Un sistema con buena memoria

La gripe espa?ola de 1918 -que mat¨® a 40 millones de personas- ha sido la mayor epidemia de la ¨¦poca moderna. Y su huella a¨²n se puede rastrear en los que estuvieron en contacto con el virus que la caus¨®, y la sobrevivieron. Hace 90 a?os de la cat¨¢strofe, pero aquel agente infeccioso provoc¨® la creaci¨®n de anticuerpos en esos individuos que todav¨ªa est¨¢n activos, seg¨²n ha demostrado un equipo de la Universidad de Vanderbilt, (Tennessee, EE UU), que publica hoy sus resultados en la edici¨®n digital de Nature. Es la inmunizaci¨®n natural m¨¢s duradera que se ha documentado jam¨¢s en humanos.

Para comprobar la buena memoria del sistema inmunitario, los cient¨ªficos localizaron a 35 personas nacidas antes de 1915 -es decir, ten¨ªan unos tres a?os cuando empez¨® la epidemia, que dio sus ¨²ltimos coletazos en 1920-. Y, tras los correspondientes an¨¢lisis de sangre, vieron que todav¨ªa circulaban por sus venas anticuerpos que actuaban contra el virus que caus¨® aquella terrible mortandad (y que se llam¨® espa?ola porque se supone que los soldados que la llevaron a Estados Unidos la contrajeron en una parada en Espa?a).

Una vez extra¨ªdas las c¨¦lulas, las inyectaron en ratones, y vieron que ¨¦stos quedaban protegidos cuando se los inoculaba el virus que hab¨ªa desatado la pandemia. Este virus se ha reconstruido en un laboratorio a partir de restos de v¨ªctimas enterradas en zonas muy fr¨ªas de Brevig Mission, en el norte de Alaska.

Mejorar las vacunas

Los agentes causantes de la gripe se identifican por dos prote¨ªnas de su cubierta, la hemaglutinina (la H, de la que hay 15 variedades) y la neuraminidasa (la N, con nueve tipos). El de la actual gripe aviar, del que se espera que produzca por mutaci¨®n la pr¨®xima pandemia, es un H5N1; el que caus¨® la gripe espa?ola es un H1N1. Algunos estudios muestran que el microorganismo que circula actualmente est¨¢ adquiriendo algunas caracter¨ªsticas de las que hicieron que el causante de la gripe espa?ola fuera un agente letal.

Pero el trabajo de James E. Crowe y su equipo muestra que un buen tratamiento puede ser efectivo para toda la vida. Saber c¨®mo se ha mantenido esa capacidad de defensa podr¨ªa ayudar a fabricar vacunas mejores. Adem¨¢s, ofrece un tratamiento de primera mano en caso de que el virus de la gripe espa?ola resucitara.