El reino de Moshoeshoe
Lesoto, un peque?o pa¨ªs rodeado por Sur¨¢frica, invita a descubrir su rica herencia cultural a lomos de un poni
Lesoto, totalmente rodeado por Sur¨¢frica, ocupa tan s¨®lo una extensi¨®n de 30.000 kil¨®metros cuadrados. Pero es un territorio que se eleva a un m¨ªnimo de 1.500 metros de altura, en picos y monta?as asombrosas; la m¨¢s alta, Thabana-Ntleyana, a 3.841 metros. No es de extra?ar que haya nieve perpetua en alguno de sus picos, que los vestidos tradicionales en uso vengan en forma de gruesas mantas bien coloridas, que el medio de transporte de preferencia sean los caballos y los burros y que uno pueda volver a casa diciendo que ha esquiado en ?frica. M¨¢s all¨¢ del sinn¨²mero de actividades al aire libre que ofrece Lesoto -desde hacer r¨¢pel hasta senderismo, de montar a caballo a ir en canoa, de pescar truchas a, efectivamente, esquiar en invierno-, el pa¨ªs se precia en su herencia cultural intacta, de gran riqueza, y en la belleza de un paisaje privilegiado y sobrecogedor, que invita al relajo y la contemplaci¨®n.
A semejantes alturas, no es de extra?ar que el pa¨ªs se precie de un sinf¨ªn de cosas "m¨¢s altas de ?frica", desde el pub m¨¢s alto del continente hasta la catarata m¨¢s alta. Y es en esta ¨²ltima donde se puede hacer el descenso en r¨¢pel m¨¢s alto del mundo (comercial), de acuerdo con el Libro Guinness de los r¨¦cords. La catarata Maletsunyane mide 200 metros -m¨¢s que las cataratas Victoria-, y en descenderla en r¨¢pel -cuando el r¨ªo no baja muy caudaloso- se tarda m¨¢s de media hora. Eso si uno se arriesga. Si se cree en la leyenda local seg¨²n la cual en su base habita una serpiente gigante y se prefiere evitar el contacto f¨ªsico con la fuente de agua, uno puede dedicarse a su contemplaci¨®n. En escasos kil¨®metros se re¨²nen varias cascadas, a cual m¨¢s espectacular. Y ¨¦sa es una de las maravillas de Lesoto, una monta?a imponente sucede a otra, un lago a otro, una vistosa aldea de casitas redondas con techos de paja a otra.
El 80% de los basoto vive en ¨¢reas rurales. As¨ª, los huertos a las puertas de las casas, las cabras, las vacas y las ovejas merinas son el complemento del paisaje. El ganado sigue siendo uno de los bienes m¨¢s preciados de las familias basoto, lo que no deja de tener sus problemas, debido a la erosi¨®n ocasionada a la tierra por sobreexplotaci¨®n y a que muchos ni?os dejan de acudir a clase puesto que es norma que se ocupen del ganado buena parte del a?o.
Cabalgatas y caba?as
No es necesario haber montado nunca a caballo para disfrutar de uno de los cl¨¢sicos que Lesoto ofrece al turista: pony trekking, cabalgatas que pueden llegar a los seis d¨ªas de duraci¨®n y que permiten pernoctar en caba?as en diferentes aldeas y conocer as¨ª la cultura de un pueblo que se enorgullece de no haber sido conquistado o colonizado nunca (fue protectorado brit¨¢nico hasta 1966) y que todav¨ªa mide las distancias en el tiempo que tardan las caballer¨ªas.
El poni de Lesoto goza de una excelente reputaci¨®n por su fortaleza, seguridad en el paso, docilidad y capacidad de resistir bajas temperaturas. En los a?os cincuenta estuvo al borde de la extinci¨®n y fue necesaria la introducci¨®n de animales procedentes del Connemara, en Irlanda, que comparte con el poni de Lesoto ancestros ¨¢rabes. La gran mayor¨ªa de los caballos ofrecidos a los turistas pertenecen a familias y comunidades locales, con lo que su alquiler facilita ahora la continuidad de la especie. Se recomienda la visita a Lesoto para el trekking en oto?o (nuestra primavera), cuando los d¨ªas son largos y templados. La mayor¨ªa de los establecimientos hosteleros en diferentes partes del pa¨ªs ofrecen excursiones a pie o a caballo por su ¨¢rea. Es el caso del Semokong Lodge, que lleva asimismo el r¨¢pel en la catarata de la serpiente, o del Malalea Lodge, especializados en largos pony trekkings, o el de la casa de hu¨¦spedes en Morija, una preciosa edificaci¨®n de roca tallada, con techo de paja, construida en un promontorio con vistas a la planicie que lleva a la capital, Maseru, y base ideal para la visita de la regi¨®n y de la poblaci¨®n, Morija, la m¨¢s antigua de Lesoto, fundada en 1833 por misioneros protestantes franceses.
