Obama promete rescatar lo mejor de Estados Unidos
El candidato dem¨®crata dice "?basta!" al dominio republicano y llama a defender "la promesa americana"
Barack Obama mir¨® de frente al pa¨ªs y grit¨® "?basta!" en un memorable discurso que marca un hito en esta campa?a y ser¨¢ citado durante d¨¦cadas como uno de los m¨¢s grandes acontecimientos pol¨ªticos. "?Basta!", insisti¨®, "?ocho a?os es suficiente! Esta noche estamos aqu¨ª para decirle al pueblo de Am¨¦rica, dem¨®cratas, republicanos e independientes: '?Basta!".
Obama prometi¨® rescatar a la naci¨®n del desastre econ¨®mico y moral al que el actual Gobierno la ha conducido, se comprometi¨® a recuperar el prestigio del pa¨ªs dilapidado por una pol¨ªtica exterior nefasta y se ofreci¨® como un l¨ªder inspirado pero tambi¨¦n fuerte para "renovar la promesa americana y mantenerla viva en el siglo XXI". "Somos mejor pa¨ªs de lo que hemos parecido durante estos ocho a?os", asegur¨®. "Es hora de cambiar Am¨¦rica".
El senador afirma que hay que poner fin al "cinismo" de Washington
"Pondr¨¦ fin responsablemente a la guerra de Irak", promete Obama
Todo lo que pod¨ªa esperarse de una intervenci¨®n que hac¨ªa historia se cumpli¨®. Todas las expectativas puestas en el primer candidato presidencial negro de Estados Unidos fueron satisfechas con creces. Muchas de las dudas sobre la capacidad de Obama para hacer veros¨ªmil su propuesta de cambio quedaron despejadas.
Hay que esperar a que las encuestas digan si ¨¦sa es tambi¨¦n la opini¨®n de los votantes, y a conocer la respuesta que el Partido Republicano pueda ofrecer en su convenci¨®n, que comienza el pr¨®ximo lunes. Pero, a falta de ello, Obama se confirm¨® en una c¨¢lida noche del final de verano en Denver como un personaje excepcional, como el m¨¢s visionario y carism¨¢tico pol¨ªtico de la actualidad.
El aspirante dem¨®crata a la Casa Blanca combin¨® una hermosa exaltaci¨®n de los valores americanos con una detallada descripci¨®n de los retos que sus compatriotas enfrentan hoy, y con un respetuoso pero inmisericorde ataque a su rival en una larga y bien escenificada alocuci¨®n que presenciaron en directo m¨¢s de 80.000 personas en el estadio de f¨²tbol de esta ciudad, y 38 millones de telespectadores. Esta cifra supera la audiencia de la ceremonia inaugural de los Juegos de Pek¨ªn.
Las familias y los amigos se juntaron en casas a lo largo de todo el pa¨ªs para compartir el momento. En Nueva York, la gente se concentr¨® en Times Square, como en las grandes ocasiones. En Miami, en Los ?ngeles..., se organizaron asambleas espont¨¢neas para vivir lo que se present¨ªa como una ocasi¨®n ¨²nica.
Solo sobre la gigantesca tribuna de moqueta azul y fondo neocl¨¢sico, Barack Obama ofreci¨® tantos argumentos para ganar que, esa noche del jueves (madrugada de ayer en Espa?a), todav¨ªa bajo los efluvios de una oratoria irrepetible, era dif¨ªcil pensar que el destino prive a este hombre de la meta que tan afanosamente y con tan alta improbabilidad se traz¨® hace a?o y medio. Era dif¨ªcil imaginar ayer que este gui¨®n no acabe con la llegada del primer negro a la Casa Blanca.
Obama bas¨® su discurso en la necesidad de defender "la promesa americana" del riesgo en el que ha sido puesta por la pol¨ªtica de George Bush. La "promesa americana" es el combustible que mantiene este pa¨ªs a pleno rendimiento, es el af¨¢n de superaci¨®n diario recompensado con la pertenencia a una gran naci¨®n repleta de oportunidades. "Tenemos m¨¢s riqueza que nadie, pero eso no nos hace ricos. Tenemos las mayores fuerzas armadas sobre la Tierra, pero no es eso lo que nos hace fuertes. Nuestras universidades y nuestra cultura son la envidia del mundo, pero no es por eso por lo que el mundo se acerca a nosotros. Es el esp¨ªritu americano, esa promesa americana que nos empuja cuando el camino se hace incierto. Esa promesa constituye nuestra mayor herencia".
