La peluquera comprometida
Loida Zamuz, due?a de la mayor cadena de peluquer¨ªas de Galicia
-?Qu¨¦ tal es Anxo Quintana como cliente?
Loida Zamuz Mart¨ªnez es entra?able, dicharachera y despierta. "?Puedo elegir la fotograf¨ªa?". Ha intuido por d¨®nde van los tiros y esquiva la pregunta cambiando de conversaci¨®n. Risas y silencio. Son muchos los VIP de A Coru?a que, como el vicepresidente de la Xunta, ponen la cabeza en sus manos. "No me vas a sacar nada. Respeto mucho a los clientes". ?Ser¨¢ un mito que en las peluquer¨ªas se escucha de todo? "No es un mito, desgraciadamente. Ahora, yo no escucho nada. Ni lo hac¨ªa cuando estaba pegada al tocador. Lucho por una peluquer¨ªa profesionalizada. El tiempo hay que dedicarlo a hablar de la piel y del cabello del cliente. No es bueno entrar en lo privado".
Empez¨® de aprendiz con 17 a?os y ahora dirige una cadena con 180 trabajadores
"Cuando encuentras a alguien con problemas, debes actuar sin esperar"
En su spa urbano de 800 metros cuadrados, el primero de Galicia, situado en la coru?esa plaza de Vigo, hay mucho traj¨ªn. Loida prefiere sus oficinas para hablar de una muchacha que empez¨® a los 17 a?os de aprendiz para ayudar a su familia sin posibles y, sin haber puesto un pie en una academia, acab¨® montando la mayor cadena de peluquer¨ªa y est¨¦tica de Galicia, con 180 trabajadores y una decena de salones en A Coru?a y Santiago. Loida Zamuz naci¨® hace 51 a?os en Vilar do Mato, en Quiroga, provincia de Lugo. Cuando ten¨ªa 6 meses sus padres emigraron a Venezuela. Ella y su hermana mayor Nita se quedaron con los abuelos hasta que a los cinco a?os viajaron para reunirse con los padres. "En el autob¨²s que nos llevaba al avi¨®n la azafata que iba a nuestro cargo nos dijo que le dij¨¦semos adi¨®s a los abuelos. No pude mirar atr¨¢s". En Venezuela se toparon con la civilizaci¨®n. "Pasamos de ba?arnos en O Regueiro a ver una piscina. En Vilar do Mato no ten¨ªamos ni luz ni agua corriente".
Sus padres, Amalia y David, trabajaron duro hasta montar una peque?a f¨¢brica de calzado. Cuando Loida ten¨ªa 15 a?os decidieron desandar el camino y regresar a Vilar do Mato por problemas de salud de los abuelos. "Retornamos sin dinero". Tras pasar unos meses en la aldea, los progenitores decidieron establecerse en A Coru?a, en un piso en la Ciudad Escolar. "Para pagarlo alquil¨¢bamos tres habitaciones a estudiantes". El padre arreglaba televisores, la madre preparaba comidas para los estudiantes, Loida se emple¨® a los 17 a?os de aprendiz en una peluquer¨ªa y Nita, de dependienta en una tienda de muebles. Por la noche asist¨ªa a clase para sacar el Graduado Escolar. Despu¨¦s entr¨®, tambi¨¦n de aprendiza, en Loureda, "la mejor peluquer¨ªa de A Coru?a, donde aprend¨ª el oficio, el buen gusto y las pautas de comportamiento observando a la clientela". Tras cinco a?os de rodaje y siete meses en otro sal¨®n, le hizo caso a una clienta que la animaba a montar su propia peluquer¨ªa. "Ella se hizo socia capitalista y yo trabajadora". Pero la sociedad sali¨® mal. "Me echaron delante de mi equipo e intentaron quedarse con mi nombre. Lo hab¨ªa registrado antes", comenta sin resquemor. Pero Loida volvi¨® a la aventura. Empe?¨® a toda la familia y "gracias al aval de un amigo" de sus padres" abri¨® su primer gran sal¨®n en la calle Juan Fl¨®rez. "Todo el equipo se vino conmigo y aqu¨ª siguen. La clave del ¨¦xito".
Loida es una mujer comprometida. "Cuando te encuentras con alguien con problemas tienes que actuar sin esperar a que lo hagan otros". Est¨¢ soltera y no tiene hijos naturales, pero s¨ª tres hijas postizas. "Tengo una Laura, una Lorena y una Lauri?a. A Laura me la enviaron las monjas de las Oblatas porque quer¨ªa ser peluquera, y me la llev¨¦ a casa porque cre¨ª que le hac¨ªa falta una familia. Se march¨® tres veces de casa, tuvo una hija, Loida, y hace mucho que no s¨¦ de ella". Lorena, tras volar del nido, regres¨® a su casa hace ocho meses con un beb¨¦ y Lauri?a, que se qued¨® sin padres a los 15 a?os, ha cursado Educaci¨®n Social, ha estudiado en Italia e Inglaterra y en octubre empezar¨¢ un m¨¢ster en Madrid para especializarse en inmigraci¨®n. "Lauri?a me ha hecho caso", explica con orgullo. "Y Anxo Quitana es un cliente estupendo", comenta antes de volver a la faena.
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