En Morija se sit¨²a el Museo Nacional, peque?o pero interesante, en el que se conservan cartas del gran Moshoeshoe I, el fundador de la naci¨®n basoto en el siglo XIX, quien condujo a su gente a las monta?as, alej¨¢ndola del peligro del agresivo imperio del rey zul¨² Shaka. Tambi¨¦n recoge la historia de las huellas de dinosaurios encontradas en la zona -que se pueden visitar en una excursi¨®n-, de 180 millones de a?os de antig¨¹edad, y r¨¦plicas de las pinturas rupestres realizadas por los san, los bosquimanos, los cazadores recolectores que poblaron el sur de ?frica antes de la llegada de las tribus nguni, a las que pertenecen los zul¨²es, los xhosa o los propios basoto. La historia de Lesoto est¨¢ tan ¨ªntimamente ligada a su fundador, Moshoeshoe I, que se dice que fue ¨¦l quien populariz¨® el uso de la manta como abrigo, omnipresente hoy d¨ªa en los hombros de todo basoto que se precie. As¨ª no dejan de ser interesantes las visitas a Thaba-Bosiu, una colina plana (si se compara con las cadenas monta?osas Maluti o Drakensberg que conforman Lesoto), donde el rey impuso su corte y su fortaleza, y en la que a¨²n se pueden ver restos de las edificaciones, o Butha Buthe, la fortaleza original a la que Moshoeshoe recurri¨® para proteger a su gente. Ambas son f¨¢cilmente accesibles desde Maseru, una capital no excesivamente interesante, m¨¢s all¨¢ de la oficina de turismo y de artesan¨ªa y la visita obligada al hotel Sun Lesotho, desde donde la puesta de sol es impresionante.
El paso Sani
Las monta?as de Lesoto ven nacer los r¨ªos Tugela, Caledon y Orange, y el agua es fuente de riqueza del pa¨ªs. Embalses como el de Mohale o el impresionante de Katse, de 185 metros de profundidad, rodeado de monta?as, se incluyen en las rutas tur¨ªsticas, as¨ª como, por supuesto, el Drakensberg, que Lesoto comparte con Sur¨¢frica y donde se encuentra el paso Sani, frontera entre los dos pa¨ªses. Aqu¨ª se encuentran varias casas de hu¨¦spedes, una de las cuales cuenta con el lema de "pub m¨¢s alto de ?frica". La carretera de acceso es impresionante, no apta para los que se marean en coche (hay que hacer maniobras para tomar las curvas), y debe hacerse en 4¡Á4. Hasta no hace tanto, la ruta s¨®lo era posible a pie y con caballer¨ªas. La visita a Lesoto puede complementarse, una vez cruzado el paso Sani, con la de Kwa-Zulu Natal, visitar los lugares de las batallas en la guerra anglo-zul¨² y seguir los pasos del poderoso guerrero Shaka, a quien s¨®lo Moshoeshoe el estratega consigui¨® parar los pies.
Datos b¨¢sicos e informaci¨®n
? Prefijo telef¨®nico: 00266.
? Poblaci¨®n: Lesoto tiene dos millones de habitantes.
? Moneda: maloti (un euro equivale a unos 11,60 maloti).
? Oficina de turismo de Lesoto (22 31 22 38; www.ltdc.org.ls).
Dormir y visitas
? Malealea Lodge (www.malealea.com). Alojamiento, entre 15 y 20 euros por persona y noche. D¨ªa de pony trekking, entre 12 y 19 euros.
? Semonkong Lodge (27 00 60 37; www.placeofsmoke.co.ls). Alojamiento, 18 euros por persona. Pony trekking, entre 9 y 18 por persona.
? Morija Guest House (63 06 50 93; www.morijaguesthouses.com). Alojamiento, de 11 a 16 euros por persona. D¨ªa de pony trekking, 17.
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