Se extendi¨® en la necesidad de poner fin al "cinismo" que ha caracterizado la vida pol¨ªtica en Washington durante muchos a?os, apel¨® a su voluntad unificadora y convoc¨® a "superar el partidismo del pasado" y unir a todos en la consecuci¨®n del cambio que se requiere para "mantener con vida esa promesa". "Cada uno de nosotros", explic¨®, "puede perseguir sus sue?os individuales, pero tenemos que seguir juntos como una familia americana para que las siguientes generaciones puedan tambi¨¦n perseguir sus propios sue?os". "Nuestros hombres y mujeres en uniforme no combaten por la Am¨¦rica roja o la Am¨¦rica azul; combaten por los Estados Unidos de Am¨¦rica".
Esta vez, Obama no se qued¨® en esa ret¨®rica. Se?al¨® con detalle algunos de los males del pa¨ªs e identific¨® con claridad a sus responsables. "Esto es resultado directo de una pol¨ªtica fracasada en Washington y de la presidencia fallida de George Bush", dijo. Precis¨® algunas de las caracter¨ªsticas del cambio que ofrece: reducir impuestos al 95% de las familias trabajadoras, penalizar a las empresas que se lleven puestos de trabajo al extranjero y crear un sistema de impuestos que reajuste los desequilibrios sociales actuales sin un aumento generalizado de la presi¨®n fiscal. "Lo ¨²ltimo que har¨ªamos ser¨ªa subir impuestos a la clase media", prometi¨®.
Frente a los ataques de su rival, Obama defendi¨® apasionadamente su patriotismo y el de su partido, y marc¨® las l¨ªneas de una actuaci¨®n internacional con la que pretende "restaurar el legado de generaciones de norteamericanos, dem¨®cratas y republicanos, destruido por la pol¨ªtica exterior de George Bush y John McCain".
"Somos el partido de Roosevelt. Somos el partido de Kennedy", record¨®, "as¨ª es que no me digan que los dem¨®cratas no defenderemos este pa¨ªs. No me digan que los dem¨®cratas no nos proteger¨¢n".
"Como comandante en jefe", asegur¨®, "nunca dudar¨¦ en defender esta naci¨®n, pero s¨®lo enviar¨¦ tropas a combatir con una misi¨®n clara y un sagrado compromiso de darles el equipamiento que necesitan para la batalla, y el cuidado y los beneficios que merecen cuando vuelven a casa". "Pondr¨¦ fin responsablemente a la guerra de Irak", prometi¨®, "y terminar¨¦ la lucha contra Al Qaeda y los talibanes en Afganist¨¢n. Reconstruir¨¦ nuestro Ej¨¦rcito para hacer frente a futuros conflictos, pero tambi¨¦n renovar¨¦ una diplomacia dura y directa que pueda evitar que Ir¨¢n obtenga armas nucleares".
"Construir¨¦", a?adi¨®, "nuevas alianzas para hacer frente a las amenazas del siglo XXI, (...) y restaurar¨¦ nuestro est¨¢ndar moral de manera que Am¨¦rica sea una vez m¨¢s la ¨²ltima y mejor esperanza de todos los que abrazan la causa de la libertad, de todos los que quieren vivir en paz y los que imploran por un futuro mejor".
Present¨® propuestas sobre pol¨ªtica energ¨¦tica -"en 10 a?os pondremos fin definitivamente a nuestra dependencia del petr¨®leo de Oriente Pr¨®ximo"-, educativa, sanitaria... Record¨® su respaldo al aborto, sugiri¨® cierto control de las armas de fuego y, sin apoyar el matrimonio entre homosexuales, defendi¨® los derechos de ¨¦stos a la igualdad ante la ley.
Y, sobre todo, una y otra vez, descalific¨® la candidatura de John McCain -a quien elogi¨® por su historial militar, entre los aplausos de los presentes- como una mera continuaci¨®n de George Bush. "McCain", afirm¨®, "ha votado a favor de George Bush el 90% de las veces. A ¨¦l le gusta hablar del buen juicio, pero ?qu¨¦ buen juicio puede tener alguien para creer que Bush est¨¢ en lo cierto m¨¢s del 90% de las veces?".
