Morante de la Puebla se cura solo
Dos momentos de sumo inter¨¦s se dieron durante la corrida de ayer. El primero y m¨¢s puro vino de las mu?ecas de Morante de la Puebla. Ocurri¨® en su primer toro, segundo de la tarde. Morante mostr¨® un toreo de esencias supremas. Surg¨ªa magia y encantamiento a trav¨¦s de la franela. Derechazos profundos, ligados, hondos. Eran gritos suaves. Los naturales parec¨ªa que llevaban dentro rosas rojas y pajaritos azules, como esos que llenan las canciones de los nidos. La faena derramaba dulcedumbre. Toreo de dulces mu?ecas. Toreo largo. Naturales de frente, pases de pecho inmensos. Esencias y ecos de cante grande.
Ven¨ªan a la memoria Caracol, Chocolate, Camar¨®n. Llegaban a la retina una suerte de toreo cl¨¢sico trufado por una gracia duend¨ªstica. Pod¨ªamos calificar aquellos minutos formidables como que el gran arte es lo instant¨¢neo detenido para la eternidad. ?Hay algo m¨¢s que esencias toreras en Morante? S¨ª. Hay en ¨¦l una manera de torear diferente a todos. Se sale de la ruta trillada de los pegapases. Puede decir ¨¦l, como nadie, aquello que apuntaba Oscar Wilde: "Todos estamos en la cuneta, pero algunos miramos a las estrellas".
N¨²?ez / Ponce, Morante, Castella
Toros de N¨²?ez del Cuvillo: de juego desigual, justos de fuerza devueltos el quinto y el sexto que fueron toros de Manuel Santos.
Enrique Ponce: bajonazo -aviso- (ovaci¨®n); -aviso antes de entrar a matar-, pinchazo, estocada -aviso- y dos descabellos (vuelta al ruedo).
Morante de la Puebla: -aviso antes de entrar a matar-, pinchazo, media estocada baja (gran ovaci¨®n); gran estocada (leves aplausos).
Sebasti¨¢n Catella: pinchazo y estocada corta desprendida (silencio); -aviso antes de entrar a matar-, pinchazo y bajonazo (aplauso).
Plaza de Toros de Vista Alegre. Bilbao, 21 de agosto. Sexta de feria. Lleno.
Ponce lo 'cur¨®' d¨¢ndole primeros pases suaves, para no quebrantarlo
El franc¨¦s Sebasti¨¢n Castella no est¨¢ como cab¨ªa esperar en ¨¦l
El segundo momento lo puso de relieve Enrique Ponce. Su segundo toro, cuarto de la tarde, demostr¨® inequ¨ªvocamente un inv¨¢lido. Ponce lo cur¨® d¨¢ndole primeros pases suaves, para no quebrantarlo. A partir de ese momento construy¨® una buena faena con la mana derecha. Pases muy encadenados, ligados, con buenos remates por alto. Luego ensay¨® una tanda de naturales largos, pero sin ligaz¨®n. Y de pronto, baj¨® el diapas¨®n, para demorarse en toques insulsos por all¨ª y por all¨¢, sin demasiado fundamento. Algo pas¨® por su mente. No percibimos que fuera un eco serio. El fuego encendido, lo apag¨® ¨¦l mismo. Mas, de improviso, con otra serie por la mano derecha volvi¨® a calentar la faena. Tambi¨¦n es verdad que a lo mejor se pas¨® de faena. Tal vez no midi¨® bien los tiempos, ¨¦l que sabe de toros como nadie.
Los otros complementos toreros de la corrida se alejaron mucho de esos dos momentos descritos. La faena de Ponce a su primero no aport¨® nada de excepci¨®n, salvo una serie enrabietada al ver que el p¨²blico no se calentaba. Tambi¨¦n es para olvidar la faena de Morante al quinto, un toro basto, sin una gota de clase.
El franc¨¦s Sebasti¨¢n Castella, no est¨¢ como cab¨ªa esperar en ¨¦l. Lleva bastante tiempo fuera de sitio. En su primero contabiliz¨® unos pases sin valor alguno. Prevaleci¨® lo friolento. En su segundo dej¨® de manifiesto que sigue poseyendo valor; sin embargo, carece de los conocimientos elementales para ponerse delante de la cara de un toro. Se hizo palpable esto que decimos en el sexto de la corrida. El toro le avis¨® por tres veces que le iba a coger. A la tercera le mand¨® por los aires. Se levant¨® y el toro sigui¨® busc¨¢ndole. Le desarm¨®, adem¨¢s, en dos ocasiones. La voluntad que puso es de agradecer, m¨¢s no es suficiente.
Como colof¨®n a lo dicho arriba destaquemos la figura de Morante de la Puebla. Sus padecimientos psicol¨®gicos, por lo que seg¨²n se dice est¨¢ en tratamiento m¨¦dico, ayer se pudo demostrar as¨ª mismo que cuando torea como los ¨¢ngeles, tal la tarde del 21 de agosto, es su mejor y m¨¢s curable farmacopea. Queden lejos de ¨¦l los Freud y Jung, adem¨¢s de la famosa escuela lacaniana del psicoan¨¢lisis. Por si le valiera para algo se le recuerda que el vaso que tomamos ayer debido a su toreo se llen¨® de seda.
La aportaci¨®n de Enrique Ponce a la feria de este a?o en Bilbao ha sido muy positiva. Se ha vuelto a dar esa excepcional simbiosis que ¨¦l tiene con esta plaza. ?l da todo lo que tiene de s¨ª y el p¨²blico responde con las ovaciones m¨¢s fuertes que se pueden escuchar en el recinto de Vista Alegre. Son las ovaciones fabricadas por manos agradecidas que crean un sonido que suena como si fuera bronce contra bronce.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.