'Rolling Stone' se achica para adaptarse a los tiempos

Ser diferente parece haber dejado de ser un valor. Aparentemente, ahora lo ¨²nico que importa en el mundo editorial es encontrar f¨®rmulas para vender m¨¢s. Por eso, incluso un cl¨¢sico como la revista Rolling Stone, ha decidido cambiar de imagen. Despu¨¦s de 41 a?os en los quioscos con un formato ancho y grande, la revista musical, desde la que se revolucion¨® el g¨¦nero con el llamado nuevo periodismo en los setenta, se mimetizar¨¢ desde el pr¨®ximo 17 de octubre con otras publicaciones de tama?o est¨¢ndar. "El consumidor al que queremos llegar ve Perdidos en la televisi¨®n, en la computadora o en el iPhone. Es un agn¨®stico del formato", explic¨® en The New York Times Gary Armstrong, responsable de marketing de Wenner Media, editora de la publicaci¨®n.

M¨¢s ventas en quiosco

Acuciada por la fuerte bajada de la inversi¨®n publicitaria -la revista ha perdido el 33% de su inversi¨®n publicitaria en los ¨²ltimos tres a?os-, Rolling Stone quiere potenciar sus ventas en los quioscos, que han bajado de las 189.000 copias en 1999 a las 132.000 del pasado a?o. No obstante, su circulaci¨®n total es de 1,4 millones de ejemplares, triplicando a la de publicaciones como Vanity Fair, que, sin embargo, s¨ª se hincha a vender ejemplares en la calle.

Para los responsables de Rolling Stone, el problema es el tama?o, que al ser diferente, obliga a los distribuidores a colocarla lejos de la vista del lector.

Curiosamente, el cambio no supondr¨¢ un ahorro para los editores, sino que la revista les saldr¨¢ m¨¢s cara puesto que ahora el papel ser¨¢ de mejor calidad y, adem¨¢s, planean a?adirle unas veinte p¨¢ginas a cada n¨²mero. Seg¨²n Jann S. Wenner, fundador y director de la revista, el contenido, que es lo que hizo c¨¦lebre a Rolling Stone, no va a cambiar.