"El plan era sedarlo dos d¨ªas y matarlo"

El camuflaje parec¨ªa perfecto. ?Qui¨¦n iba a sospechar que en el CD de una pel¨ªcula se iba a ocultar un importante mensaje de ETA? El Servicio de Informaci¨®n de la Guardia Civil recogi¨® un CD de El Ilusionista de la casa que el supuesto miembro de la banda Aitor Cotano habitaba en Getxo (Vizcaya).

Y cuando un agente se dispuso a ver qu¨¦ conten¨ªa, hall¨® una mina de informaci¨®n. Como por ejemplo, un archivo de texto que demostraba la necesidad de ETA de captar nuevos miembros y colaboradores. Una urgencia resumida en una frase: "Tienes que captar entre 10 o 15 personas". El mensaje era de Arkaitz Goikoetxea, uno de los l¨ªderes del comando Vizcaya, un obseso de las medidas de seguridad, que fue detenido el 22 de julio, precisamente por no cumplir las m¨¢s tontas y por dejarse ver por media Euskadi.

El sumario elaborado tras la desarticulaci¨®n del comando Vizcaya, una operaci¨®n dirigida por el juez Baltasar Garz¨®n, detalla el modo en que funcionaba el grupo y c¨®mo el comando no era m¨¢s que un grupo de amigos reconvertidos a terroristas. Su lectura revela las obsesivas medidas de seguridad que tomaban algunos de los ya detenidos, pero tambi¨¦n c¨®mo acababan ampar¨¢ndose en casas de familiares y amigos, utilizando el coche del padre o de la madre...

El primer error

Arkaitz Goikoetxea, Dulantzi, estuvo preso por actividades relacionadas con la kale borroka entre 2001 y mayo de 2005, cuando sali¨® en libertad provisional de la c¨¢rcel de Navalcarnero (Madrid). All¨ª fue visitado asiduamente por su amigo ??igo Guti¨¦rrez, quien segu¨ªa manteniendo relaci¨®n con Zigor Goikoetxea, hermano de Arkaitz. Cuando la Guardia Civil supo que Goikoetxea era, junto a Jurdan Martitegi, Arlas, "uno de los dinamizadores del comando", centr¨® sus ojos en Guti¨¦rrez, de 25 a?os. "Su ostensible actitud recelosa y vigilante, as¨ª como las constantes medidas de seguridad que adopta", como "paradas inesperadas e injustificadas para observar a los veh¨ªculos y personas que transitaban tras ¨¦l, cambios repentinos del sentido de la marcha o imprevistas modificaciones en la velocidad" confirmaron que la pista era buena. Y no se equivocaron.

El 14 de junio, Guti¨¦rrez tom¨® el coche de su madre y se fue a la vivienda de vacaciones de su familia en Ezcaray. All¨ª se apostaron los agentes. Y esa misma noche vieron salir a un joven con una camiseta de rayas de la marca Billabong, "que portaba en su mano izquierda un monopat¨ªn o skate, llevando una peque?a mochila a la espalda". En ese momento no fue posible identificarlo, pero se trataba de Arkaitz Goikoetxea.

Las miguitas de pan

Guti¨¦rrez, pese a sus obsesivas medidas de seguridad, fue sembrando pistas. Los agentes lo vieron reunirse con Mikel Saratxo y Maialaen Zuazo, tambi¨¦n amigos de Goikoetxea. El d¨ªa en que estuvo en la casa de vacaciones de sus padres con Arkaitz, la Guardia Civil lo vio reunirse en un bar de Getxo con Aitor Cotano y Asier Borrero, clar¨ªsimamente nerviosos. El 15 de junio, Maialaen se fue hasta una playa de Barrika (Vizcaya), donde el Servicio de Informaci¨®n de la Guardia Civil vio otra vez al joven alto y con perilla y con camiseta de Billabong que hab¨ªan visto el d¨ªa anterior en Ezcaray.

