La indeseada herencia de Martinsa-Fadesa
La quiebra de la constructora afecta a 5.891 viviendas y decenas de proyectos
Hace cinco a?os, una densa selva de gr¨²as se levant¨® a cuatro escasos kil¨®metros de Ayamonte (Huelva). Se edificaba la urbanizaci¨®n Costa Esuri, un complejo residencial de miles de viviendas, campos de golf y hoteles, que iba a dar mucho de qu¨¦ hablar, tanto por su enorme tama?o, como por el abrupto final de su principal promotora, Martinsa-Fadesa, protagonista hace un mes de la mayor suspensi¨®n de pagos en la historia de Espa?a. La ca¨ªda del gigante ha dejado muchos desesperados entre sus ruinas y Andaluc¨ªa no es una excepci¨®n.
Los espacios comunes pendientes de construir pueden quedar en nada
Los ayuntamientos tambi¨¦n se ven afectados por tasas que no cobrar¨¢n
Martinsa-Fadesa contaba con ambiciosos proyectos en otras cuatro provincias que ahora quedan en el aire. Destaca el de una urbanizaci¨®n en Manilva (M¨¢laga) para 2.278 viviendas cuyo suelo est¨¢ catalogado como urbanizable no programado, por lo que el proyecto estaba pendiente de aprobaci¨®n. En Mijas (M¨¢laga), la empresa ha terminado la obra de 84 apartamentos de lujo, mientras que en Antequera (M¨¢laga) posee 131.000 metros cuadrados de suelo industrial para el que ya hab¨ªa proyecto concreto. El Ayuntamiento desconoce ahora lo que va a pasar con las parcelas.
En Sevilla, la empresa proyectaba construir 254 viviendas en un ¨¢rea cercana al aeropuerto. Y en C¨®rdoba, en una de las zonas de consolidaci¨®n de la capital, la compa?¨ªa planeaba levantar 234 viviendas. Por ¨²ltimo, en Granada, Martinsa-Fadesa hab¨ªa ultimado, en la urbanizaci¨®n Altos de la Zubia, 272 parcelas, 100 aparcamientos, 20.000 metros cuadrados de ¨¢reas recreativas, 6.000 de ¨¢reas para la educaci¨®n y 1.850 destinadas al deporte. En Santa Fe (Granada) hab¨ªa previstas 585.
Adem¨¢s, la empresa arrastra querellas antiguas. Como en Marbella (M¨¢laga), donde la promotora acord¨® la construcci¨®n de 1.300 casas y un centro comercial con el Gobierno de Jes¨²s Gil en el PGOU de la localidad. La Junta nunca reconoci¨® este acuerdo y la licencia fue revisada por la gestora que se hizo cargo del Ayuntamiento, informa Juan Diego Quesada. Ten¨ªa que pagar a Marbella para legalizar las viviendas, ya que se hab¨ªa excedido en la edificabilidad. La empresa deber¨ªa hacer en su suelo construcciones de inter¨¦s com¨²n para los vecinos.
Pueblos como Ayamonte (Huelva) son un triste ejemplo de lo que ha terminado ocurriendo con estos proyectos: constructores subcontratados que no pueden pagar a sus obreros porque no cobran las obras ejecutadas; proveedores con los almacenes llenos de material y la lista de clientes demandantes vac¨ªa. S¨®lo en Ayamonte, alrededor de un centenar de trabajadores (muchos de ellos de fuera del pueblo) de dos subcontratas, Codesur y Montesur, decidieron denunciar a sus patronos por los despidos a los que ¨¦stos se vieron empujados por los impagos de Martinsa-Fadesa. Fuentes del sector afirman que en el marco global de crisis inmobiliaria, son "muchas" las empresas constructoras y de proveedores del pueblo que han cerrado.
Los ayuntamientos tambi¨¦n se ven afectados por la depresi¨®n, pues pierden las tasas que preve¨ªan recibir. En Ayamonte, el Consistorio, regido por Antonio Castillo (PSOE), ha reconocido que ha dejado de ingresar un mill¨®n de euros por licencias de obras que ten¨ªa previsto en los presupuestos, aunque su alcalde enmarca esta reducci¨®n en el paisaje general de la crisis constructora. "No tiene nada que ver con la suspensi¨®n de pagos de Martinsa-Fadesa", explica. No obstante, el Ayuntamiento cuantifica el dinero que le puede adeudar la empresa por derechos reconocidos para personarse en el concurso de acreedores.
