le han servido para soluciones de emergencia, para sorpresa de ingenieros o bi¨®logos, que as¨ª disponen en pleno embalse de un laboratorio, por ejemplo. "El agua, abajo, est¨¢ a 8 grados, y en superficie, a 23-24: cuanto m¨¢s caliente, peor calidad", apunta ya fuera del despacho mientras cambia sandalias por botas ("la seguridad es estricta: no podemos ir ni solos ni con pantal¨®n corto"). Juega mucho la veteran¨ªa, y eso hace que Morilla, ya en el 4 - 4, considere que ¨¦l es esencial. "Es importante ser mec¨¢nico o electricista, pero es preferible llevar 10 a?os de experiencia para estar aqu¨ª". Ejemplo: en 2005, Sau se desembals¨®; vivirlo le permiti¨® aprovechar ahora para arreglar el parking, cambiar desag¨¹es o el sistema de sacar peces: de una barca con redes para pescarlos a dejar que murieran y recogerlos en superficie. "Aun as¨ª, hay 400 toneladas m¨¢s", dice.
"?Mira en casa si van los grifos de paso?", justifica para enfilar, casco en ristre, el pasillo subterr¨¢neo de la cascada de cemento. Hace fresco. La pared de la derecha aguanta el agua del embalse. Glups. Hoy tocan los desag¨¹es de fondo. Todo correcto: cada compuerta se abre en nueve minutos. Sorprende lo r¨¢pido que Morilla pasa metros c¨²bicos a toneladas o litros cuando, ya en la superficie, dice: "Cada litro de lluvia por metro cuadrado s¨®lo aumenta un mil¨ªmetro el nivel; mi teor¨ªa es que los d¨ªas de viento se evapora m¨¢s".
Se ense?a que el agua es incolora, inodora e ins¨ªpida, pero, ?tiene color pol¨ªtico? Morilla prefiere no hablar de eso -"los criterios de los t¨¦cnicos no suelen coincidir con los de los pol¨ªticos"-, si bien ser¨ªa partidario de tener toda la red interconectada y tambi¨¦n las infraestructuras para trasvasar agua del R¨®dano o del Ebro. ?Y subir el precio? "Inevitable: faltar¨¢ obra nueva para almacenar y habr¨¢ que pagarla". Pero, puestos a colorear, cree que el agua es de derechas: "Casa mejor con su pol¨ªtica: son pragm¨¢ticos y no atienden a protestas". Pero qu¨¦ lejos cae eso cuando Morilla se va al punto m¨¢s alto de la monta?a y desde all¨ª contempla el pantano.
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