"No se escucha a las mujeres"
Es una luchadora nata. Su hablar pausado y sus maneras t¨ªmidas no lo revelan a simple vista. Pero Beatriz Gimeno mira a los ojos cuando habla de igualdad social y de cambio. Lleva desde los 15 a?os peleando por que hombres y mujeres tengan los mismos derechos, cuenta que el feminismo cambi¨® su vida. Desde entonces, no ha parado. Ex presidenta de la Federaci¨®n Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB) -la mayor organizaci¨®n de este colectivo en Espa?a-, esta madrile?a de 46 a?os se centra ahora en la lucha por una reforma de la ley del aborto. "Sin su despenalizaci¨®n, no podemos hablar de una sociedad igualitaria", dice.
A¨²n recuerda el hormigueo que sinti¨® en el est¨®mago la primera vez que se autoinculp¨® por haber abortado. "Estaba en el instituto. De eso hace ya 1.000 a?os", cuenta con una sonrisa. Lo hizo para solidarizarse con varias mujeres que estaban siendo juzgadas en el Pa¨ªs Vasco por abortar. "En esa ¨¦poca a¨²n era ilegal", dice. Hace unos meses volvi¨® a hacerlo. Pero sin esa sensaci¨®n de riesgo -actualmente, en Espa?a, el aborto est¨¢ despenalizado en tres supuestos-. Gimeno firm¨® de nuevo los impresos. Esta vez para apoyar a varias mujeres que estaban siendo citadas por un juez por supuestos abortos ilegales. "Se ha avanzado. Pero las cosas no han cambiado tanto. Hace casi 40 a?os, mi madre luch¨® por el derecho al aborto y ahora me toca a m¨ª", recuerda.
Su madre luch¨® para legalizar esta intervenci¨®n. Ahora le toca a ella
El caso de las cl¨ªnicas del doctor Mor¨ªn y del centro Isadora ha reabierto el debate sobre la legislaci¨®n del aborto en Espa?a.
Gimeno era presidenta de la FELGTB cuando se hizo la ley de matrimonio homosexual. Ahora, miembro de la Plataforma por una Ley del Aborto (PLA), espera conseguir de nuevo un cambio. "Ninguna mujer puede ir a la c¨¢rcel por abortar. Hemos olvidado que en Espa?a no existe una ley del aborto, sino una despenalizaci¨®n parcial", reclama. Y es que para ella, que cuenta que a los 15 a?os se puso las gafas del feminismo y empez¨® a verlo todo "de otro color", el aborto es un "derecho fundamental".
En septiembre echa a andar el comit¨¦ que estudiar¨¢ si procede una reforma legislativa para una posible ley de plazos para las interrupciones voluntarias del embarazo. Y Gimeno es optimista. "Creo que se conseguir¨¢", dice. No le falta sin embargo un punto de cr¨ªtica: "En esa comisi¨®n hay expertos de todo tipo, pero no se est¨¢ escuchando a las mujeres en una reforma que es fundamental para ellas". Gimeno, que dej¨® un poco de lado la lucha feminista porque no se implicaba en reclamar los derechos de las lesbianas, vuelve ahora a una de sus primeras peleas. "Es importante que las mujeres puedan decidir sobre su maternidad. Que sean due?as de sus cuerpos", asegura.
Gimeno se encoge de hombros. "Siempre he sido consciente de esa desigualdad", dice. Echa la vista atr¨¢s y cuenta que cada d¨ªa le chirriaba que sus padres tratasen de manera diferente a su hermano. "Me encend¨ªa cuando mi madre nos dec¨ªa a mi hermana y a m¨ª 'ni?as, poned la mesa', y, mientras, mi hermano le¨ªa en el sill¨®n. ?Y eso que mis padres son progresistas!", relata. "El feminismo encaj¨® todas las piezas para m¨ª", dice moviendo las manos.
S¨®lo ha vivido un peque?o periodo de sequ¨ªa en su lucha. Lo cort¨® de ra¨ªz. Cuenta que un d¨ªa sali¨® de su casa en Sevilla para ir al trabajo y no volvi¨® m¨¢s. Dej¨® atr¨¢s al hombre al que hab¨ªa seguido hasta la capital andaluza y por el que hab¨ªa dejado de lado sus estudios de Filolog¨ªa Sem¨ªtica y su entorno de Madrid. S¨®lo regres¨® d¨ªas despu¨¦s para recoger a su hijo de dos a?os. "Comet¨ª el error de enamorarme de un hombre y dejarlo todo por ¨¦l", dice. "Las mujeres tenemos la tendencia a sacrificarnos siempre por los dem¨¢s. Eso no puede ser", sostiene. Tras la pausa, y mucho m¨¢s sabia, volvi¨® a pelear.
A esta activista de larga trayectoria le gustan las cosas claras. Por eso abandon¨® la carrera de Sociolog¨ªa -"demasiado general"- por el estudio del hebreo, el ¨¢rabe y el arameo -"una lengua muerta es algo muy concreto", dice-. Por eso, habla tambi¨¦n sin tapujos de la "necesaria" reforma legislativa. Y aporta un ingrediente m¨¢s: "Adem¨¢s de la ley del aborto, necesitamos m¨¢s educaci¨®n sexual. No olvidemos que en una sociedad desarrollada deber¨ªa haber poqu¨ªsimos abortos, y eso s¨®lo puede evitarlo m¨¢s informaci¨®n y conocimiento".
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