Para respiro de los compradores, y a diferencia de otros casos, las viviendas que Martinsa-Fadesa constru¨ªa en Costa Esuri (2.184 viviendas) estaban pr¨¢cticamente acabadas cuando ocurri¨® la debacle. De ellas, algo m¨¢s de la mitad estar¨ªan vendidas, seg¨²n fuentes vecinales. Ahora bien, los pocos que habitan diariamente esta ciudad fantasma -pensada para el turismo residencial de lujo, mayoritariamente extranjero- temen que espacios comunes que esperaban, como los centros comerciales o los parques y jardines, queden en nada.
Y sus temores est¨¢n fundados, pues cada d¨ªa contemplan la mole a medio hacer del gran centro comercial, cuyas obras pararon tras la suspensi¨®n de pagos, justo una semana despu¨¦s de que fuese presentado a los comerciantes y al p¨²blico.
No es el ¨²nico cad¨¢ver de ladrillo y hormig¨®n que deja Martinsa-Fadesa en Costa Esuri. Asom¨¢ndose al Guadiana, y con Portugal en la otra orilla, se levanta lo que iba a ser un hotel de lujo. Sus gr¨²as est¨¢n quietas desde hace meses. "En el Ayuntamiento estamos a la expectativa. Creemos que la empresa quiere seguir adelante con estos proyectos porque son activos propios que les interesa", conf¨ªa el alcalde.
Otro frente abierto es el de los costes de mantenimiento de los espacios comunes de los n¨²cleos residenciales (jardines, piscinas, seguridad...) que eran sufragados entre los propietarios y la constructora. Una vez que Martinsa ha suspendido pagos, ?qui¨¦n abonar¨¢ su parte? "El Ayuntamiento no puede hacerse cargo, pues entra dentro del ¨¢mbito privado y Martinsa-Fadesa act¨²a como un vecino m¨¢s. El Consistorio s¨ª asesorar¨¢ a las comunidades de vecinos en cualquier decisi¨®n que tomen para arreglar la situaci¨®n con la constructora", dice el alcalde.
Hac¨ªa ya tiempo que la gran apuesta de Martinsa-Fadesa en Andaluc¨ªa daba s¨ªntomas de que algo no funcionaba bien en la promotora. En los mentideros de los constructores locales se comentaba la lenta evoluci¨®n de algunas obras y, sobre todo, el baj¨ªsimo nivel de ventas, as¨ª como las protestas que algunos compradores, que se quejaban de la escasa calidad final de las viviendas.
La confirmaci¨®n de que la situaci¨®n no era nada halag¨¹e?a lleg¨® en abril, cuando, ya en plena crisis inmobiliaria, la compa?¨ªa asombr¨® a todos anunciando un programa piloto, acordado con el Ayuntamiento y la Caja de Ahorros del Mediterr¨¢neo, por el que destinar¨ªa 47 viviendas de la urbanizaci¨®n de lujo a j¨®venes y familias que, por sus ingresos, no pudiesen optar a Viviendas de Protecci¨®n Oficial. Seg¨²n este convenio, los beneficiarios alquilar¨ªan -durante dos a?os y a 450 euros al mes- las viviendas de Martinsa-Fadesa. Tras ese tiempo, si optaban por comprar las casas, la empresa les seguir¨ªa subvencionando los cinco primeros a?os de la cuota del pr¨¦stamo hipotecario, por lo que los j¨®venes continuar¨ªan pagando s¨®lo los 450 euros mensuales.
Pero en ese plan no se contemplaba la posibilidad de una quiebra total de la constructora. Ya entonces, algunos expertos del sector se preguntaban qu¨¦ garant¨ªa ten¨ªa el inquilino, que se ha visto subvencionado por la empresa, si ¨¦sta quebraba Y los mismos expertos se respond¨ªan: "Pues que el propietario tendr¨¢ que pagar la diferencia". El alcalde dice que el convenio sigue adelante y que ya hay alrededor de medio centenar de solicitudes. "En este caso, Martinsa-Fadesa tiene que cumplir con sus obligaciones. Y a ella le conviene, porque seguimos hablando de sus activos".
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