Escalada terrorista
La dif¨ªcil situaci¨®n de las grandes potencias desata una ola de atentados en zonas sensibles
Un centro de reclutamiento de la polic¨ªa en Argelia, la sala de urgencias en un hospital en Pakist¨¢n, un control de carretera en Turqu¨ªa, una base estadounidense y una unidad militar francesa en Afganist¨¢n: los atentados que salpicaron la tr¨¢gica jornada de ayer en varios pa¨ªses sensibles para la paz y la estabilidad internacionales provocaron m¨¢s de 100 v¨ªctimas mortales y otros tantos heridos.
Esta concentraci¨®n de ataques en una sola fecha puede ser resultado de un siniestro azar, puesto que tienen lugar en escenarios alejados y son obra de grupos diferentes. Pero tambi¨¦n podr¨ªan inscribirse en una percepci¨®n consolidada desde el 8 de agosto y de la que participan no s¨®lo los Gobiernos, sino tambi¨¦n los responsables de estas matanzas: la intervenci¨®n rusa en Georgia ha puesto de relieve las dificultades de los grandes actores internacionales y, en particular, Estados Unidos, la Uni¨®n Europea y la OTAN -que ayer celebr¨® en Bruselas una reuni¨®n extraordinaria- para articular una respuesta a Mosc¨² y asegurar un orden mundial cada vez m¨¢s maltrecho.
Para los estrategas del terror, la insolencia de Rusia, por un lado, y la impotencia de sus adversarios, por otro, configuran una coyuntura inmejorable para sus intereses, y no parecen dispuestos a desaprovecharla. Esto no significa que las diversas organizaciones terroristas que actuaron ayer coordinen sus acciones ni que tengan un dise?o o unos intereses comunes; sencillamente, la par¨¢lisis pol¨ªtica del grupo de pa¨ªses m¨¢s poderoso del mundo ha sido puesta en evidencia y ello estimula la multiplicaci¨®n de los ataques terroristas. Lamentablemente, la prolongaci¨®n de la crisis georgiana puede confirmarles a¨²n m¨¢s en esta idea.
Un total de 10 soldados franceses perdieron la vida en una emboscada talib¨¢n a 50 kil¨®metros de Kabul. La gravedad de esta acci¨®n no reside s¨®lo en el tr¨¢gico balance en vidas humanas, sino tambi¨¦n en el escenario escogido para perpetrarla. Los talibanes se acercan cada vez m¨¢s a zonas hasta ahora consideradas pacificadas y seguras, y su capacidad mort¨ªfera es mayor. Aparte del atentado contra el convoy militar franc¨¦s, una base de Estados Unidos sufri¨® durante la madrugada del martes oleadas de ataques suicidas apoyados por talibanes armados. Durante los ¨²ltimos a?os, los talibanes no hab¨ªan tenido capacidad para perpetrar este g¨¦nero de atentados contra bases de fuerzas extranjeras en Afganist¨¢n.
Los ataques en Pakist¨¢n y Argelia, a su vez, se ajustan a la misma estrategia seguida por los terroristas hasta ahora, que busca desestabilizar a los Gobiernos de Islamabad y Argel. Entre sus prop¨®sitos se encuentra colocar a Estados Unidos y Europa ante la disyuntiva de apoyar a reg¨ªmenes impopulares por su autoritarismo y su corrupci¨®n, desacredit¨¢ndose ante las poblaciones que los padecen, o abandonarlos a su suerte, corriendo el riesgo de que los radicales se alcen con el poder. ?ste no es el caso de Turqu¨ªa ni del ¨²ltimo atentado del PKK, pero las reivindicaciones kurdas acaban remitiendo al escenario iraqu¨ª, complicando a¨²n m¨¢s una situaci¨®n ya de por s¨ª extraordinariamente compleja.
La sangrienta jornada vivida ayer en Argelia, Pakist¨¢n, Turqu¨ªa y Afganist¨¢n es un argumento m¨¢s en favor de que la comunidad internacional, incluyendo a Rusia, revise las estrategias seguidas y asuma como principal objetivo ir cerrando los focos de tensi¨®n surgidos desde la insensata invasi¨®n de Irak. Regode¨¢ndose en los triunfos que est¨¢ obteniendo en Georgia, Rusia puede convertirse en aprendiz de brujo. Quienes se est¨¢n fortaleciendo hoy por la situaci¨®n de debilidad en la que Mosc¨² ha colocado a sus adversarios, acabar¨¢n tarde o temprano volvi¨¦ndose en su contra.
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