Los conservadores se lanzan a la yugular de Barack Obama
Un libro superventas describe al candidato como un peligro para la naci¨®n
La revista The New Yorker llev¨® a su portada a finales de julio una caricatura de Barack y Michelle Obama dibujados como armados y peligrosos terroristas islamistas. Su prop¨®sito era ridiculizar este tipo de acusaciones sobre el candidato dem¨®crata a la presidencia de EE UU, seg¨²n explicaron portavoces de la revista.
El autor admite que su objetivo es evitar que el senador gane las elecciones
Le retrata como un radical de izquierda con conexiones islamistas
Hoy hace furor un libro, aparecido hace dos semanas, que ofrece una imagen similar, pero esta vez sin iron¨ªa alguna: The Obama Nation [La Naci¨®n Obama], de Jerome Corsi, retrata al candidato como un radical de izquierdas con conexiones islamistas. Ya se ha convertido en superventas. El domingo aparecer¨¢ como n¨²mero uno en la lista de ensayos m¨¢s vendidos de The New York Times. La maquinaria intoxicadora del conservadurismo se ha puesto en marcha en contra de Obama, y va en serio.
No es la primera vez que el autor de La Naci¨®n Obama escribe un libro con el prop¨®sito expl¨ªcito de acabar con un candidato presidencial. Ya lo hizo en 2004 con Unfit for Command [No apto para gobernar], en el que acusaba al dem¨®crata John Kerry de ser un falso h¨¦roe de guerra. Fue tambi¨¦n n¨²mero uno de ventas. Los medios estadounidenses, que acabaron descalificando el libro por los hechos inciertos en que se basaba, le atribuyen un efecto en la ca¨ªda de popularidad de Kerry. Corsi ha sido claro sobre el objetivo que persigue ahora: impedir que Barack Obama llegue a la Casa Blanca, seg¨²n ha manifestado p¨²blica y reiteradamente.
La Naci¨®n Obama se anuncia como una investigaci¨®n "concienzuda y documentada" sobre la carrera del candidato y sus influencias. En el libro se siembra la duda sobre su religi¨®n, insinuando que est¨¢ muy cerca del islam aunque diga que es cristiano, y se afirma de forma tajante que es un ultraizquierdista, un socialista obsesionado con la redistribuci¨®n de la riqueza y con peligrosas y radicales ideas sobre la cuesti¨®n racial. Un aut¨¦ntico peligro para el pa¨ªs, en pocas palabras.
El texto contiene numerosos hechos falsos. Corsi acusa a Obama de falsear su pasado, de no haber reconocido los problemas con el alcohol que ten¨ªa su padre, de no haber dedicado su autobiograf¨ªa a ning¨²n miembro de su familia, de no haber dicho nunca si hab¨ªa dejado las drogas -el candidato reconoce en su biograf¨ªa haber fumado marihuana y esnifado coca¨ªna alguna vez en el instituto-. Ninguna de estas afirmaciones es cierta. En Sue?os de mi padre, publicado en 1995, Obama habla de su padre y el alcohol, asegura que a los 20 a?os, cuando lleg¨® a la Universidad de Columbia, dej¨® toda relaci¨®n con las drogas y en el pr¨®logo del libro se puede leer la dedicatoria a su madre y a sus abuelos.
Tras la publicaci¨®n de Unfit for Command en 2004, los medios de comunicaci¨®n debatieron largamente sobre si tardaron demasiado en reaccionar y poner sobre la mesa las falsedades que conten¨ªa el superventas. Parece que no quieren cometer el mismo error con La Naci¨®n Obama. Los art¨ªculos sobre el libro han llegado ya a la primera p¨¢gina de los principales peri¨®dicos y The New York Times ha denunciado que numerosas acusaciones hacia el candidato son "inexactas, enga?osas y no comprobadas".
El revuelo, en todo caso, es publicidad gratuita para el autor. A pesar de que el libro no aguanta un examen exhaustivo de los hechos que relata, es evidente que ha despertado un gran inter¨¦s entre los lectores. Ha habido una primera edici¨®n de 475.000 ejemplares y el autor tiene ya concertadas 100 entrevistas por las radios de todo el pa¨ªs. La Naci¨®n Obama es la estrella en las estanter¨ªas de las librer¨ªas junto con otro libro cuya diana es tambi¨¦n el senador de Illinois: The case against Barack Obama
[El caso contra Barack Obama], de David Freddoso.
Los libros anti-pol¨ªticos son habituales -el presidente Bush lleva ya un buen n¨²mero de ellos a sus espaldas- y la gran expectaci¨®n que ha despertado el at¨ªpico candidato Obama lo hace atractivo para este tipo de autores.
La publicaci¨®n de La Naci¨®n Obama coincide con la agudizaci¨®n de la campa?a de descr¨¦dito iniciada hace algunas semanas contra el candidato dem¨®crata por su rival, John McCain, a trav¨¦s de anuncios de televisi¨®n en los que le retrataba como superficial, vac¨ªo y antipatriota. Una estrella sin formaci¨®n.
Barack Obama aguanta esta embestida de vacaciones en Hawai, desaparecido de la escena pol¨ªtica salvo para hacer alguna declaraci¨®n sobre el conflicto en Georgia. Pero este libro ha conseguido que el foco se vuelva, una vez m¨¢s, hacia ¨¦l; hacia su capacidad -o falta de ella- para dirigir el pa¨ªs m¨¢s poderoso del mundo.
Los analistas debaten sobre si no es hora de que el candidato dem¨®crata pase tambi¨¦n al ataque o, al menos, se defienda de forma m¨¢s contundente de sus adversarios, que presumiblemente han encontrado el camino adecuado de equilibrar las encuestas: asustar a los ciudadanos.
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