Una compa?¨ªa con una mala salud de hierro
Las autoridades espa?olas y europeas quieren aumentar la vigilancia sobre las cuentas de las aerol¨ªneas
Una mala cuenta de resultados no implica m¨¢s accidentes, pero levanta suspicacias. La salud econ¨®mica de las compa?¨ªas a¨¦reas ha sido en los ¨²ltimos meses una preocupaci¨®n recurrente de las autoridades espa?olas y europeas responsables de garantizar la seguridad. Hasta el punto de que el director general de Aviaci¨®n Civil, Manuel Bautista, reclam¨® el pasado enero, en unas jornadas sobre el sector a¨¦reo en Espa?a, "el apoyo de los otros agentes del sector para reducir los costes de las aerol¨ªneas" y garantizar su viabilidad. "Nos va a todos mucho en ello", advert¨ªa Bautista, que incluso mont¨® un grupo de estudio estrat¨¦gico en su departamento para abordar ese problema.
Spanair adeuda m¨¢s de 300 millones y este a?o ya pierde 55
La renovaci¨®n de la flota es estrat¨¦gica; es para competir, no por seguridad
No se refer¨ªa en concreto a Spanair, pero tras el accidente del pasado mi¨¦rcoles es inevitable preguntarse qu¨¦ influencia pudo tener la dif¨ªcil situaci¨®n de la compa?¨ªa, que acumula una deuda de unos 300 millones de euros y ha perdido en los seis primeros meses del a?o 55 millones de euros, el doble que el pasado a?o. La aerol¨ªnea asegura que no hay ninguna relaci¨®n.
Spanair fue fundada hace 22 a?os por los propietarios de Marsans, Gonzalo Pascual y Gerardo D¨ªaz Ferr¨¢n, quienes fueron vendiendo acciones de la aerol¨ªnea al grupo n¨®rdico SAS, hasta que se hizo con la mayor¨ªa del capital en 2002. El 5% que a¨²n ten¨ªa Marsans fue adquirido por SAS hace un a?o, s¨®lo para poner a la venta toda la compa?¨ªa.
Quienes pujaron por la aerol¨ªnea, como el mismo Marsans o Iberia, deben de estar dando gracias al cielo por no haber llegado a un acuerdo con SAS, que decidi¨® quedarse con Spanair al no obtener el precio que pensaba. En los seis primeros meses del a?o, el n¨²mero de pasajeros hab¨ªa descendido un 0,8% (hasta 4,779 millones), con una mejora de la ocupaci¨®n de dos puntos (67,2%) pero con un ingreso por pasajero un 5,7% menor. Los propietarios de la compa?¨ªa decidieron entonces reorganizar la compa?¨ªa, con un plan de viabilidad asociado a un expediente de regulaci¨®n de empleo, que estaba negociando la direcci¨®n con los representantes de los trabajadores cuando sobrevino la tragedia del MD-82.
Para empezar, se cierran cinco bases, se retiran 15 aviones de la serie MD-80 como el que se estrell¨®, que consumen un 25% m¨¢s de combustible que los m¨¢s modernos, y se anuncia el despido de m¨¢s de un tercio de la plantilla, de unos 3.000 empleados. Spanair asegura que a¨²n no ten¨ªa cerrada la lista de los aparatos que iban a ser retirados, cuando finalicen los contratos de alquiler que ten¨ªan suscritos. Un par de horas antes del accidente, el sindicato de pilotos Sepla hab¨ªa amenazado con una huelga ante la "falta de definici¨®n" del plan de viabilidad, que a su juicio, s¨®lo contemplaba recortes de gastos y no una estrategia de futuro para la compa?¨ªa.
Aunque los representantes de los pilotos de Spanair acusan a los gestores de la compa?¨ªa del "caos organizativo", tambi¨¦n se?alan que SAS nunca ha dejado de financiar a la aerol¨ªnea y que se cumplen todas las normas. Spanair fue la primera compa?¨ªa espa?ola en obtener el certificado IOSA, la auditor¨ªa de la Asociaci¨®n Internacional de Transporte A¨¦reo (IATA en sus siglas inglesas), que a partir de final de a?o ser¨¢ requisito imprescindible para pertenecer a ese lobby.
Una de las principales quejas de los pilotos se refiere a la demora en abordar la renovaci¨®n de la flota (tiene 65 aeronaves, 36 de ellas de la serie MD), pero no porque creen que la actual es peligrosa, sino porque es poco competitiva en las actuales condiciones de altos precios de los combustibles. Este entorno de debilidad de la demanda, enorme competencia y costes de combustible que dif¨ªcilmente volver¨¢n al nivel de hace a?o y medio de 60 d¨®lares por barril, inquieta tambi¨¦n a las autoridades europeas, que han acordado una nueva normativa.
La directiva, en la recta final de su tramitaci¨®n, establece requisitos m¨¢s estrictos para la concesi¨®n y revocaci¨®n de licencias de explotaci¨®n. "La explotaci¨®n de compa?¨ªas a¨¦reas poco solventes desde el punto de vista financiero comporta riesgos para la seguridad, adem¨¢s de riesgos econ¨®micos para los clientes en caso de quiebra de las empresas", arguye el texto de la Comisi¨®n Europea.
En todo caso, la mala salud financiera de Spanair no significa que un accidente pueda o deba acabar con la marca. Otras empresas con siniestros importantes han sobrevivido. Y por ahora no parece que SAS vaya a contagiarse de los achaques de Spanair. Bastaron 48 horas para que las acciones del grupo n¨®rdico recuperasen el precio de 46,4 coronas suecas (4,95 euros) que se pagaban poco antes del accidente.
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