Las chapuzas de seguridad

Pese a las constantes medidas de contravigilancia que adoptaron algunos de los miembros del comando, sus errores fueron de libro. Sobre todo los de Goikoetxea. Y eso que hab¨ªa echado del comando a otra liberada, Olga Comes, porque dec¨ªa que "pon¨ªa en riesgo la seguridad de todos". Guti¨¦rrez, por ejemplo, se mov¨ªa con el coche de su madre y ocult¨® a uno de los terroristas m¨¢s buscados en la casa de vacaciones de sus padres. En otras ocasiones utiliz¨® el veh¨ªculo propiedad de Mikel Saratxo e incluso el de Adur Aristegi, ¨ªntimo amigo de la otra pata del comando, el a¨²n huido Jurdan Martitegi. En resumidas cuentas, se dedicaron a usar los coches y las viviendas de sus familias para ocultar a unos terroristas cuyas caras estaban colgadas en estaciones y aeropuertos de toda Espa?a, y se reun¨ªan en los bares de Getxo donde antes txikiteaban Goikoetxea y Martitegi. Arkaitz, de hecho, fue detenido en el piso que habitualmente ocupaba Maialaen Zuazo.

Arkaitz se asom¨® a la ventana

Los agentes que hab¨ªan vigilado los movimientos del joven con perilla y camiseta de Billabong no estaban seguros de qui¨¦n era. Hasta que el 21 de julio se cercioraron, por un fallo del propio Goikoetxea. "Al mediod¨ªa del d¨ªa 21 de julio, pudo constatarse como por una de las ventanas que tienen visi¨®n a la parte trasera del inmueble de la calle Iturribide (...) se asom¨® un joven, var¨®n, de unos 30 a?os de edad, moreno, con bigote y perilla (...) pudi¨¦ndose verificar, al mirar al exterior, que se trataba, sin ning¨²n g¨¦nero de dudas, del miembro liberado de ETA Arkaitz Goikoetxea". Justo el d¨ªa antes de que los investigadores pudieran comprobar la identidad del terrorista, la banda hab¨ªa colocado cuatro peque?os artefactos en las localidades c¨¢ntabras de Laredo y Noja. La llamada telef¨®nica para alertar de la colocaci¨®n de las bombas fue realizada "a la sede de los bomberos del Valle del Tr¨¢paga (Vizcaya), desde una cabina p¨²blica de la localidad de Sopelana".

Un sistema antibaliza

La Guardia Civil desencaden¨® la operaci¨®n antiterrorista el 22 de julio. Cuando entraron en la vivienda en la que se ocultaba Goikoetxea, en la calle Iturribide de Bilbao, lo primero que les llam¨® la atenci¨®n es que los terroristas hab¨ªan instalado, "perfectamente visible, un detector de ondas de radio, utilizado para la detecci¨®n de balizas, micr¨®fonos electr¨®nicos, etc¨¦tera". El aparato estaba colocado "sobre una mesa del sal¨®n". No les sirvi¨® absolutamente de nada.

El 'messenger' y el buz¨®n de siempre

Los terroristas combinaron para sus comunicaciones tanto las nuevas tecnolog¨ªas como los m¨¦todos tradicionales de la banda. As¨ª, Goikoetxea se comunicaba tanto con sus colegas de comando como con la direcci¨®n etarra mediante correo electr¨®nico, pero sus amigos se intercambiaban mensajes a trav¨¦s de Messenger. Adem¨¢s, Goikoetxea hab¨ªa creado varios buzones en el monte Urkiola (Vizcaya), en la parte trasera del conocido polideportivo de Fadura (Algorta, Getxo) y junto al cementerio de Berango (Vizcaya) e incluso en las proximidades de la casa de Aitor Cotano. La se?al utilizada para avisar de que en uno de estos buzones (en realidad agujeros en el terreno) "se hab¨ªa introducido un mensaje era una cinta roja adherida en una se?al de tr¨¢fico pr¨®xima". No obstante, Aitor Cotano e ??igo Guti¨¦rrez actuaron como "enlaces entre los liberados y la direcci¨®n de la banda en Francia".

Los 'zulos' con valium l¨ªquido

Hab¨ªan montado tres escondites de material. Uno estaba en Manzanares de Rioja, al noreste de Ezcaray. All¨ª fue donde, entre explosivos, matr¨ªculas francesas y portuguesas, fue hallado un estuche de jeringuillas cargadas de valium l¨ªquido, que supuestamente iban a utilizar para secuestrar a Benjam¨ªn Atutxa, concejal del PSE de Eibar, a fin de repetir el repugnante modus operandi que ejecutaron con el edil del PP de Ermua Miguel ?ngel Blanco. "La intenci¨®n era que permaneciera sedado dos d¨ªas hasta que fuera ejecutado", se dice en el sumario. El segundo zulo fue f¨¢cil de localizar. Estaba en Valga?¨®n (La Rioja), junto a la ermita de las Tres Fuentes. "El croquis del mismo fue incautado tras el registro del veh¨ªculo propiedad de Asier Borrero". All¨ª hab¨ªa m¨¢s valium, un subfusil MAT 932 y munici¨®n. El tercero estaba junto al buz¨®n de comunicaciones de Fadura.

