Fintas para provocar
Juan Antonio Ramos, que hoy lucha por una medalla en taekwondo, trabaja para "no sacar el ¨ªmpetu" y poner nervioso al adversario
En casa le llaman Juan Antonio, Ramos en el taekwondo, pero le podr¨ªan decir El polvorilla. "Quiere ganar a toda costa", dice Jes¨²s Tortosa, seleccionador espa?ol. "Es un competidor de mucho coraz¨®n. Agresivo, veloz y ambicioso". Juan Antonio Ramos, campe¨®n mundial en menos de 58 kilos, lucha hoy por una medalla en taekwondo. Tiene, dice el seleccionador, coraz¨®n, ambici¨®n y agresividad. Le falta el freno.
"Yo trabajo para no sacar el ¨ªmpetu, para trabajar el punto y provocar al contrario. Trabajo", dice Ramos, "para ponerle nervioso con mis fintas. Pero las cosas son as¨ª: soy veloz y agresivo, y nunca he sentido m¨¢s presi¨®n que la que me pongo a m¨ª mismo". Ramos acaba de zamparse un plato de pasta y un cruas¨¢n. El banquete cierra 24 horas de ayuno para superar el pesaje. "Fastidia bastante", dice. Y reflexiona sobre lo suyo. "En esto no hay miedo al contrincante, sino a la derrota. Pierdes y te vas a la calle. Siempre tengo nervios. Siempre descargo adrenalina. No me gustan, pero las cosas son as¨ª. Intento no pensar en el campeonato, que no me suban las pulsaciones"
Antes de empezar a combatir, Ramos, barcelon¨¦s, rezar¨¢ a la Virgen y se santiguar¨¢. Su ritual precompetitivo tiene muchos m¨¢s pasos y amuletos, pero no los cuenta. "Eso me lo reservo", se r¨ªe. "Arriba, en el tapiz, est¨¢s solo. Te puede guiar el coach, y la gente que est¨¢ arriba, pero el que se tiene que dar cuenta, el que tiene que resolver los problemas, eres t¨². Hay veces que no escuchas nada, porque est¨¢s muy metido, agresivo. Cuando est¨¢s m¨¢s tranquilo, en asaltos m¨¢s t¨¢cticos, ah¨ª s¨ª que escuchas algo al p¨²blico".
"Llega en estado ¨®ptimo", describe Tortosa. "Est¨¢ supermotivado. El sorteo ha sido duro, pero ah¨ª estaremos, porque ¨¦l tiene 32 a?os y sabe que es su gran oportunidad. Intentamos que compense su agresividad. Es tan impetuoso, tan agresivo, que a veces hay que frenarle". Ramos ha entrenado en Pek¨ªn varias situaciones espec¨ªficas de combate. Todas tienen un punto en com¨²n. Debe contradecir a su instinto, que siempre le dice 'adelante, adelante, toma la iniciativa', y aguantar esperando un resquicio. El campe¨®n mundial fue cuarto en los Juegos de Atenas 2004, donde la delegaci¨®n espa?ola reclam¨® contra el arbitraje de su combate. Ahora ha preparado todo al detalle. Los t¨¦cnicos federativos han estudiado los v¨ªdeos de sus rivales. Ramos, el ultrarr¨¢pido, tambi¨¦n ha tenido a su disposici¨®n una pila de datos abrumadora. "Tenemos a un analista estad¨ªstico", cuenta el seleccionador. "Mira c¨®mo combaten los rivales, cu¨¢ntas veces tiran por asalto, con qu¨¦ t¨¦cnicas, pierna y puntuaci¨®n, con qu¨¦ aciertos y fallos. Hacemos lo mismo que en el baloncesto, pero adaptado". Ramos se lo ha estudiado todo y ha sonre¨ªdo. "He trabajado para luchar por las medallas".
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