Burocracia y gesti¨®n sanitaria
Se entiende por burocracia la realizaci¨®n de actos repetitivos en la actividad laboral y se asocia generalmente el concepto al trabajo funcionarial con todo su contenido peyorativo. Los m¨¦dicos de familia en Espa?a hemos asumido durante a?os la realizaci¨®n de estas tareas impropias ante la dejadez de las administraciones en la gesti¨®n de sus recursos humanos. Las bajas retribuciones y la abundancia de mano de obra m¨¦dica hac¨ªan rentable esta situaci¨®n y todav¨ªa hoy cada m¨¦dico dedica m¨¢s de la tercera parte de su jornada a la realizaci¨®n de recetas, partes de baja o informes.
La creaci¨®n de la especialidad de Medicina de Familia y Comunitaria hace 30 a?os y la reforma de Atenci¨®n Primaria hace 25 a?os fueron el inicio de la dignificaci¨®n en este nivel que hab¨ªa alcanzado su m¨ªnimo con la masificaci¨®n de los consultorios tradicionales hasta sobrepasar a menudo el centenar de pacientes citados en dos horas. Que nadie piense que exagero pues la irracionalidad nunca tuvo l¨ªmites. Un buen ejemplo de ¨¦sta son los ¨²ltimos 10 a?os de gesti¨®n sanitaria, desde el momento en que se decidi¨® transferir las competencias sanitarias a todas las autonom¨ªas los m¨¦dicos de Madrid (otras comunidades andan a la par), existe una falta absoluta de planificaci¨®n sanitaria a gran escala, ligada s¨®lo a las promesas electorales y el arbitrio de los ganadores o del consejero que eventualmente transita por el terreno sanitario.
La crisis es un buen aliciente para dise?ar una sanidad sostenible
Las movilizaciones de los ¨²ltimos a?os, a propuesta de sindicatos o movimientos como la Plataforma 10 Minutos pero con el com¨²n denominador de la dignidad profesional, han puesto de manifiesto el compromiso de los m¨¦dicos con su actividad asistencial y con la organizaci¨®n. El ¨²ltimo acto es el anuncio del Grupo Antiburocracia, con el apoyo del Colegio de M¨¦dicos y las sociedades cient¨ªficas, de la fecha del 1 de septiembre de 2008 como tope para seguir asumiendo las recetas generadas en otros niveles asistenciales. Es muy significativo que sea necesario llegar a este extremo para resolver un conflicto de a?os donde la pasividad de los gestores ha propiciado un mal servicio a los ciudadanos, obligados a peregrinar por el sistema en busca de una receta que la ley deja muy claro que tiene que realizar el m¨¦dico que prescribe.
Del mismo modo, se ha exigido y parece que concedido la creaci¨®n de un "informe ¨²nico de salud" informatizado y regulado que evite las m¨²ltiples peticiones que organismos p¨²blicos y privados exigen del m¨¦dico de familia sin que nadie se haya planteado su necesidad o utilidad. As¨ª tenemos justificantes de inasistencia al trabajo, a los centros de estudios, incluidas guarder¨ªas, a actos culturales o sociales, justificantes para poder asistir a estos mismos sitios, para los viajes del Inserso, para balnearios o para ir a bailes de sal¨®n, entre muchos ejemplos. Claro que da la impresi¨®n de que no es la presi¨®n de los m¨¦dicos si no la falta de ellos lo que ha encendido las alarmas y obligar¨¢ a un mejor uso de los servicios.
En los ¨²ltimos meses, el consejero G¨¹emes ha hablado de la "autogesti¨®n" como la f¨®rmula para resolver los problemas en Atenci¨®n Primaria. La primera propuesta ser¨¢ la creaci¨®n de sociedades limitadas de profesionales que podr¨¢n optar a la gesti¨®n de un Centro de Salud y la poblaci¨®n adscrita al mismo. Este modelo, ensayado en Catalu?a desde hace m¨¢s de una d¨¦cada, parece una pobre soluci¨®n pues la puesta en marcha de una docena de estos centros constituidos por personal voluntario no s¨®lo no mejorar¨¢ el funcionamiento de los otros 400 existentes, sino que les deja sumidos en la misma deriva de gesti¨®n actual y adem¨¢s les quitar¨¢ algunos de los profesionales m¨¢s voluntariosos. Adem¨¢s, existe el convencimiento generalizado de que este paso es s¨®lo una excusa para emprender la adjudicaci¨®n conjunta de algunos hospitales y sus centros de salud a empresas privadas para su gesti¨®n seg¨²n el llamado "modelo Alzira".
Sea cual sea el resultado final, estamos de nuevo ante el tradicional nepotismo de los pol¨ªticos, sordos a las propuestas de los profesionales y ciegos a la responsabilidad de sus acciones por el r¨¢pido tr¨¢nsito en los cargos. Atenci¨®n Primaria ha sido en las dos ¨²ltimas d¨¦cadas la garant¨ªa para la equidad en el acceso al sistema sanitario p¨²blico. Es, adem¨¢s, el servicio sanitario mejor valorado, incluida la ¨²ltima encuesta de satisfacci¨®n del usuario del Ministerio de Sanidad presentada hace unas semanas, pese a la notable merma de recursos de los ¨²ltimos a?os. En resumen, un modelo s¨®lido y eficiente en el coste-resultado, que ahora el Gobierno regional propone desmantelar sin que exista un modelo alternativo conocido. Quiz¨¢s la crisis sea un buen aliciente para dise?ar una sanidad sostenible durante las pr¨®ximas dos d¨¦cadas pero nunca se har¨¢ sin un acuerdo entre partidos de gobierno y oposici¨®n, sindicatos, sociedades cient¨ªficas y los usuarios. La sanidad como bien com¨²n exige que cada uno miremos hacia fuera pues mirarse el ombligo no es alternativa.
Paulino Cubero Gonz¨¢lez es presidente de la Sociedad Madrile?a de Medicina Familiar y Comunitaria (SoMaMFyC).
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