Los objetivos que preparaban

Goikoetxea y Martitegi recibieron el encargo directo de Garikoitz Aspiazu, Txeroki, el jefe militar etarra, de preparar un atentado contra el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande Marlaska en Ezcaray, donde el magistrado pasa temporadas de descanso. "La informaci¨®n consist¨ªa en la localizaci¨®n del lugar apropiado para colocar un artefacto, que iba a ser activado por cable. La comprobaci¨®n la realizaron en febrero de 2007, teniendo previsto atentar en agosto [y] desistiendo al no ver al magistrado". ??igo Guti¨¦rrez, por su lado, recibi¨® el encargo de realizar informaciones sobre empresas vinculadas al TAV, las obras del AVE vasco, "as¨ª como acerca del Cuartel de la Guardia Civil de Burgos, el Museo Militar de esta ciudad y don Ram¨®n Rabanera, diputado general de ?lava, del PP". Aitor Cotano se fij¨® en "las casas del pueblo del PSE-EE de Sopelana y Leioa", en las comisar¨ªas de la Ertzaintza de Bermeo, Plentzia y Santurtzi, "as¨ª como sobre la sede del PP en Getxo y los Juzgados de Balmaseda". Olga Comes, Txikitze, que fue detenida con posterioridad en Francia, vigil¨® "entre octubre de 2007 y abril de 2008" al edil Benjam¨ªn Atutxa. Desistieron de ejecutar el macabro plan al comprobar que siempre llevaba escolta y cumpl¨ªa las medidas de seguridad.

La pel¨ªcula de 'El Ilusionista'

La funda de El Ilusionista estaba marcada con el nombre de Rumano, "el nombre org¨¢nico de Aitor Cotano". No hab¨ªa pel¨ªcula alguna, sino que el CD conten¨ªa un archivo de texto y dos de imagen. "El archivo de texto es una carta en euskera que firma Dulantzi en la que ¨¦ste le pide a Rumano un mayor compromiso en la lucha, al tiempo que le conmina a la captaci¨®n de otras personas antes de pasar a la clandestinidad". Tambi¨¦n le marcaba "una cita en Francia, adjunt¨¢ndole los planos necesarios para acudir a ella (archivos de imagen), indic¨¢ndole lo que tiene que llevar para huir. Adem¨¢s, le menciona la posibilidad de llevar a cabo 'una ekintza [una acci¨®n o atentado] potente' en Getxo". El atentado iba a concretarse "contra una patrulla de la Polic¨ªa Auton¨®mica Vasca en el Puerto Viejo de Algorta (Vizcaya), en las fiestas de dicha localidad".

La cuadrilla, a la c¨¢rcel

Como explica la Guardia Civil, el Vizcaya se fue configurando con personas "con vinculaciones a uno y otro liberado", Goikoetxea y Martitegi, "siendo ¨¦sta la t¨®nica general de los comandos de la banda, que basan en muchos casos su composici¨®n, como en ¨¦ste, en los v¨ªnculos personales de sus militantes". Los investigadores han encontrado cartas a algunos de los detenidos en las que los etarras piden "datos de personas de su entorno para cobijar" a Martitegi. Aitor Cotano, por ejemplo, le pidi¨® a Mikel Saratxo que colaborase con la banda, pero ¨¦ste le replic¨® que s¨®lo "estar¨ªa dispuesto para momentos puntuales". El que dio el salto fue Asier Borrero, quien dej¨® cartas de despedida para su padre y su madre y para su novia. En una de ellas, tras reconocer su "militancia como legal" o miembro no fichado de la banda, anuncia su paso "a la lucha clandestina" y revela sobre su huida a Francia: "La pe?a no sabe nada, excepto Inge", su novia. Las vocaciones, en cualquier caso, parecen escasear. Los servicios de Informaci¨®n ya han constatado en varias ocasiones las cada vez mayores dificultades que tiene ETA para reclutar gente. Pero la carta de Goikoetxea a Cotano es de libro: "Tienes que captar a 10 o 15 personas de tu entorno personal". Es decir, le pide que tire de su cuadrilla, la pandilla de amigos. De los colegas de Goikoetxea y Martitegi, muchos ya est¨¢n en prisi¨®n. La mayor¨ªa no ha cumplido a¨²n los 30 a?os.