Aniversario

?Qu¨¦ bonita manera de rememorar el 40? aniversario de la invasi¨®n de Checoslovaquia por los ej¨¦rcitos del Pacto de Varsovia (21 de agosto de 1968), pintando -por en¨¦sima vez- un cuadro de una Europa del Este pobre y m¨ªsera! Hace ya a?os que Milan Kundera llam¨® la atenci¨®n a la pereza mental que se revela detr¨¢s del uso de esta categor¨ªa que pretende sustituir unas historias milenarias, entre ellas la de Mitteleuropa, aglutinando debajo de una etiqueta indestructible pa¨ªses muy distintos por los 40 a?os del pasado comunista compartido, aunque vivido de formas muy distintas.

Las dictaduras de derechas no parecen convertirse en un estigma tan duradero, ya que nadie pretende aglutinar a Espa?a, Portugal, Grecia, Chile y Argentina de forma parecida para luego dedicarse a repetir hasta la saciedad los mismos clich¨¦s.

Compadecer es una manera de sentirse superior. Nunca he sido prostituta, mafiosa, criada culta ni siquiera una humilde mendicante con el est¨®mago vac¨ªo; agradezco el di¨¢logo y la comprensi¨®n, no la compasi¨®n mal informada. Puede que hablar de dinero no resulte de buena educaci¨®n en la buena sociedad. Pero los eslovenos con un PIB per c¨¢pita de 26.640 d¨®lares al a?o en 2007, los habitantes de las regiones de Praga y Bratislava con un PIB per c¨¢pita de 160,3% y 147,9% de la media de las regiones europeas respectivamente ya en 2005 (en comparaci¨®n con el 133,9% de Madrid), o los h¨²ngaros, que nunca han emigrado en masa salvo por razones pol¨ªticas, podemos sentirnos algo cansados de que la gente nos felicite por haber escapado del hambre.