Recrimin¨® a McCain por insistir en continuar la guerra de Irak, por debilitar las alianzas que hubieran permitido actuar con mayor energ¨ªa a favor de Georgia tras la invasi¨®n rusa, por hablar muy alto a favor de Israel en Washington pero no hacer una pol¨ªtica eficaz de paz en Oriente Pr¨®ximo, por prometer perseguir a Bin Laden hasta el infierno pero no ser capaz de encontrarle en la cueva en la que se esconde. Y, por ¨²ltimo, le ret¨® a un debate sobre pol¨ªtica exterior y de seguridad.
En ese, como en otros asuntos, Obama encar¨® las cr¨ªticas recibidas en las ¨²ltimas semanas y las devolvi¨® contra su rival. Mencion¨® varios casos de ciudadanos sencillos que luchan cada d¨ªa por mantener su seguro de salud y sacar su familia adelante, y los utiliz¨® para responder a la comparaci¨®n de su candidatura con estrellas como Paris Hilton o Britney Spears. "No s¨¦ a qu¨¦ clase de celebridades se refiere McCain, pero ¨¦sas son las m¨ªas. ?sos son mis h¨¦roes, ¨¦sas son las historias que han marcado mi vida. Y es por ellos por los que intento ganar estas elecciones".
Aunque relat¨® los datos m¨¢s determinantes de su biograf¨ªa, Obama huy¨® del personalismo de otros discursos. Insisti¨® en que la decisi¨®n que los votantes tomar¨¢n el 4 de noviembre no es sobre ¨¦l, sino sobre el futuro del pa¨ªs. Y llam¨® a votar para consumar el deseo de cambio que dice haber visto a lo largo de todo el pa¨ªs.
"Am¨¦rica, no podemos volver la espalda", concluy¨®, "no con tanto trabajo por hacer, no con tantos ni?os por educar, no con tantos veteranos a los que prestar cuidado, no con una econom¨ªa por arreglar y ciudades por reconstruir, y granjas que salvar, y familias a las que proteger. En este momento, en estas elecciones, tenemos que comprometernos de nuevo a marchar hacia el futuro y mantener la promesa americana".
Videogaler¨ªa: El discurso ¨ªntegro de Obama
DOS DISCURSOS HIST?RICOS SEPARADOS POR 45 A?OS
Barack Obama: 28 de agosto de 2008
- Tenemos las mayores fuerzas armadas sobre la Tierra, pero no es eso lo que nos hace fuertes. Nuestras universidades y nuestra cultura son la envidia del mundo, pero no es por eso por lo que el mundo se acerca a nosotros. Es el esp¨ªritu americano, esa promesa americana que nos empuja cuando el camino se hace incierto. Esa promesa constituye nuestra mayor herencia. (...) ?Cu¨¢l es esa promesa? Es una promesa que dice que cada uno de nosotros tenemos derecho a hacer con nuestra vida lo que queramos, pero que tambi¨¦n tenemos el deber de tratar a los dem¨¢s con dignidad y respeto.
- Cada uno de nosotros puede perseguir sus sue?os individuales, pero tenemos que seguir juntos como una familia americana para que las siguientes generaciones puedan tambi¨¦n perseguir sus propios sue?os.
- McCain ha votado a favor de George Bush el 90% de las veces. A ¨¦l le gusta hablar del buen juicio, pero ?qu¨¦ buen juicio puede tener alguien para creer que Bush est¨¢ en lo cierto m¨¢s del 90% de las veces?
Martin Luther King: 28 de agosto de 1963
- Hace un siglo, un gran americano firm¨® la Proclamaci¨®n de Emancipaci¨®n. (...) Pero, cien a?os despu¨¦s, los negros todav¨ªa no son libres. Cien a?os despu¨¦s, la vida de los negros sigue todav¨ªa tristemente atenazada por los grilletes de la segregaci¨®n y por las cadenas de la discriminaci¨®n. Cien a?os despu¨¦s, los negros todav¨ªa siguen languideciendo en los rincones de la sociedad americana y se sienten como exiliados en su propia tierra.
- No estaremos satisfechos en tanto la movilidad b¨¢sica del negro sea de un gueto peque?o a uno m¨¢s grande. Nunca estaremos satisfechos en tanto a nuestros hijos les sea arrancado su ser y robada su dignidad por carteles que rezan
"solamente para blancos". No podemos estar satisfechos y no estaremos satisfechos en tanto un negro de Misisipi no pueda votar y un negro en Nueva York crea que no tiene nada por qu¨¦ votar.
- Tengo un sue?o: que mis cuatro hijos vivir¨¢n un d¨ªa en una naci¨®n en la que no ser¨¢n juzgados por el color de su piel, sino por su reputaci¨®n.
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